10 - Te amo Eleonor

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MALCOLM

Estoy picando espinaca para poder hacer una lasaña mientras escucho a Eleonor parlotear sobre uno de los últimos exámenes de literatura que le hizo a sus estudiantes.

Me he dado cuenta de que desde que comenzó la pandemia me encuentro en paz conmigo mismo, me siento más feliz, disfruto de mi vida y de la vida que llevo ahora con Eleonor James. Ella es demasiado increíble, a veces me pregunto si no se cansa de sonreír a todo y por todo.

Lo único en lo que seguimos trabajando como pareja es el orden en el piso. Ella deja sus cosas tiradas siempre y yo debo de andar de chacha recogiéndolas y colocándolas en su lugar.

—Como te decía Malcolm —volteo a verla sentada en la encimera mientras come unas frituras—, no sé qué haré con las personas reprobadas en el examen.

—¿Darles un pequeño sermón? —tomo la cuchara y revuelvo la pasta de pollo que hice—. No puedes hacer mucho, cariño.

—Lo sé, lo sé —suspira—, pero es que no quiero que tengan malas notas. Sé que todo esto es difícil con la pandemia, pero...

—Pareces una mamá sobreprotectora que justifica a sus hijos.

Echo las espinacas picadas en la pasta de pollo y apago la cocina, voy lavarme las manos mientras sigo escuchando a mi novia hablar.

—Es que ellos son como los hijos que nunca tuve...

—Siempre que desees podemos tener uno —me encojo de hombros—. Yo no tendría problema.

—En este punto de mi vida no me gustaría, más adelante —se baja de la encimera para tomar una cuchara y hundirla en la pasta de pollo saboreando—. Entonces amor, no quiero reprobarlos. Me niego a ver esos exámenes.

—¿Y si colocas notas al azar? —sugiero divertido y me ve con mala cara—. Ya sabes, uno vive, otro vive, otro vive, uno muere, otro muere y uno vive. Puedes hacerlo así.

—¡Malcolm! —ríe y yo sonrío escuchando mi sonido favorito—. No puedo hacer eso, de seguro si lo hago termino sin trabajo.

—¡Entonces no te quejes!

—Es que es muy difícil tener que reprobar a tus estudiantes porque en la mayoría de los casos, o por lo menos yo sí les tomo cariño a cada uno de ellos.

Comienzo a armar la lasaña mientras ella revisa su celular. Pongo la recipiente de vidrio con la deliciosa lasaña en el horno esperando a que termine de cocinar.

—O puedes dejarles un pequeño trabajo evaluado y la nota que tengan se la sumas con la del examen y ya —sugiero.

La abrazo desde atrás deleitando mi nariz con su fragancia exquisita. Ella recuesta su cabeza en mi pecho. Nos mecemos en medio de la cocina y desde nuestro puesto veo todo el diminuto piso.

Dirijo mi vista a mi hermosa novia y el corazón comienza a golpear muy rápido mi tórax por la idea que tengo. Sé que hemos pasado poco tiempo uno con el otro, pero ¿y eso qué importa cuando se ama?

Porque sí, yo a Eleonor la amo y veo mi futuro con ella. Es lo pieza que faltaba en mi rompecabezas. 

***

—Mira Malcolm, Lucy se volvió un desastre total en este examen —me enseña la redacción de una de sus alumnas—. No sé qué hacer.

—Ya te dije que...

—No voy a hacer eso, es poco ético de mi parte.

—Entonces repruébalos y ya está.

—Pero...

—¡Quién te entiende amor mío! —paso un brazo alrededor de sus hombros y ella suspira—. Eleonor, darles la nota que merecen no te hace mala persona.

—Pero yo me siento así.

Una idea increíble cruza mi mente y sonrío en la nada.

—Mejor ve a preparar un poco de café, loro.

—Sí porque esto es eterno.

El amor de mi vida se levanta de mi cama, bueno, nuestra cama y sale de la habitación. Espero escuchar la cafetera siendo puesta y agarro su computadora comenzando a cambiar las notas de sus alumnos.

—Hora de salvarles el pellejo.


Amor De Cuarentena✔ [Mer]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora