Capítulo 6

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Ambos hermosos ángeles caídos miraban fijamente al humano sentado en la cama frente a ellos.

Stiles ya estaba más calmado y se había limpiado las lágrimas. Pero aún seguía con el corazón pesado y el nudo en su garganta.
Sabía que era algo que no podría olvidar por un buen tiempo.

Sabía que Derek nunca podría verlo de otra manera que no fuera como un fastidioso, hiperativo y molesto humano débil.

Y ciertamente admitía que lo era.

Pero tenía una mínima esperanza de que alguna vez Derek fuera por lo menos amable con él.

Pero al parecer no sería así.

Soltó un suspiro resignado.
Sabía que amaría a ese maldito idiota aún si tratara de matarlo.
Era tan estúpido como para seguir amándolo a pesar de todo lo que le hacía o decía.

O tal vez era masoquista.

O ambas cosas.

-Deja de pensar tanto, puedo oirte pensar- bufó Azazel cruzandose de brazos rodando los ojos.

Stiles soltó un suspiro más y negó con la cabeza. Se levantó pesadamente y buscó sus cosas para darse una ducha antes de dormir.

-¿Aún lo amas a pesar de lo que te hizo?- preguntó Azazyel alzando una ceja.

-Es inevitable- susurró el humano resignado- No puedo elegir a quién amar- murmuró sin ganas de hablar del asunto.

-Nunca lograré entender el amor de los humanos- comentó el moreno tocandose el mentón en un gesto pensativo.

-¿A que te refieres con eso?- preguntó Stiles mirandolo de reojo curioso por sus palabras.

-Los humanos tienen la capacidad de amar más que cualquier otro ser. Su amor es tan grande que pueden sufrir eternamente por amor o pueden odiar si aman demasiado. El amor de los humanos es como una espada de doble filo- explicó el demonio moreno mirandolo fijamente.

-Pero como siempre, los humanos son criaturas impredecibles y nunca sabes con que tontería van a salir- negó Azazyel sacudiendo graciosamente su cabello.

Stiles les dió una sonrisa altanera.

-Lo sé, los humanos somos geniales- se regodeó mientras caminaba buscando su ropa meciendo graciosamente las caderas.

Los dos hombres en la habitación no pudieron más si no admirar el cuerpo delgado, atletico y bien formado de ese lindo humano.

-Y muy tentadores sin duda- susurró Azazel relamiendose los labios cuando Stiles se quitó sin pudor el suéter frente a ellos dejando al descubierto su bien formado torso, su estrecha cintura y enmarcando sus caderas.

Joder que si estaba bueno.

Stiles se sintió observado y volteó a ver a los dos hombres que lo miraban de arriba a abajo con unas miradas hambrientas y lujuriosas como si fuera el platillo más exquisito del mundo.

Se sonrojó notoriamente y se puso colorado.
Jamás nadie lo había mirado de esa manera tan...profunda.
Se sentía extraño...y nervioso.

Azazyel y Azazel lo miraban como si su solo ser fuera la cosa mas maravillosa del universo, sus ojos tan hermosos y hipnotizantes lo miraban de arriba a abajo con un deseo que le puso las piernas de gelatina.

-¿Qué?- preguntó algo cohibido y nervioso.

¿Por qué tenía la sensación de que no iba a salir virgen de esta?

-Nada, solo disfruto de la espectacular vista- Azazel le guiñó el ojo descaradamente haciendolo sonrojar aún más.

-Debo admitir que tienes un encanto que no se encuentra en cualquier humano- susurró Azazyel regalandole una encantadora sonrisa mientras empezaba a rodearlo como un gato jugando con su presa.

¡¡Él es mío!! {En Correción}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora