Capítulo 12

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-¡Stiles!- gritó alegremente Madeline abriendo la puerta de golpe y encontrándose con la connovedora escena- Ups...lo siento- se disculpó avergonzada por interrumpirlos.

Stiles soltó una risita, se separó un poco de Derek y se limpió las lágrimas antes de mirarla.
Derek ocultó su cara en el cuello de Stiles sin querer soltarlo nunca.
No sabía quién era esa chica, pero parecía que no tenía malas intenciones con Stiles.

-¿Qué pasa?- preguntó el castaño con la voz ronca de tanto llorar.

-Ah, si- la morena se sobresaltó un poco, estaba más concentrada mirando la hermosa escena que le ofrecían eso dos ¡Era tan lindo!- Tengo dos noticias para ti ¿Cual quieres escuchar primero?- le preguntó sentandose al borde de la cama- Ah, hola señor Hale, un placer conocerlo- levantó la mano para saludar a Derek quien solo asintió en respuesta.

-La que me beneficie más- respondió el humano dandole una sonrisa.

-La buena noticia es...- hizo una pausa dramática- ¡Rafael accedió a ayudarte!- gritó a todo pulmón haciendo que Derek hiciera una mueca al sentir sus sensibles oídos dolerle por el grito.

Stiles se incorporó casi de un salto mirandola con los ojos como platos.
Azazel y Azazyel estaban asomados en la puerta mirandola expectantes.

-¿E-En serio?- preguntó incrédulo con una enorme sonrisa apareciendo en sus labios.

Azazel y Azazyel le había comentado que Rafael podía ayudarlo a recuperarse del cáncer, pero que Azrael estaba tratando de traerlo...bueno, si al Arcangel de la Muerte le daba la gana de ir a decirle.

Ella asintió con la misma alegría que él.

-Y la otra noticia- Stiles se tensó- Es que tendrás que ir al Purgatorio- dijo con una sonrisa vacilante.

-Ah, ir al Purga...espera ¿Qué?- preguntó perplejo.

Ella se abrió la boca para contestarte, pero en ese momento pasó algo que ninguno predijo.

La habitación se enfrió descendiendo el ambiente a varios grados, las luces parpadearon, frías rafagas de aire se colaron por la ventana y la puerta se movía sola.

Stiles tembló violentamente mientras una figura negra envuelta en remolinos de sombras aparecía en medio de la habitación ¿Era la muerte? Se preguntó a si mismo.

Derek gruñó apretando al chico contra si preparado para protegerlo de lo que fuera, pero sentía una sesación de peligro que le erizaba la piel. Incluso escucho los gritos asutados de los chicos de la manada abajo.

Era una figura que tomó la forma de un hombre de ojos rojos como el fuego ardiente, sonrisa maliciosa y largas túnicas negras que parecian hechas de humo.
El hombre se acercó casi flotando hacia Stiles quien parecía ido mientras Derek lo abrazaba posesivamente.

El ser oscuro estiró la mano hacia el castaño. Pero justo antes de que sus dedos lo rozaran, se escuchó un golpe que sonó por toda la casa.

-¡Ay, ¿Por que hiciste eso, mujer?!- chilló el hombre ahora luciendo más normal y sin el ambiente dramático que se esfumó al instante.

El recién llegado se sobaba la cabeza donde Madeline lo había golpeado con el juegete de Yoda coleccionable de Stiles.

-¿Qué demonios haces aquí, Amrafel?- le preguntó la pequeña chica con el ceño fruncido apuntandole con una de las zapatillas de los Vengadores de Stiles.

-Eso exactamente iba a preguntarles yo ¿Que diablos hacen ustedes tres aquí?- señaló a los otros dos demonios que estaban ahora a ambos costados de la doctora- ¿Tienen idea del papeleo que dejaron? ¡Araquiel está a punto de calcinar sus oficinas! ¡Y Barakel no me quiso dar mis botellas de wiksy si no venía a llevarlos de vuelta!- los miró acusadoramente.

-Eh, a mi no me metas en esto. Yo no soy parte del reino subterráneo, y a demás estoy de vacaciones- se defendió la chica amenazandolo con la zapatilla- ¡Estuviste a punto de matar a Stiles!- chillo indignada señalando al chico que se aferraba al confundido hombre lobo como si fuera un salvavidas.

-Amo el efecto dramático- fue la respuesta de Amrafel- ¡Ay! ¡Dejen de pegarme!- chilló cuando la zapatilla de Stiles le pegó de lleno en la mitad de la cara.

Esta vez fue Azazel quien la había lanzado.

-¿A que viniste?- preguntó friamente Azazyel apuntandolo ahora con el bate de beisbol del castaño.

-A llevarlos de vuelta al infierno y...¡Aleja esa cosa de mi!- gritó señalando la otra zapatilla que Madeline amenazaba con lanzarle- Ya de acuerdo, vine a llevarme al chico- bufó cruzandose de brazos mirando a Stiles quien ahora los miraba con más tranquilidad pero sin soltarse de Derek.

-¡¿Quién se quería llevar a mi hijo?!- gritó un muy enojado Noah entrando a la habitación quitandole la zapatilla a la chica de la mano y lanzandosela en la cabeza a Amrafel.

-¡Auch! ¡Ya, ya, calmese!- gritó tapandose la cabeza con las manos.

-Habla de una buena vez ¿Para qué quieres llevarte a Stiles?- gruñó Azazel con molestia.

-Oblígame, perro- el otro le sacó la lengua.

Azazyel puso sus ojos en rojo por unos segundos amenazando con despedazarlo.
Pero justo antes de darle un batazo, Stiles empezó a toser descontroladamente.

-¡Stiles!- hubo un grito general.
El resto de la manda estaba amontonada en la puerta mirando con horror y desesperación al humano.

El castaño tosía sangre incansablemente, hasta el punto de casi ahogarse con ella.

-¡Stiles, aguanta un poco!- exclamó Madeline quitandoselo de los brazos de Derek para revisarlo. El chico no estaba nada bien- Maldita sea- masculló al verlo ahogandose con su propia sangre

-Dámelo- exigió Azazel tomandolo entre sus brazos sin importarle mancharse de sangre su impecable ropa.

-Llévatelo ahora- le ordenó la doctora con una mirada seria.

Azazel asintió antes de que su espalda nacieran dos enormes alas con plumas negras, los envolvió a ambos con sus alas antes de desaparecer en una oscura niebla negra.

-¡¡Stiles!!- fue el grito desesperado de la manada y su padre al verlo desaparecer.
Derek estaba en un estado incontrolable por haberle arrebatado a su chico de las manos.

-¡Llevalos con Rafael, ahora!- le gritó a Azazyel quien asintió desapareciendo de igual manera- ¡Y tu, vuelve al infierno que aun tenemos una charla pendiente!- le apuntó a Amrafel con un dedo.

-¡¿Donde esta mi hijo?!- preguntó Noah en un grito desesperado.

Los gritos de todos que exigían saber donde estaba Stiles resonaban en la habitación. Todos asustados, angustiados y desesperados.

-¡Silencio!- trataba de imponer orden la pequeña muchacha pero había tantos gritos y llantos que nadie la escuchaba ni le ponian atención- ¡SILENCIO!- gritó sacando sus enormes alas blancas que emitieron un resplandor blanco que captó la atención de todos retrocediendo un paso asustados- Les aseguro que haremos todo lo posible para salvarle la vida a Stiles. Ahora, cálmense...y empiezen a rezar- dijo antes de desaparecer en un remolino de plumas.

Derek cayó de rodillas al suelo con la mirada perdida.
Todos se quedaron en silencio por unos minutos.

Hasta que el caos y los gritos explotaron otra vez.


¡¡Él es mío!! {En Correción}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora