Broken Soul || Draco Malfoy ✓

Chapter Eighteen

El gran día había llegado, Tabitha caminaba de un lado a otro con nervios, Draco estaba sentado sobre la cama y miraba sus manos.

—¿El plan sigue en pie?. Irnos lejos de aquí.— Hablo Tabitha mientras de sentaba junto a él.

—Sí, nos iremos muy lejos.—Todo se sentía extraño y ambos lo sentían.— Conseguí una casa a las afueras de un pueblo en Canadá. Estaremos bien, Lu.

Tabitha sonrió con tristeza, esperaba que fuera verdad. Deseaba con todas sus fuerzas pasar su vida con Draco.

—¿Cuando sucederá?.— Draco la miro confundido y Tabitha señaló su marca.

—Al atardecer, tú tienes que ir a la sala de menesteres para asegurarte que esten ahí, yo estaré en la torre de Astronomía, ahí nos veremos.

Tabitha hizo una mueca.

—Sabes que no podré hacerlo, Bonnie está ahí.

—No, ya no está. Envié el espejo a nuestra nueva casa.— Tabitha miro a Draco y sonrió con emoción.— Dijiste que Bonnie tenía que venir con nosotros, estará con nosotros.

Tabitha tomo la mano de Draco y le dió un apretón, el platinado se levantó de la cama y jalo a Tabitha de la mano, se abrazaron y la chica sintió como su corazón se aceleraba, levantó la cabeza y lo miro a los ojos, ese gris que tenía Draco le encantaba.

—Te amo, Tabitha.— Draco llevo una de sus manos a la mejilla de Tabitha y la acaricio lentamente, mientras pasaba su mirada por todo el rostro de la chica.

—Yo también te amo, Draco.— Se acercó a él y dejo un suave beso sobre los labios del chico.

Al atardecer, Tabitha hizo lo que le dijo Draco, cuando llegó a la sala de menesteres hizo funcionar el armario y a los minutos el primer mortífago llegó.

Sin esperar más, salió de la sala y corrió hacia la torre de Astronomía. Cuando iba subiendo escucho la voz de Draco y de Dumbledore.

—Fui elegido.— Draco hablo mientras levantaba su manga izquierda y mostraba su marca.

Escuchó como alguien fue desarmado y termino de subir las escaleras.

—Señorita Selwyn. Me da gusto verla.— Draco dejo de ver al viejo y volteo a ver a Tabitha.

—Draco, ¿Que haces?.— El tono de Tabitha salió como un susurro, tenía miedo.

—Es lo último que debo hacer para poder irnos.

Tabitha se acercó y se abrazo al brazo que tenía libre Draco, ya que estaba apuntado a Dumbledore.

—Por favor, déjenme ayudarlos.

Algo se removió dentro de Tabitha y comenzó a escuchar risas.

—No lo entiende, debo hacerlo.— La voz de Draco comenzaba a quebrarse pero tenía que ser fuerte por su chica.— Tengo que matarlo o el me matará y la matará a ella.

Draco desvío la mirada por un segundo a Tabitha.

Y cuando Dumbledore dió un paso hacia ellos todo cambio de un segundo a otro, ya no era Draco quien lo apuntaba, era Tabitha.

—¡No!.— Había gritado Tabitha, apunto con su varita a Dumbledore y soltó un sollozo, cerro los ojos con fuerzas cuando los recuerdos de todos sus años en Hogwarts llegaron a su mente, todas las burlas y humillaciones.

Abrió los ojos y miro al anciano con enojo.

—Usted lo sabía.— Draco intento ponerla detrás de él pero no pudo.— Usted sabía todo lo que me hacían y nunca hizo nada.

—No es como usted cree, Señorita Selwyn.

—Si es como yo creo.— Tabitha avanzo, aún apuntando al viejo.— Ellos se reían y me hacían bromas, y usted nunca hizo nada.

Las lágrimas comenzaron a salir cuando las risas llegaron a la mente de Tabitha, podía escucharlas y se sentía mal.

—Cuando Bonnie murió usted tampoco hizo nada.— Tabitha sabía quién era la verdadera culpable de la muerte de su gata pero no lo diría en voz alta.— Dejo que se burlaran de mi por años y ahora, ¿Pretende que lo deje vivir?.

Un ruido se comenzó a escuchar desde las escaleras, pero Tabitha no despegó su mirada de Dumbledore.

—Si Draco no lo hace, yo si lo haré.— Sin miedo, alzó su varita y lo apunto.

—Entiendo su enojo, pero ambos sabemos que era momento de dejar ir a la gata y yo no podía hacer nada, por un descuido de usted la gata murió.— Tabitha comenzó a llorar y a sollozar, eso había dolido, se había culpado por la muerte de Bonnie y ahora, se sentía más culpable.

—No, no, no.— Tabitha comenzó a retroceder mientras susurraba y lloraba, Draco se intentó acercar pero ella se alejaba.— Yo la necesitaba para vivir.

Cuando vio entrar a Bellatrix, Tabitha salió corriendo, dejando a Draco con una presión en el pecho, tenía que matarlo rápido para buscarla.