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Una voz desconocida llamó la atención de el albino que veía divertido la escena de sus dos acompañantes
-disculpe señor... Podría controlar a su hijo.. Parece que su esposa no puede con el-
Estas palabras descolocaron al guardián ¿que acaba de decir aquel hombre? ¿Hijo?

-amh si, lo haré, disculpe las molestias-
Estas palabras del hombre lo desconcertaron... No quería que pensaran eso, el ya no veía con ojos de amor a nanami. La quería, pero no de esa forma

-la fila sigue avanzando- comentó una mujer detrás del albino sacándolo de sus pensamientos. Este solo se digno a moverse mientras miraba a nanami llevando de la mano a tomoe, este último sonreía con un leve sonrojo en sus mejillas que lo hacían ver adorable, sin embargo... No era gracias a él

Después de unos minutos más la espera había acabado y al fin habían entrado al parque de diversiones. Nanami se escontraba feliz y riendo dejando a tomoe de lado
-miren todo eso. La montaña rusa, la rueda de la fortuna... Debemos subir en la noche . Dicen que se ve la vista increíble de tokyo- hablaba con tanta emoción en sus palabras señalando dicha atracción

-primero vamos a comer. Ya es tarde- el pequeño zorro disfrazado de niño se encaminó hacia la zona de alimentos. El albino lo miraba algo despreocupado, sabía que si se iba, algún oficial lo traería de vuelta

-Mizuki... ¿Pasa algo? estas algo distraído desde hace mucho rato- el mencionado volteo mirando a nanami - estoy bien.. ¿Te estas divirtiendo?-

La joven diosa no muy convencida de su respuesta no quizo preguntar más por ahora, el albino había evadido la conversación, quizá le preguntaría después.
Los tres personajes caminaron hacia la zona de comida donde tomoe se encontraba haciendo fila para comer unos dumpling

-que bien huele, buena elección tomoe- comentó la castaña a un lado del zorro mientras lo tomaba de la mano. Mizuki miraba esto con una expresión vacía, no sabía que estaba pensando, eran tantas cosas que sus pensamientos eran una laguna mental. Pidieron su orden y tomaron asiento en unas mesas de picnic. Nanami estaba animada comiendo con los chicos, el ambiente era algo incómodo, solo par los guardianes ya que la diosa estaba de muy buen humor como para notar esto.

-iré por algo de beber... Ahora vuelvo-
Comentó Mizuki levantándose de la mesa y alejándose poco a poco, este camino algo lejos. No quería estar cerca de ellos, era incómodo de cierta forma, se sentía algo alejado, era una sensación extraña convivir con estos dos, quizá como un mal tercio. Compro tres botellas de agua y camino de vuelta con el resto, pero al llegar ya no estaban, se habían ido sin el.
Mizuki miró a todos lados tratando de encontrarlos cerca del lugar pero no estaban, dio un fuere suspiro algo cansado
-no me esperaron- comentó mientras se sentaba en la mesa solo dejando las botellas de agua a un lado de el. Iba a tomar una hasta que sintió una mano. Volteo lentamente bastante extrañado mirando a quien menos se esperaba encontrar
-kurama-  dijo el albino mirando al mencionado con los ojos cristalinos

-Mizuki ¿que hace aquí?-
Preguntó el pelirrojo mientras tomaba una de las botella de agua, más exactamente la misma que tomaba mizuki
-no sabía que te gustara venir a estos lugares-
Sonrió tomando asiento a su lado. El guardián volteo el rostro tratando de evitar las lágrimas y disimulando su estado de ánimo
-vine con Nanami y tomoe. Ella quizo venir porque ganó unos boletos-
Respondio a su pregunta con seriedad en sus palabras
-¿y porque estas solo?- preguntó pues dijo que venía acompañado y estaba solo justo ahora y su estado de ánimo no era correspondiente con su personalidad alegre -¿te  encuentras bien?-

Se acercó a él tomándolo por el mentón volteando su vista hacia el -¿estabas llorando?-
Le preguntó esta ves con voz seria mientras se acercaba a él un poco más
-no...no estoy bien- respondió el albino alejándose un poco de el, su acercamiento le estaba poniendo nervioso, kurama no actuaba así con el

-seguramente el estúpido de tomoe se fue con Nanami dejándote solo. Ese zorro egoísta-
Habló algo molesto por la respuesta. Se relamio los labios mientras volteo a ver a Mizuki notando la incomodidad de este

-vayamos a los juegos- se puso de pie extendiendo le la mano a Mizuki.
El albino se cuestiono sobre si ir con el era una buena idea, que tal y si nanami y tomoe volvían por el. Pensó en negarse a la invitación pero a su mente volvieron los momentos de felicidad del par, quizá ni les importaba

-si.. Vamos-se puso de pie tomando la mano de kurama. Este último sonrió y caminaron juntos hacia varios juegos. Subieron a algunos entre risas y juegos, parecían muy buenos amigos, como si lo hubieran sido siempre. Había momentos donde kurama se acercaba de más a Mizuki y lo ponía algo nervioso pero pensó que quizá era para molestarlo así que no le tomo gran importancia

Las horas fueron pasando y era de noche ya, después de varias horas de estar en los juegos se habían tomando un momento para descansar. Estaban sentados en una banca algo alejado del bullicio de personas, habían comprado unos helados
-fue divertido hoy, no pensé que tuviéramos tan buena química juntos-
Dijo el pelirrojo algo divertido mientras le daba una probada a su helado
-si, fue muy divertido. Cuando nos subimos a la montaña rusa y algunas de tus fans querían abrazarte y tu gritabas por tu seguridad-

Se burlo el ojiverde de la situación pasada, la habían pasado tan bien que ya había olvidado por completo su tristeza -no te burles, que del pánico me tomaste por el cuello abrazándome-

Le cuestionó kurama entre risas. Su vista de mizuki era muy buena, no era tan molesto como el creía. Su mirada se desvío hacia una mancha en el rostro del albino
-oye mizuki espera, tienes una pequeña mancha aquí-
Se acerco al rostro del guardián para mirarle más de cerca, tomó un pañuelo de su chaqueta y limpio un poco del helado de fresa

Un tinte carmín apareció en las mejillas del albino, estaba muy cerca justo ahora, desvío la vista por los nervios
Kurama sonrió coqueto por la tímida acción, le parecía muy lindo, se acercó un poco más mirándole a los ojos y sin dudarlo tanto junto sus labios con los del albino.

Mizuki estaba algo asustado, que le pasaba a kurama justo ahora, se distrajo tanto en sus pensamientos que unos labios lo tomaron por sorpresa, eran muy suaves y cálidos, sin más continuo el beso. Era lento y dulce
Una de las manos de kurama se posiciono en la nuca del albino tratando de acercarlo a el
El ambiente era perfecto hasta que

-ajam- alguien se aclaro la garganta detrás de ellos

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Eso es todo. Espero les guste, creo es el capitulo más largo que he echo. Espero la nueva forma de escritura les guste

Una disculpa por los errores de ortografía y eroroes de escritura extras

Nos vemos en otro capítulo💖

Mizuki    x   Tomoe "EL ME AMA" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora