❝ El Blip ha vuelto a todas las personas a sus vidas como las dejaron, con ello una nueva realidad a cuál adaptarse.
Alex, una chica común y corriente, apenas está aceptando el tan brusco cambio de su regreso y lo que pensaba que sería "normal" dará...
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— ¡Alex!, ¡Cassie llegó! — Grito mi madre desde el piso de abajo.
Iba saltando en un pie tratando de hallar mi bota marrón, me había quedado dormida en la sala no hace mucho que desperté corriendo hacia mi habitación a cambiarme.
Me agache para ver abajo de mi cama, inspeccionando con rapidez si estaba el par de mi zapato, a encontrarlo, lo tomo, un mal olor me invadió las fosas nasales.
No iba a llevar unas botas que olieran a queso podrido, sin peros me quite la otra bota y las deje tiradas en el piso, agarre unas vans blancas y me levanté del piso, cerré la puerta y empezó correr por el pasillo y las escaleras.
En la sala estaba mi mamá y Derek ofreciéndoles galletas que hizo mi mamá ayer.
Cassie sonrió al verme, Michelle estaba con ella y alzó su mano saludando.
La rubia agarró un poco del plato y empezó a comerlas con naturalidad al poco tiempo cerro los ojos, acaba de conocer el peor sabor en el mundo.
— Mamá, deja de ofrecerle tus galletas radioactivas — dije en tono divertido, ella frunció el ceño mientras que Derek aguantaba sus ganas de reír sonriendo como estúpido.
— No te voy a dejar salir, Alex— Respondió fingiendo estar ofendida por mi comentario — además a Cassie le gustan.
Rodé los ojos y sonreí sin despegar los labios — Vamos, no te enojes. Es domingo debes estar relajada.
