MALCOLM
Ha sido un día exhaustivo, primero estar aprendiendo a hacer un plato fuerte complejo y luego estudiar más recetas e ingredientes. Lo único que quiero es que al llegar a casa pueda darme una ducha y dormir hasta que mi alarma suene dentro de tres horas para ponerme a estudiar matemáticas.
Porque sí, eso de tazas, gramos y otras cosas de unidades de medida no son por arte de magia.
Tomo mi bicicleta, subo y ajusto mi mochila comenzando a pedalear a casa. Espero que la chica que viva conmigo sea agradable y ordenada, porque sino tendremos serios problemas con ello.
Me sorprendió que una chica llamara para poder compartir los gastos del piso, nunca vino a verlo pero sí hizo la transferencia sobre el pago adelantado. Se escuchaba muy entusiasmada.
La noche cae y me preocupa que puedan llegar a robarme mis libros de cocina y utensilios. Entro en al calle de mi edificio y me alegra saber que he llegado intacto.
Dejo mi bicicleta en el espacio que me corresponde y me asombra ver que un auto descapotado se encuentra en el lugar de mi piso. Debe de ser la chica y debe de tener dinero ¿Cómo es que ha acabado en este diminuto piso en vez de algo mejor? Me encojo de hombros.
—Buenas noches Dante —saludo al portero—. ¿Ya tienes café o deseas que te prepare uno?
—Buenas noches señor Johnson, muchas gracias por su oferta, pero ya tengo mi café hoy —dice alegre y me mira con una expresión divertida—. La chica con la que usted vivirá es muy agradable y amable, ella me trajo el café.
Levanto las cejas sorprendido y asiento con mi cabeza.
—Me alegra escuchar eso Dante, por lo menos ahora sé que no es una asesina —bromeo.
—Ni tiene pinta de serlo, es un poquito atontada, pero es muy hermosa.
—La belleza es subjetiva Dante.
Él ríe y yo le doy una sonrisa mientras me alejo despidiéndome de él, entro en el elevador y marco el número de mi piso. La deprimente música del elevador suena y quiero llorar y quedarme dormido a la vez, como me gustaría que esa musiquita fuera ilegal.
Las puertas se abren y yo tengo que parpadear muchas veces para poder enfocar, me siento demasiado cansado. Este último mes no ha sido muy fácil, porque entre el trabajo de medio tiempo que tengo para poder pagar los gastos del apartamento y mi comida y junto con las clases en la universidad no me da mucho tiempo para poder dormir o hacer algo más que estudiar y trabajar.
A mis veintitrés años yo debería de disfrutar de mi vida y no pasármela agobiado y un poco amargado con las personas, pero ¿qué se puede hacer cuando tu padre te niega toda ayuda que solo tienes que valerte por ti mismo?
La beca de la universidad me ayuda mucho y si no la tuviera no sé qué estaría haciendo con mi vida.
Abro la puerta del piso y apenas enciendo la luz pego un grito que se podría haber escuchado hasta China.
—¡Por el Dios del Olimpo! —grita una voz femenina muy agradable, nada irritante como mis compañeras de cocina—. ¿Quién eres?
—Soy Malcolm, el dueño de este piso —digo un poco sorprendido mientras entro y cierro la puerta—. Tú debes de ser Eleonor.
Veo a la chica, corrección, mujer que estaba dormida en mi sofá mientras tenía el televisor encendido en un programa de películas, con una caja de pizza tirada en el suelo y con una expresión de dormida.
Ahora sé que Dante no mentía, es realmente linda.
Su cabello rubio rizado se encuentra muy despeinado, sus preciosos ojos entre el verde y quizás un poco de azul deslumbran completamente. Sus labios carnosos sonrosados y un pequeño rubor sobre sus pómulos. Es muy hermosa. Pero su belleza aumenta cuando se para, pero al dar un paso se termina enredando con la caja de pizza y cae de bruces al suelo.
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Amor De Cuarentena✔ [Mer]
RomanceTodo va excelente con tu vida hasta que... ¡BOOM! Llega la cuarentena arruinando todos esos increíbles planes que tenías y te deja encerrada con un súper increíble, hermoso, precioso y maravilloso chef, quien, a decir verdad, tiene serios problemas...