𒁹 SORA CASS𒁹
—Señorita Sora, ¿se encuentra despierta? —pregunta Sergi, dando tres toques a mi puerta como advertencia de que si no respondía entraría a mi cuarto.
—No es necesario que entres, ya voy a salir —advertí antes de que empezara con su sermón matutino, odio que entren a mi cuarto y él lo sabía.
Salgo del baño lista para salir, pero me detengo al ver a mi padre irse en un carro negro, no soy tan cercana a él, pero podía notar cuando su semblante es invadido por la angustia.
—Sora, vas a llegar tarde —advirtió Sergi, y se acomoda sus lentes.
—¿Sabes por qué mi padre se fue tan apresurado? ¿Sucedió algo en la empresa? —pregunte saliendo de mi habitación y caminando hacia la entrada principal de la casa.
—Señorita... no —y sacudió su cabeza, sonriendo tristemente.
Las hojas de los árboles comenzaron a moverse de un lado para el otro a causa del viento, en otra ocasión me hubiese quedado para poder sentir como la corriente de aire tocaba cada célula de mi piel, pero esta vez no. Zacary, quien es el nuevo conductor me abre la puerta del carro y entro en ella.
Durante el corto viaje saco una libreta de pasta negra y copio una frase.
La soledad de mi oscuro corazón nunca va a ser llenada por palabras vacías.
—Señorita, ya llegamos —informa Zacary.
—Gracias Zacary —desde muy pequeña fui criada con buenos modales, de mi boca siempre tiene que salir palabras amables como: Buenos días, buenas tardes, gracias, permiso, fue un gusto, y aunque a los demás les agrade, a mí no, por esa razón no hablo con mucha gente.
Ya afuera del carro giro mi vista a las personas que están en mi entorno, unos vienen caminando y otros en sus carros, no soy la única que se da el lujo de llegar tarde.
Entró por el pasillo principal, y escucho voces alegres y personas hablando, pero cuando posan sus miradas en mí, comienzan a murmurar, por esta razón siempre me gusta llegar tarde, para evitar todas estas escenas.
Ya en el salón que me toca, entro y miro todo el lugar y alcanzo a contar alrededor de doce personas en sus puestos y el resto de pie, de este modo siguió hasta que un viejo canudo entro por la puerta, llevaba consigo una carpeta de pasta, el famoso profesor de filosofía.
El viejo comenzó a dictar sus clases como normalmente lo hacía, algunas veces prestaba atención y otras no, ¿qué puedo decir? Sus clases era aburridas. Luego de largo y torturosos minutos el tomo su estuche y su carpeta.
—Esto fue todo por hoy, que tengan un lindo día —finalizó, así que levanto mi vista a la puerta de metal y veo como se marcha silenciosamente.
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SOLADOT © #1 [✔]
Romantizm«Cada melodía que salió del aquel piano cambio todo. Tocaste las puerta de mis sentimientos y se te fue arrebatado un brazo, sin embargo, seguiste insistiendo, y en vez de que te cortara otra extremidad se te fue arrebatado el corazón» ERRORES ORTOG...