Habian pasado unas horas. Rosse seguia esperando a que un medico saliera y le dijiera que habia sucedido con Martin y si todo estaba en orden. Para su suerte el médico salió .
- Doctor, como esta?
- Todo ha salido muy bien, tiene los ojos aún vendados una ves que se los saquemos, estará bien.
- Esta bien, gracias.
-Puede pasar a verlo si quiere - hizo un gesto para que lo siguiera-
-Gracias.
Al entrar a la sala. Lo vio. Ahi estaba. Sentado en una camilla con sus ojos vendando. El estaba feliz.
-Hola- dijo Rosse sonriendo.
-Rosse!, estas aqui?
- Si asi es
- Cuando me quitarán estas vendas? No aguanto más , quiero verte.-dijó mientras tomaba su mano.
-Solo tienes que esperar un poco más...
-Lose - hizo un gesto de enfado.
-....
-Quiero conocerlo.
-A quien?
- A la persona que hizo esto posible. Que yo pueda ver.
- Ahora no es el momento...
-Porque Rosse?
- Iremos más tarde necesitas descansar.
En ese momento Rosse se retiro de la habitación para dejarlo descansar unas horas asi luego podrían desvendar sus ojos. Rosse llamó a una amiga, a quien le pidió que prepará un funeral, para Romina.
Al pasar unas horas cuando Martin despertó, volvió a insistir en lo mismo y Rosse lo llevó a el funeral de esa persona que le habia dado la posibilidad de volver a ver.
El lugar era oscuro, una habitación. Llena de flores blancas. Con un cuadro en medio. Donde se encontraba la foto de Romina.
Martin se acercó. Rosse se quedó detrás de él. Él comenzó a acariciar la foto lentamente, mientras pronunciaba unas palabras refiriendose a la persona que hizo su último deseo posible.
"Aunque no puedo verlo, esto, se lo agradeceré toda mi vida. Usted, cumplió el último deseo de mi vida..
Imagino que debe ser horrible dejar a la gente uno ama. En adelante, prometo ver solo lo bello que la vida ofrece.. es mi forma de decir gracias, por su sacrificio"
Rosse, intentaba no llorar, pero realmente quería hacerlo. No sabía como decirle la verdad a Martin. Aunque no sabría si lo haría.
Horas después~
El momento había llegado y era hora de quitar las vendas de sus ojos. El medico lo hizo con cuidado. Martín se encontraba sentado sobre una camilla y Rosse parada en frente de él. Una vez que el médico sacó sus vendas, se retiró... pero Martín permanecía con los ojos cerrados.
Rosse lo miraba feliz, mas feliz que nunca. Se acerco a él y pronunció su nombre. Martín poco a poco comenzó a levantar la vista hasta encontrar el rostro de Rosse, quien estaba a su lado.
- Martín.. puedes verme?
Tardó en responder , pero luego hizo un gesto anunciando que si con su cabeza. Al ver esto Rosse se arrodillo delante de él y comenzó a llorar, mientras de abrazaban.
- Rosse, quiero agradecerte por todo lo que me has dado
- No, no tienes nada que agradecerme.... yo..yo no fui, fue la persona que te permitió ver, a ella tienes que agradecerle.
- Lose agradezco todo, y a esa persona...
- La persona que ve a través de tus ojos debe ser feliz..
Rosse lo abrazo, Martín correspondió al abrazo y allí se quedaron durante varios minutos.Llorando, de felicidad y un poco de tristeza al mismo tiempo.
Martín había recibido la carta de Romina en su correo. Rosse no tenia idea de esto. Cuando el comenzó a leerla , las lágrimas bajaban fácilmente. En verdad la extrañaría, pero le deseaba lo mejor, aunque le dolía que ella no estuviera aquí compartiendo la felicidad con él.
Al terminar de leer la carta el corazón de Martin se oprimió. Nada era lo mismo. Estaba roto, ella no estaba cuando él era feliz y quería verla, pues el hecho de pensar que jamás la volvería a ver porque estaba muy lejos, lo dejaba desecho. Aunque recordó " solo debes ver lo bello de la vida " . Asi que siguió adelante, porque debía hacerlo.
Por su parte Rosse no sabía que hacer, no sabía como decirle la verdad. Ella comenzaba a amar mucho a Martín, mucho más de lo que había planeado. Si ella de verdad lo amaba y quería estar con él debería decirle la verdad.
Esa tarde pasearon por todo la hermosa ciudad, recorrieron muchos lugares. Rosse llevó al cine a Martín quien estaba emocionado por ir, después de pasar varios meses sin poder ver siquiera una película.
Se encontraban en un cafetería merendando. Rosse, ya no podía más.
-Estas muy callada hoy - dijo Martín.
-..(no respondía, su mirada estaba perdida en aquel pensamiento)
-Rosse, contéstame
-.. ( aún no respondía)
-Ya, Rosse, contesta-Se reía y elevaba la voz.
Ella dejó esos pensamiento y lo miro.
- Martín..-dijo de repente.
- Que cosa?-Dijo él sin perder la sonrisa ,ni la felicidad.
Rosse tomó su mano sobre la mesa y la pego junto a la de ella sobre la mesa. Miro las manos unidas y poco a poco levanto la vista para mirarlo fijamente a los ojos.
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Divine Eyes. {TERMINADA}
RandomBueno esta historia se basa en una chica diferente al resto, que llega a una nueva ciudad, y quiere integrarse con las demás personas. Pero hay gente que sólo le hará mucho daño. Conoce a un chico llamado Martín quien será el amor de su vida, y quie...