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Hoseok se había levantado muy temprano, no había podido pegar el ojo en toda la noche y dormía a saltos, su pecho se oprimía y se levantaba asustado. Había optado por darse una ducha fría y salir a desayunar al restaurante del hotel. Cuando terminó de alistarse recordó la conversación pendiente con Yoongi, lo había olvidado y agradeció por eso, luego ató cabos y llegó a la conclusión que esa era la razón por la cual estuvo ansioso toda la noche.

El reloj del velador sonó a las ocho y al mismo tiempo el sonido de la llamada de su computadora; reconocía el tono y sabía que era Namjoon. Sorprendido contestó y su rostro cambió al observar el rostro demacrado y ojeroso del moreno, empezó a hablar de todo y nada a la vez, dando vueltas sin ningún tema específico hasta que Hoseok se cansó y pidió que le dijera que es lo que estaba pasando.

—Primero siéntate Hoseok —dijo, escuchaba los murmullos de la voz de Jin del otro lado, pero no puso atención —. No sé si sabías lo que estaba pasando o desconocidas del tema, quizás no te querían decir para no preocuparte o también porque te quieren mucho y...

—Al grano por favor Nam —interrumpió.

—Bueno si, lo que pasa es que... hay alguien de tu entorno —empezó a hablar en círculos —. Que está enfermo —lo miró triste, como si se compadeciera de él —. Es tu papá Hoseok —dijo al fin.

—¿Qué tiene? —preguntó torpe.

—Ayer en la noche tuvo una recaída, me llamó su mayordomo porque era llevado de urgencia para intentarlo a una clínica.

—¿Y por qué no me avisaste antes? —exclamó.

—Porque sabía que estabas dormido y no contestarías, no podía llamar al hotel y que te den algún recado de mi parte porque tampoco sabía en cuál estabas —explicó —. Ahora tienes que venir lo más pronto a Seúl, no es que quiera alarmarte o decirte para que te asustes, pero la salud de tu padre está grave.

—¿No estás bromeando? —Namjoon negó y Hoseok jaló sus cabellos con fuerza —. Gracias Namjoon, tengo que preparar maletas y tomar un vuelo.

—Me llamas cuando estés en Seúl, prometo apoyarte y estar contigo —dijo honesto, la amistad que tienen es fuerte y siempre comprensiva.

—Si —respondió pensando en su padre.

La llamada se cortó y Hoseok empezó a meter todo en sus maletas, llamó a recepción para que le ayuden a conseguir un boleto con destino a Seúl y le avisen cuando hayan encontrado uno, no le importa la aerolínea, solo quería estar con su padre y poder abrazarlo.

Metió su ropa y productos de higiene personal en una maleta desordenada, notando que tenía que apretar y ejercer fuerza para poder cerrarla. Recordó la charla con su padre y los sentimientos de culpa le llegaron como dagas a su pecho, no quería enojarse con él, pero al saber que fue la conexión para que Yoongi lo encontrara le dolió. Ahora le dolía poder perder a su amado padre y no decirle lo mucho que lo quería, abrazarlo como lo hacía de niño y mimarlo.

Empezó a llorar cuando llamó nuevamente a recepción y le dijeron que aún no habían conseguido un vuelo para ese día a Seúl. Cortó furioso, tenía que buscar el mismo y si el vuelo tenía que hacer escalas por distintas ciudades, él las haría.

El timbre de la habitación llamó su atención y corrió a abrirla, quizás venían de recepción y le querían decir personalmente que si habían conseguido algún boleto. Pero no era nadie vestido con el uniforme de los trabajadores del hotel, si no Yoongi.

Su cabello lucía alborotado, como si recién hubiera salido de la ducha, con un toque húmedo en las puntas. Su corazón saltó alegre, queriendo salirse de su pecho y que lo recibiera el rubio que tenía en frente. Había olvidado la charla pendiente con Yoongi y lo único que hizo fuer tirarse a los brazos de este para que lo sostuvieray apretara. Lloró en su pecho llamando a su padre reiterada veces y el rubio solo acarició sus cabellos.

Begin Again • [YoonSeok]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora