Ella amaba a Choi Beomgyu, su mejor amigo de toda la vida. Él no quería ilusionarla.
Su relación se basaba en cumplir las reglas que Hanami se cansó de seguir.
Beomgyu y Hanami se ven atrapados en una aventura llena de emociones y sentimientos por...
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Una mano la tomaba de la muñeca con fuerza para que no huyera, la llevaba hacia algún salón vacío y suponía que para nada bueno. Llegaron a un lugar seguro donde él se encargó de ver que nadie estuviera cerca, no entendía que pasaba por la mente de Hanami, lo único en lo que podía pensar era el daño que eso iba a provocarle.
—Si piensas reclamarme, créeme, mejor no lo hagas, estoy satisfecha con lo que hice, Kai no lo merecía y tú lo sabes. —Comenzó antes de que abriera su boca soltando regaños, ya estaba harta de eso.
—¿En qué rayos pensabas? ¿Crees qué se quedará así? La conoces, te lastimará.
—Que lo haga, solo me importa lo que estoy provocándole a Kai. Beomgyu, es nuestra culpa, mejor ayúdame a salvarlo de todo esto, no puedes dejarlo así. —Le rogaba con la mirada entristecida, que Kai sufriera la ponía mal.
—No lo haré, ya no somos amigos, me harté de los problemas por culpa de ustedes.
Era cierto, estaba lleno de problemas, pero ahora con la chica metida en todo esto tenía más, SuYeon lo hacía pagar todas a él por ser el responsable, y Beomgyu solo se dejaba por pensar en ella, quizá parecía odiarla y querer alejarse, aunque en realidad era todo lo contrario, la quería demasiado que deseaba alejarla de todos esos problemas, Hanami era la insistente, seguía quedándose a su lado por más que la alejara de diversas formas.
La chica presente soltó un suspiro agotada de tantos líos, terminó metida en muchos problemas simplemente por cuidar del chico que amaba, ¿A qué grado llegaría por él?, Nunca se respondía, seguramente haría mucho más de lo que ella misma se creía capaz, tanto por Beomgyu, como por cualquier otro de sus amigos. Una sonrisa de tristeza se asomó por su rostro en busca de las palabras perfectas para dar en el clavo.
—Entiendo el que ya no seamos amigos. Solo no logro entender el porque te fuiste, la causa de ese enojo hacia mí, yo solo quiero tu amistad nada más, y aunque desearía más, tú estuviste de acuerdo cuando éramos unos niños y tuvimos esa pequeña boda.
Su mente viajó a aquellos recuerdos manteniendo a ambos sin decir palabras por unos segundos, todo era diferente a ese día. Ambos niños habían crecido y sus mentalidades eran diferentes en el presente, ahora eran unos adultos inmaduros siendo guiados por sus sentimientos.
—Yosoylaprincesa y mecasaré con un príncipe.
—¡Yo soy el príncipe! —dijo lleno de entusiasmo aquel niño mientras su madre terminaba de poner su traje.
—¿Entonces me casaré contigo? —Le preguntó con una pequeña sonrisa, le emocionaba jugar con su familia.
—Supongo. —Soltó el menor alzándose de hombros con una sonrisa. Su plan había sido ser el príncipe que se casara con esa pequeña.