Capitulo 21

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Relata Martín*

Estaba preocupado por ella. En verdad lo estaba. Veía sus ojos, estaban tristes. Veía su boca y estaba seca, su cara algo consumida.

La acompañe hasta su casa y le di algo antes de despedirnos aquel día.

—Toma— Dije estirando mi mano y entregándole un papel.

— ¿Que es?— Me miró algo confundida.

—Es para Rosse.— Afirmé.

— ¿Porque me lo das a mi?—Dijo mientras tomaba el papel entre sus manos.

 —Si me llega a pasar algo... yo.. quiero que se lo entregues.  —dije dirigiendo mi mirada al suelo.

—Esta bien, lo haré— Lo guardo en el bolsillo de su campera y sonrió.

— ¿Cuando nos volveremos a ver?— Pregunte antes de que se vaya.

— No lo sé, luego hablamos.

— Adiós — Deposite un beso en su mejilla junto a un abrazo.

— Adiós— Dijo haciendo un gesto con la mano.

Luego de dejarla en su casa, me fui a la mia y allí me encontré con Rosse. Ella vivía conmigo. Me estaba esperando ahí con algo de comida. Se veía muy bien. Ella estaba hermosa.

Me acerqué a ella que se encontraba sentada junto a una mesa en la cocina. La observaba. No sabría cuando sería la última vez que la vería, intenté hacer lo mismo que con Ro, guardar su imagen en mi corazón.

— Rosse.— Dije en voz baja.

— Amor ya has llegado.— dijo mientras se levantaba de aquella silla.

— Así es...— Me acerque y deposité un beso en sus labios.— ¿Qué estabas haciendo?

— Estaba esperándote— Dijo con una sonrisa.

— Me alegra oír eso— La abrasé por detrás de la cintura.

— Te amo— Me dijo mientras no paraba de sonreír.

— Yo igual  — Apoyé mis labios en los de ella con suavidad.

— Yo aún más... — Dijo tierna mente.

- ¿Y seguirás amando a este ciego?— Dije riendo.

— Claro que lo haré — Esta vez fue ella quien me besó.

1 mes después.

Relata Romina.

Mamá murió hace una semana. Por eso no había podido escribir. ¿Algo más? ¿Qué cosa peor podría pasarme? Llegué a mi casa ese día. Era las 18:40. Pregunté por mamá, la mucama que teníamos en casa me dijo que se encontraba mal aquel día. Había pasado todo el día sin siquiera moverse. Fuimos al médico al día siguiente. Dijeron que tenía un tumor. Debían operarla de urgencia. Sabia que la operación sería peligrosa. Y lo fue. En medio de esa operación, el cuerpo de mamá se debilitó y tuvo un derrame cerebral. Todo fue tan rápido, su funeral fue al día siguiente y mi tía vino a quedarse en la casa y cuidar de mí. Ya que todavía no era mayor de edad para vivir sola.


Desde que mamá murió, nada fue igual. Seguí en la misma mierda. Vómitos, cigarros, cortes...y hasta alcohol. Las cosas empeoraban. No sentía nada. Me sentía vacía y muerta.

<< Era como que respiraba pero no me sentía con vida >>

<< Mi cuerpo estaba ahí, pero mi alma estaba en el cielo >>

Desde que ella ya no esta no he salido de casa, no he parado de pensar en como seguiría mi vida sin ella. Hace 3 semanas que no asisto a la escuela. Tal vez me desaprueben, pero eso no me importaba en lo absoluto.

No sabía nada de Martín. No tocaba mi celular hace varios día y no tenía pensado hacerlo. No tenía bateria estaba completamente apagado. Ese día decidí cargarlo y dejarlo ahí. Éste sonó. Era un número desconocido. Atendí. Ni siquiera se porque lo hice , pero luego no me arrepentí de haberlo hecho.

—¿Hola? —   pregunté.

Hola Romina, soy Rosse—   Escuché la voz femenina.

Rosse, ¿Qué ha pasado?—  Pregunté un poco preocupada.

Ro... ha perdido la vista... — Dijo con dificultad.—   Tengo miedo de que algo malo le suceda Ro, necesita el trasplante en menos de un mes...

— ¿Donde estas?—   Dije apresurada por verlo.

En su casa, Ro.. debes venir.

- Iré — Dije y luego corté la llamada.






Divine Eyes. {TERMINADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora