Capítulo 12

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Andrea estaba colocando la ropa que le había, hasta que recibió un mensaje.

(Bea): Cuando tengas un rato libre llámame.

(Andrea): Por supuesto 😉, ¿Todo bien?

(Bea): Mejor de lo que me esperaba.

Andrea sonrío, eso solo significaba una cosa, siguen juntos. Con una sonrisa se guardó el móvil, se alegraba de que siguieran juntos. Siguió colocando la ropa, mirando en las secciones diferentes, a ver que tallas faltaban y reponerlas. De reojo vio como una chica entraba por la puerta, tenía el pelo largo negro recogido en una pinza, tendría unos 15 años.

—Buenos días. —Saludó Andrea. La chica la sonrió de forma... de forma rara, había algo detrás de esa sonrisa. Andrea no le dio importancia y siguió con lo suyo.

Llevaba un rato merodeando por la tienda, a Andrea no le dio buena espina. Entonces cruzaron miradas. 

Ojos verdes, verdes esmeraldas... Entonces lo recordó todo.

Por cierto, no dejes entrar a una niña de unos 15 años, 1'63, con el pelo negro largo, y unos ojos esmeraldas. 

¿Por? 

Siempre roba, y no es unos collares, no, no sé cómo lo hace, pero roba bastante. 

Vale, estaré pendiente. 

<<Mierda...>> Andrea frunció las cejas. 

La morena se dio cuenta, y rápidamente cogió la camiseta que estaba mirando y salió corriendo haciendo que los aparatos en la entrada de la tienda pitaran.

—¡Joder! - Dejo lo que estaba haciendo y salió corriendo detrás de ella.

—¡Andrea! —Grito un empleado. Andrea le escuchó, pero decidió ignorarle ya que había salido a toda leche detrás de la niña esa.

—¡COGERLA! —Grito Andrea como alma sin vilo. Las personas que transitaban por la calle simplemente se apartaban. 

<<Hijos de puta...>> 

Seguía corriendo detrás de la niña, la calle estaba llena de gente ya que había muchas tiendas de fruta, discos, oficinas, correos...

—¡Mira por dónde vas niñata! —Le gritaba alguna gente con la que se chocaba.

Ya se estaba empezando a cansar, se notaba la cara roja, y la faltaba el aire. Nadie le hacía caso. Hasta que le vio saliendo de una redacción...

—¡RIVER! —Miro en dirección hacia donde ella venía corriendo.

—¡COGELA! 

No sabía a qué se refería Andrea, hasta que vio a una chica de pelo negro correr. Entonces sin pensarlo dos veces empujo a varias personas para ponerse en medio de la ancha calle, y en un descuido en el que la niña miraba para atrás para ver donde se encontraba Andrea. Entonces ¡BUM! Se chocó con algo duro y luego unos fuertes brazos rodearon su pequeño cuerpo. La cogió en brazos poniéndole todo su peso en un hombro.

—¡BAJAME!, ¡BAJAME BASTARDO CABRÓN! —River se rio de sus insultos de adolescente. Andrea se acercó corriendo y la niña siguió pataleando. Hasta que paro.

—Bueno desde aquí hay buenas vistas. —Dijo pícara. A Andrea le vino un enfado repentino. 

<<Le está mirando el culo...>>

—Ya la puedes bajar. —Dijo seca. 

A River le extraño su comportamiento. La bajo y la agarró del brazo para que no se escapará. Andrea le agarró del otro brazo firmemente.

—Mira niñata, se te va a caer el pelo cuando llamemos a tus padres. —Le escupió.

—¡No, a mis padres no, por favor! —Intento resistirse, pero River y Andrea tenían más fuerzas y se la llevaron a restras hasta la tienda.



—A ver, deja todo lo que has cogido, —Dijo Andrea de brazos cruzados, River y Rachel estaban con ella. La niña empezó a dejar todo lo que había cogido.

—Madre mía... —murmuró Rachel, la cantidad de cosas que había robado y la cantidad de cosas que le cabían en los cuatro bolsillos de su chaqueta de cuero negra.

—¿Cómo te pueden caber tantas cosas en una simple chaqueta? —Preguntó River. La niña le miro divertida se abrió la chaqueta dejando ver un top negro con mucho escote y como sus grandes pechos lo rellenaban al absoluto. Dentro de la chaqueta había bolsillos dobles.

—Has visto River, las de 15 no somos tan inmaduras como crees. —Le guiño un ojo. River se rio entre dientes.

<<Que forma tan patética de ligar>> Pensó River. 

Andrea le miro con cara de asco, ¿en serio estaba ligando con una de 15? Rodó los ojos, 

<<Agh, que asco...>>

A la niña le dio risa en la forma en la que la loca que la perseguía celaba al panocho.

Llamaron a sus padres y la echaron una bronca monumental, con las típicas preguntas "¿Por qué lo has hecho?", "Tenemos dinero suficiente, no tienes que robar" ...

Su madre que iba con un traje negro de Prada con un peinado retocado, unos labios rojos. El padre no era muy alto y llevaba un traje de Massimo Dutti, que valdría más de un sueldo de un año de Andrea.

Los padres estaban en la puerta de la tienda, hablando por teléfono. River la iba a acompañar a la salida, ya que estaban hablando en el almacén. Andrea estaba fuera del almacén con los brazos cruzados debajo de su pecho, mirando a la niña con asco, y a River también. Antes de salir de la tienda, la niña se para en seco al lado de Andrea, le pone la mano en el hombro, y la susurra:

—Como no te cases con él, me caso yo con el panocho. —Le dio unos toquecitos con el hombro, sonrió de lado y se fue. Por supuesto que había notado la atracción que sentían estos dos, como se miraban, todo...

A Andrea se le aceleró el corazón al decirle eso... ¿Se habían notado sus celos?, no, ¿verdad?, no había sido tan obvia, igualmente, seguía intentado aclarar sus sentimientos...  

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Hola, sé que he estado desaparecida este fin de semana, pero bueno, sé que este capítulo es aburrido, pero os prometo que la cosa se va a empezar a poner interesante ;)

Si os gusta el libro no olvidéis, votar, comentar y recomendar. 

Besos <3

Ginebra B.

Éramos pocos y parió la abuelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora