El Omega de la Mafia (Dekukatsu Omegaverse)

Lujuria

Katsuki, al sentir el tierno y delicado beso en su cuello, perdio la poco cordura que le quedaba y.... lo agarro del brazo. Antes que se vaya, el omega le agarró el brazo al alfa de cabellera verde.

El de pecas lo miro confundido, no se habia dado cuenta que estaba en celo, hasta que lo observó y noto el gran sonrojo que aparecía en el rostro del pelicenizo.

-Mierda.... el celo-fue lo unico que salió de la boca del peliverde. Nervioso, intento zafarse del agarre del omega para tratar, de alguna forma, tranquilizarlo y hacerlo entrar en sí.

-Katsuki escúchame, tienes que reaccionar, tu omega se esta apoderando de tu cuerpo, vos no queres esto Kat- Dijo el alfa, pero fue interrumpido por los dedos de Bakugo, que fueron hacia su boca impidiendo que pudiera continuar su oración.

El omega lo tocaba y acariciaba, lo cual provocaba una gran erección en el mas grande.

-A-Alfa, te necesito- Dijo entre jadeos el de ojos rojos, este realmente necesitaba de un tranquilizante para su excitación, y el unico presente en ese momento, era el alfa de pecas. Además, su omega sabía que lo quería a él, no quería a nadie mas en ese momento.

-Ka-Kacchan, para esto, no quiero que sea así, en-enserio Kacchan.- Dijo el alfa ya empezando a no tolerar el aguantarse las ganas de hacerlo suyo ahi mismo y sin vueltas.
-Vamos Alfa, hazme tuyo- Le dijo el omega en un susurro, justo en la oreja. Mientras metía con cuidado una de sus manos por debajo de la camisa del alfa, dando así unas caricias a sus marcados abdominales y, de a poco, bajando hacia su miembro. Por encima del pantalon, empezó a frotar de arriba hacia abajo la clara erección del peliverde. El alfa, tan excitado, estaba por perder los estribos cuando se escucho un golpe en la puerta.

-¿Que mierda?- Dijo el pecoso

-Vete a la cama Katsuki, hazme caso- Pero el pelicenizo no se daba por vencido, queria que el alfa lo haga suyo en ese mismo instante.

-Katsuki- Le dijo con su voz dominante, y no bastó nada mas para que al omega se le pusieran los ojos llorosos y se vaya corriendo a la cama. Este sentía rechazo de parte del alfa. El enserio lo necesitaba y lo quería, pero al escuchar la seriedad en su voz, lo unico que le provoco fue rechazo de parte de él.

Por otro lado, el alfa salio de la habitación con una notable furia en sus ojos y se encontró con Iida y Todoroki, estaban parados a los costados de un intento de alfa.
Éste, estaba arrodillado con las manos sujetadas por ambos subordinados, y su expresión no mostraba nada más que lujuria. Se le habían puesto los ojos negros al sentir el aroma que emanaba el omega. Eso lo puso como loco, no podia tolerar que nadie se le acercara a Katsuki y menos con esas intenciones.

-Que tenemos aquí? Un pobre alfa que no sabe controlar sus malditas ganas.
-Pobre de tí, hoy justo no estoy de un muy buen humor. Que lástima.- El arrodillado no soltó ni una palabra, estaba estupefacto por el peligro que emanaba el alfa enfrente suyo. Lo único que podia hacer era temblar.

El peliverde miro a Todoroki, el cual poseía una extraña cabellera de dos colores, y le dijo:

-Llevatelo y encierralo, no le den ni agua, ni comida. Mañana me ocuparé de hacerle saber que pasa cuando tocan mis cosas.- El de cabellera multicolor, sin decir nada, le apunto con una Glock de 9mm en la cabeza y lo empujo para llevarselo. Este gritaba y sollozaba, pero el peliverde hizo caso omiso de él. Solo le importaba una cosa en ese momento, su omega.

-Iida, llama a Kaminari y dile que tiene 15 minutos para llegar. Si es necesario, que pasen por él. Es urgente.-

-Como usted diga- Sin decir más, el beta hizo lo que se le ordenó y en 15 minutos, un omega rubio apareció en la puerta de la mansión.