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15. Una buena persona

Disclaimer: Todos los personajes pertenecen a Isayama-sensei y Kodansha

El tablón de los anuncios.

Parecería que es como cualquiera que te encuentras en las escuelas, donde se pueden leer los nuevos avisos, esos que (se supone) son importantes para el cuerpo estudiantil. Pero seamos francos, nadie lee absolutamente nada, porque cuando pasas por el pasillo lo único que te importa es llegar a clases sin retardo o encontrarte con tus amigos. De los anuncios, otros se encargarán de avisarte.

Sin embargo, hay personas que sí que se encuentran pendientes de lo que se exponga en esa mampara maravillosa.

Y en la Wall High School el más interesado era siempre Jean Kirstein.

Desde que había llegado el primer día, se había sembrado en él un interés especial por todos los avisos que continuamente cambiaban a lo largo de los meses, dedicando muchos de sus ratos libres para acercarse al tablón de corcho cubierto delicadamente con una protección de vidrio y leer lo que en ella se encontraba. Y vaya que se enteraba de cosas importantes: los nuevos clubes, eventos culturales, los inicios de los exámenes de recuperación... en fin. Sin embargo, nada de esto levantaba su más ligero interés. Mas bien, lo que siempre deseaba encontrar eran aquellos papelitos que fueran coronados con el siguiente título:

"El Consejo Estudiantil"

Ellos eran los verdaderos gobernadores de la escuela, los que ponían el orden, organizaban los eventos y representaban a los estudiantes. Aunque pareciera un grupo de muchachillos, en realidad eran la élite política de la escuela. Eran un grupo de poder.

Y quienes entraban eran los jefes y subjefes de cada salón, liderados por el presidente escolar.

Jean soltó un suspiro, delante de la maravillosa mampara, un suspiro fastidiado. Si no hubiera sido porque todos votaron por Marco Bott, él sería parte del Consejo. ¡Maldita sea, tantas ganas que tenía de estar en ese grupo élite! Se acercó al tablón leyendo el último aviso, el más nuevo, que rezaba:

EL CONSEJO ESTUDIANTIL

CONVOCA

A PARTICIPAR EN EL CONCURSO PARA ELEGIR A LA BANDA MUSICAL PARA EL BAILE DE INVIERNO

Interesados dirigirse al Gimnasio después a la última hora

A Jean le importaba un comino un concurso de música, lo único que de verdad llamaba su atención era quien firmaba, quien poseía el puesto de sumo poder, el puesto con el que soñaba:

"Presidente: Marlo Freudenberg"

- ¿Entonces no le dijiste a nadie que vamos a concursar? - Preguntó Hitch sin comprender.

Se hallaban en el gimnasio, sentados sobre la duela esperando su turno para inscribirse y participar en la eliminatoria. Marlo cruzó los brazos, inquieto.

- No exactamente. - Contestó lacónico. - Sólo no dije que yo iba a participar. No quiero que el concurso se vea influenciado. Hitch lo miró con admiración.

- Wow... me impresiona tu integridad moral. - Expresó sinceramente la chica, Annie a su lado les sonreía.

- Tenía que ser así, nos costó mucho que pudiéramos llegar hasta aquí. - Musitó seriamente. - Por cierto, muchas gracias por aceptar estar con nosotros.

Agregó dirigiéndose a la chica a lado de Annie: Mina Carolina. La joven se encogió tímidamente sonriendo.

- No hay de qué, Annie me insistió mucho... aunque la verdad siempre he querido tocar con ustedes pero mi madre...