26. Game

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Estaba en la clase de historia, Matt me estaba tirando papeles en la cara para despertarme. La verdad que quedarme viendo películas no había sido lo mejor y más porque me había puesto sentimental. ¡Dios! Me odiaba por esto, tenía la cara oculta entre mis brazos y la cabeza me dolía horrores. Mamá me había dado una taza con café cargado pero eso no había servido para que todo el sueño se fuera y mi malestar no fuera grave. Camil y Alex hacían pantalla y se los agradecía, lo último que necesitaba hoy era castigo y una notificación para mis padres. El timbre sonó haciendo que me doliera más la cabeza y gruñí por lo bajo tomando mis cosas y arrastrando mis pies fuera del salón. Apoyado en los casilleros de enfrente del aula estaba Liam con un globo que decía "Congrats". Estaba cruzado de brazos, con un pie apoyado en los casilleros y anteojos de sol oscuros. Si no fuera por el globo flotando por encima de su cabeza, tendría la pinta de un chico malo con todas las letras. Las chicas a su alrededor suspiraban y casi babeaban, por lo que no servía para que yo me sintiera mejor.

Liam se acercó, me tendió el globo con la misma cara sin expresión - pero si veías bien, tenía una pequeña sonrisa en la comisura derecha- y se fue caminando sin prisa pero tampoco sin ser demasiado lento; parecía cool y eso me molesto más que nada.

Mire al globo, me tardo un rato entender que era por la presentación que había dado ayer. La verdad es que mi calificación había pasado mis expectativas. Tal vez elegir esa canción fue mi mejor elección. Mire de vuelta hacia donde se había ido Liam y sonreí. Si, éramos hermosos.

-Es hora del almuerzo- dijo Matt detrás de mí. Sonreí y guarde el globo en el casillero. Cabía bien ahí, tome mi dinero y camine con Matt hacia la cafetería. Hoy era viernes, mañana Matt tendría su primer partido de la temporada y yo estaba emocionada por ello. Más que él quizás. En la fila para retirar la comida, me gire a Matt y pegando saltitos comencé a cantar su nombre.

-Podrías callarte - dijo algo gruñón - La gente nos mira.

-La gente siempre nos mira, te lo recuerdo- dije avanzando.- ¿Por qué tan Gruñosito?

-Las chicas creen que soy heterosexual desde que baile contigo y me mandan mensajes y...- se quedó sin aire y yo entendí.

-Niall se puso celoso, lo entiendo.

-No, claro que no. Ellas son realmente molestas.

-Déjalas, tú tampoco eres feo.

-Oh gracias. ¿Qué clase de mejor amiga eres? Un murciélago se porta mejor.

-Lo lamento señor "yo bailo con ella".- dije haciéndome la sarcástica.

-No iba a dejarte bailar con el bastardo de Lucas después de lo que te hizo- dijo y la cafetería entera se calló en ese preciso instante haciendo que se escuchara.

-Luego hablaremos de eso- dije dándome la vuelta para tomar mi bandeja del almuerzo y pagando para irme a sentar con mis amigos. Ignore todas las miradas que pude pero aun así me sentía mal.

-¿Qué ocurre con Lucas?- menciona Derek sentándose a mi lado. Lo miro con una ceja enarcada, no tenía humor para hablar con alguien del equipo de rugby.

-Pregúntale a él- musite mientras tomaba una papa de la bandeja y la comía - Ya no es asunto mío.

-Tu amiguito lo nombro ¿Qué paso con él?

-No quiero hablar de eso- murmure con la mirada ensombrecida.

-Vamos dime D'Angelo. Tú eres una boca suelta. ¿Por qué ahora te quieres quedar callada? Es que Lucas te dio tu lección- eso colmo mi paciencia. Me pare de la mesa y tome a Derek por el cuello de su camisa.

Smartphone  l.pDonde viven las historias. Descúbrelo ahora