Gongyi Xiao retornó a la prisión de agua casi entrada la noche; en sus manos llevaba una bandeja que tenía un fragante té junto a un tazón de wontons en sopa; todo iba perfectamente caliente para que el maestro inmortal pudiese tener una ceja ligera y digna.
En el camino hacia los pasadizos subterráneos, logró ver a un par de criados quienes iban cuchicheando en voz baja algo que navegaba entre el asombro y el terror; el joven siguió caminando ignorando al par hasta que escuchó un muy bajo:
—... la sangre del inmortal Shen Qingqiu. ¿Puedes creer que le hizo eso a su propio Shizun?
—Peor aún; Luo Binghe ha destruido toda la montaña Cang Qiong. —Susurró otro.
—Escuché que asesinó a todos los maestros, aún cuando estos eran inocentes.
—¿Cómo reaccionará el inmortal Shen al saber que nadie se salvó?
—Solo dejó vivo al líder de secta pero por lo que sé, está intacto.
—El maestro Shen sufrirá mucho.
—No tanto como lo que le acaban de hacer. Tuve que limpiar la sangre y ayudar a colgarlo.
—¿Lo colgaste? —El empleado no pudo con su expresión atónita.
—Me obligó ese demonio, corrí lejos, no pude con la imagen —tensó los labios unos segundos antes de suspirar cansino—, no pude soportar ver como él... —Y calló al ponerse su propia mano sobre su boca.
Gongyi Xiao se congeló un momento antes de apresurar su paso directo hacia la prisión que recluía a alguien que para él era inocente; no fue consciente del bombeo rápido de su corazón ni del rostro descompuesto que mostraba al oír sobre el prisionero.
Apresuró tanto su paso que no logró detenerse a tiempo cuando la charola entre sus manos colisionó contra un cuerpo envuelto en túnicas negras; lamentablemente el joven ex discípulo se había topado con el auto proclamado rey demonio quien le observó glacial.
Ambos sostuvieron la mirada, ambos colisionaron por el mismo sentimiento: Disgusto y enojo.
La cruel diferencia era que uno yacía en la cima del éxito, vanagloriándose de su poder y otro no era más que un simple desecho; un guerrero vuelto nada gracias al nuevo mandato. Aun cuando este último superara al primero con creces.
Luo Binghe deslizó su mirada cargada de recelo hacia sus ropas sucias; sus dedos se movieron y tocaron el líquido caliente regado en sus túnicas, pronto sonrió con mofa al ver al ex discípulo.
—¿Por qué no vas por más comida para este Shizun mío?
Gongyi Xiao tuvo la urgente necesidad de fruncir el ceño y contrarrestar la pregunta ajena con una más urgente.
—¿Qué le hiciste al maestro Shen?
—¿Yo? —Luo Binghe entonó una sonrisa nuevamente; su mirada vagó desde sus ropajes sucios hasta el joven de vestimenta simple. Pronto suspiró con falso pesar y se encogió de hombros— La pregunta real sería ¿Qué me hizo él?
El joven ignoró al hombre para pasar a su lado y seguir su camino hacia la prisión de agua dejando atrás a un Luo Binghe ennegrecido quien solo le dedicó una severa mirada ya que Shen Qingqiu se rehusaba a quedar en completa soledad.
—Yue Shixiong, veremos si la carta te hace venir por la buenas —su vista taladró la espalda del joven ex discípulo unos segundos antes de fruncir el ceño—, después sigues tú pequeño pedazo de basura. Nadie permanecerá junto a Shen Qingqiu. Nadie.
Y dicho aquello giró sobre sus talones para ir a cambiar sus túnicas, en el acto pudo ver el tazón de sopa con wontons y la jarra de té caliente regados sobre el suelo de piedra. Una idea cruzó por su mente y sonrió con renovado animo al saber que el juicio de su Shizun apuntaba a un encierro permanente y eso él bien lo aprovecharía por los siguientes años.
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Pequeño loto negro «BingJiu»
Fanfiction¿Qué pasaría si Luo Binghe realmente hubiese rechazado a su hija? ¿Qué sucedería si Shen Qingqiu realmente hubiese muerto en el parto? Pero sobre todo; ¿Qué ocurriría si nace una niña producto del odio y el rencor? Una niña que creció desolada del a...