Capítulo 11

8.6K 881 160
                                    


-Tengo cáncer- dijo soltandolo de golpe.

La sala se quedó en un tenso silencio.
Todas y cada una de las miradas se posaron en Stiles de inmediato

-¿Qué?- dijo Lydia como si no lo hubiese escuchado bien.

La manada miraba a Stiles como si esperaran que de pronto se hechara a reir a carcajadas y dijera que era una broma.
Pero el chico solo mantuvo su mirada neuta y volvió a repetir.

-Tengo cáncer-

No habia dudas en sus palabras, su corazón latía con normalidad haciendoles saber que decía la verdad.

Todos tenían muecas de horror en sus caras y estaban totalmente en shock.

-Hazlo- le susurró Azazel dandole un suave apretón en la mano en señal de que estaban juntos en esto.

-El Nogitsune dejó en mi más daño de lo que pensabamos. Dejó energía oscura residual que poco a poco fue dañando mi cuerpo y oscureciendo mi chispa. Mi cuerpo humano no está hecho para sorportar este tipo de magia negra...lo que provocó mis celulas se destruyeran iniciando así el cáncer en mi- su voz era neuta y serena, como quien dá un discurso escrito, evitaba mirar a cualquiera de la manada- Nisiquiera la mordida de un hombre lobo puede sacarme de esto- suspiró con suavidad mirando al piso- Llévame a mi cuarto, Azazyel- le pidió al de ojos aguamarina recostandosele en el costado.

El mencionado solo asintió tomandolo delicadamente entre sus brazos y subiendolo a su cuarto. Azazel miró de reojo a la manada aún totalmente shockeada sin reaccionar aún, antes se seguir a Stiles a su cuarto.

-Stiles...¡Stiles!- gritó Scott saliendo de su shock antes de levantarse tambaleante y tratar de ir con él. Pero solo dió un par de pasos antes de caer de rodillas al suelo sin fuerzas.

-Scott- susurró Melissa con la voz entrecortada llegando junto a su hijo.

Scott lo único que pudo hacer en ese momento fue abrazar la cintura de su madre escondiendo su rostro en su abdomen mientras lloraba desconsoladamente.

-Stiles...yo...yo...¡Le dije que lo protegería! ¡Le prometí que siempre estaría a salvo conmigo! Mamá...le dije...le dije que yo siempre...siempre lo iba a proteger de lo malo...y ahora...¡Le he fallado, mamá!- gritaba el latino en medio de su llanto desconsolado aferrandose a su madre como si se le fuera la vida en ello.

-Scott...- susurró Melissa con los ojos anegados en lágrimas. Con una mano se tapaba la boca y con la otra le acariciaba los cabellos a su hijo.

-¡¿De qué me sirve ser un maldito Alfa Verdadero?! ¡Si nisiquiera puedo salvar la vida de mi mejor amigo! De qué me sirve ser un maldito hombre lobo y tener este poder...si no puedo...no puedo hacer nada por él. Mamá...Stiles no puede irse...no puede. No...mi hermano...él no...- negaba fervientemente llorando amargamente como un niño pequeño.

Melissa miraba hacia el techo con las lagrimas corriendo por sus mejillas soltando hipidos lastimeros.

-Lo lamento, Claudia...- susurró dolorosamente abrazando a su hijo.

Peter apretó la mandíbula y miró a otro lado, maldiciendo el momento en que se equivocó en morder a Scott en vez de Stiles.

Los demás estaban tan devastados como Scott.

El Sheriff había corrido a encerrarse en su habitación.

Lydia tenía su cara entre sus manos y temblaba mientras lloraba sin consuelo. Jackson a su lado la abrazaba dulcemente, teniendo él mismo una mirada seria tratando de ocultar que incluso a él le afectaba.

¡¡Él es mío!! {En Correción}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora