Capítulo cincuenta y siete

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THEO

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THEO

Estaba cien por ciento enfadado cuando llegué al departamento y James lo notó sin esfuerzo. Me siguió sin decir ni una palabra por el pasillo y me saludó con un movimiento de cabeza antes de perderse en el interior de su dormitorio. La cena de negocios había salido bien, pero había comenzado como una tragedia.

El cliente y yo esperamos por media hora a Mackenzie en el restaurante, compartiendo frases cortas en francés que me permitían entenderlo y a él descifrar mis palabras mal pronunciadas. Estaba a un segundo de pedirle disculpas y rogarle para que cambiáramos la fecha de la reunión cuando mi amigo apareció para salvar el día. Había decidido pasarse por el lugar para ver que todo estuviera saliendo bien y de no ser por él, habría perdido a un cliente multimillonario. Jamie sabía hablar francés y se cargó la negociación al hombro y yo no hice más que pasar vergüenza sentado a su lado.

Suspiré hasta que mis pulmones se vaciaron y entré a mi habitación intentando calmar mis alborotados nervios. No me agradaba sentir tanto enojo y, aun así, era todo lo que podía sentir. Podría haberme convencido a mí mismo que no importaba cómo había comenzado la reunión porque el resultado había sido bueno; no obstante, ese día no me encontraba en condiciones de mentirme a mí mismo. Nunca había experimentado tanta incomodidad en mi vida, así como tampoco me había desilusionado tanto de una persona. Sí, estaba desilusionado de mi novia. Había faltado a nuestra cena, un evento que habíamos organizado por una semana sin descanso y no me había enviado ni un mensaje para darme una razón.

Encendí la luz y fruncí el ceño al notar una figura acurrucada en mi cama. No necesité darle un segundo vistazo para saber de quién se trataba y el nudo en mi estómago aumentó. No iba a despertarla para discutir, prefería calmar mis emociones antes de decir algo que no pensaba y dañarla, aunque eso no significaba que estaba feliz con su presencia en mi cuarto.

Apagué la lámpara y caminé a oscuras por la habitación mientras me quitaba la ropa que había utilizado esa noche. Estaba un poco cansado de los trajes, mi enojo esa noche era tan grande que hasta la ropa me molestaba. Me dejé caer sobre el colchón en ropa interior y fijé mi mirada en el techo.

Resultado perfecto (RVB4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora