LA LLEGADA

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Wilhelm siguió todo el camino escuchando música, pero al mirar por la ventana del carro, se percató que habían puesto cámaras por todo el camino, de hecho hasta llegar a la entrada miró varios equipos de seguridad, unas cuantas cámaras y en la puerta se veía un detector de metales, seguro era para incrementar la seguridad del instituto, el carro se estacionó en la entrada y primero descendieron sus guardaespaldas y de ahí Wilhelm. Salió del carro y se dirigió a saludar a la directora, mientras les tomaban fotos para la prensa, sobre el regreso del "príncipe heredero" al internado, camino hacia la entrada,le comentaron que para mejorar la seguridad, pondrían un detector de metales, además de que revisarían las mochilas más seguido, debido al problema que hubo con Alexander, Wilhelm no comentó nada y se dirigió a su habitación, pero antes de que diera otro paso la directora le comento que...
-Señor, disculpe, pero la reina nos ha pedido que cambiemos su cuarto a uno más privado, por eso tendrá uno que no tenga ventanas, y esté vigilado con una cámara las 24 horas.-
-¡Disculpe!- Reclamó Wilhelm con un tono sorprendido.
La directora acompañó a Wilhelm hasta el fondo de un pasillo del lado de los varones, el último cuarto era para el, la puerta estaba algo desgastada, había una cámara apuntando hacia enfrente de la habitación y una hacia el pasillo.
-Lo siento, pero no puedo quedarme aquí, ¿¡Donde esta mi privacidad!?.-
La directora lo miró con una expresión de no poder hacer nada, y Wilhelm, furioso entró a la habitación y azoto la puerta. Ya en la habitación se recostó en la que sería su nueva cama, hasta que terminara el internado, de hecho por un momento dejó de pensar en toda la mierda que le ocurría y se concentró en cómo hablaría con Simón. De repente tocaron a la puerta, era su guardaespaldas, que le había traído todo su equipaje.
-Señor, le dejó su equipaje por aquí, ¿necesita algo más?.-
-No gracias- contestó Wilhelm.
-Señor, una última cosa, su madre me dio esto antes de partir, se lo dejo por aquí-
Wilhelm se acercó a la mesa donde el guardaespaldas había dejado eso, al tomarlo notó que era una carta de su madre, pero en vez de abrirla solo la arrojó a la cama.
Wilhelm salió de su habitación, claro siempre estaría acompañado de sus guardaespaldas, pero pues no tenía opción, tomó camino hacia la capilla, pues en unos minutos empezaría la bienvenida, se había preparado todas la vacaciones para esto, pues sabría que todos lo mirarían, aunque eso no le importaba mucho, lo que realmente le importaba era Simón, saber cómo reaccionaría al verlo. Camino por el pasillo de la capilla, pero antes de que tomara asiento, Felice lo detuvo.
-Siéntate por aquí- dijo Felice.
-Gracias- replicó Wilhelm, mientras se acomodaba el cabello y el traje.
-¿Como estuvieron tus vacaciones?- preguntó Felice
-Estuvieron bien, gracias por preguntar- replicó Wilhelm, mientras trataba de buscar algo o a alguien.
De un momento a otro entro el profesor de música, y después el coro.
-¿Felice, ya no estás en el coro?- pregunto Wilhelm.
-No, mis padres quieren que me concentre más en la equitación- replicó Felice con tristeza.
Desafortunadamente para Wilhelm, todos excepto Felice estaban en el coro, el único que faltaba era Simón, no había rastro de él. Después de la ceremonia, Wilhelm, se dirigió al profesor de música.
-Disculpe profesor, sabe ¿por qué no se presentó Simón?-.
-Lo siento pero no tengo permitido informarle nada de su compañero Simón-.
Wilhelm, frunció el ceño y salió de la capilla enojado, se dirigió a su primera clase, pero sin embargo tampoco se presentó Simón, no había rastro de él, ni si quiera en el comedor, donde claro ya no se sentó con los de tercero.Wilhelm, decidido, se dirigió al establo de los caballos en busca de Sara, pero desafortunadamente tampoco la encontró. Sabia que hacer, solo que tendría que hacer algo para que los guardaespaldas se distrajeran. Wilhelm le marcó a Felice y le contó que ella le llamaría a un guardaespaldas comentándole que Wilhelm había escapado y se había topado con el, mientras que el se escondería debajo de la cama, entre las maletas. El plan se llevó acabo y Wilhelm se escondió, después de que ya no percató la presencia de sus guardaespaldas salió de su escondite y se dirigió lo más rápido a la ventana más cerca para ir en busca de Simón. Salió del instituto y agarró el autobús que lo llevaría a la parada más cercana a la casa de Simon; al llegar, bajo del autobús y se dirigió a la casa, tocó la puerta y Linda, la mamá de Simon y Sara le abrió la puerta.
-Wilhelm, ¿qué haces aquí?-.
-Hola, disculpe ¿está Simon por aquí?-
Linda se veía dudosa de si decirle la verdad o no.
-Si, esta arriba en su cuarto, pero no se siente bien, tu comprenderás por qué- replicó Linda
-Lo se, pero necesito hablar con el, por favor-. Replicó Wilhelm.
De un momento a otro,Simon bajo y se dirigió a la puerta, ambos sorprendidos se miraron, el momento fue algo silencioso pero mágico,  sin alguna duda los dos seguían teniendo sentimientos uno por el otro.
-Podemos hablar afuera- dijo Wilhelm
Linda se apartó de la puerta y se fue a la cocina.
-No creo que quiera hablar contigo, ya no hay nada más que hablar- dijo Simón
-Lo se pero necesito explicarte el porqué dije esas cosas en aquella entrevista- replicó Wilhelm.
-No, lo siento, y por favor te pido que te vayas y no me molestes más, es más quiero que borres nuestros mensajes por favor.
-Okey..., pero ¿porque no asistes a clases?-replicó Wilhelm con tristeza.
Sin embargo Simón le cerró la puerta en la cara. Wilhelm tomó camino hacia el la parada y se subió al autobús, cómo era obvio empezó a llorar, pues ahora Simón era el que no quería saber nada el, eso le destrozó el corazón.
Al llegar a la parada del internado, se bajo y se dirigió a la ventana por donde había escapado, entro y vio a sus guardaespaldas algo furiosos, pues les había metido un susto a todos, Wilhelm no hizo ningún gesto, solo camino hacia su habitación entró y se acostó en la cama, sin embargo se percató que algo le incomodaba en su pierna, al ver que era, se dio cuenta que era la carta de su madre, se decidió abrirla y...
"Wilhelm, se que me odiaras por todo lo que tuve que haber montado, solo para asegurarme de que estuvieras a salvo de cualquier otro accidente, pero quiero que sepas que todo lo que hago es porque te amo, como te lo había contado antes, yo también tuve un romance no muy afortunado, pero piensa en que es lo correcto, y piensa que todas las acciones que tomes ahora, definirán tu futuro, concéntrate en estudiar,enorgullecernos,confiamos en ti, y se que harás lo correcto.
Te ama mamá."

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