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Los rayos del sol iluminaron las ventanas del templo anunciando la llegada de un nuevo día.
Todo se veía tan alegre aunque la situación no lo  era.

Ese día temprano Tomoe había preparado el desayuno para Nanami que comió sin decir una sola palabra aunque no era necesario.

El ambiente era tan pesado que sería difícil cargar sobre los hombros. No parecía pintar nada bien hoy.

Me voy. Nos vemos después— se despidió la chica tomando su bolso escolar antes de salir del templo sin esperar respuesta por parte de Tomoe.

Este último sólo la observo irse. Con la mirada baja se quedó sentado a la altura de la mesa de té observando un tazón de arroz a medio comer.

Parecía que la joven diosa no había tenido mucho apetito esa mañana o solo parecía evitar el contacto con Tomoe.

— No hace falta que no comas solo por estar molesta conmigo...— escondió su rostro en sus brazos al recostar su cabeza en la mesa.
Pequeña tonta—  aunque el no quería admitirlo a voz alta, se sentía mal y culpable. El ambiente ameno del templo se había esfumado y no se parecía en nada al de hace apenas un mes.

Aunque eso no era lo que más le preocupaba a tomoe ahora. A esas horas de la mañana era para que Mizuki estuviera haciendo bromas tontas o molestandolé, pero siempre con una sonrisa brillante que le hacía sonreír a él de manera inconsciente.

—¿Porque no sales? No deberías de dejar de ser feliz por mi.... No te merezco—.

Después de lo ocurrido la noche anterior se había dado cuenta de sus acciones y de lo tonto que fue, todas aquellas veces que Mizuki había intentado ser su amigo y el lo despreciaba tomándolo como alguien inferior y débil por aferrarse al recuerdo de su anterior diosa.

Cuando el estaba igual, aunque no lo admitiera.
En sus recuerdos pudo reflexionar que sus acciones lo llevaron a ese momento, uno donde se arrepiente de sus malas acciones y decisiones.

—Buenos días—
Una voz cansada saco a Tomoe de sus pensamientos, que levantó el rostro encontrándose a un albino con sus ojos rojos por quizás dormir poco o no conciliar el sueño.

Tomoe dudo en contestar, pero así lo hizo
—Buenos días—
Devolvió el saludo con un poco de intriga a su reacción.

Pero fue lo que se esperaba, o no.

Mizuki tomó su taza y la llenó con té de manzanilla y le dio un sorbo, para girar a ver a un Tomoe confundido y a la expectativa.

El ambiente se volvió incómodo entre ambos. Ninguno de los dos sabía que decir, temían la reacción del contrario.

Tomoe no pudo evitar mirar las marcas rojizas que decoraban obsenamente el cuello de Mizuki. Éste se sintió un tanto incómodo que carraspeo cubriéndose, aunque no pudo formular palabras.

—Lo siento — se disculpó el peliblanco quitando la mirada de su cuello. Y se dio la vuelta para no incomodar lo más.

Era extraño escuchar hablar a Tomoe con tanta tranquilidad en sus palabras, usualmente era muy tajante y frío. Pero esta vez no era así y eso a Mizuki le desconcertaba, porqué esperaba a un Tomoe molesto y agresivo, pero era todo lo contrario y no entendía lo que realmente pasaba.

No sabía si preguntar o simplemente irse sin decir nada, no quería complicar más las cosas
—Discúlpame... No... —
Tomoe se veía afectado, hizo un pausa, parecía que iba a derrumbarse y continuo —Lo mejor será que me vaya—.

Se levantó de su lugar para marcharse pero la voz del albino lo detuvo —Espera... No te vayas.. Porfavorpidió Mizuki dudando en si seguir.

Sé que no tengo mucho que decirte... Pero, nunca quise que esto pasará, no quería que te molestarás conmigo por lo que viste con Kurama... Yo— intentaba explicar lo que había pasado aunque, quizá mis palabras no fueron adecuadas.

—No tienes porque disculparte— Tomoe esbozo una pequeña sonrisa intentando ser fuerte.
—No tengo porque interferir, no te preocupes por mi, no me meteré más entre ustedes dos—.

Mizuki lo detuvo —no me entiendes—
—¿Entender que? Que solo fue un error lo que pasó entre nosotros— interrumpió Tomoe borrando su sonrisa y levantando la voz
—¿Eso es lo que no entiendo? — se acercó a mizuki hasta dejarlo entre entre la barra de la cocina y el
Si lo entiendo bien —.

Dijo Tomoe con severidad mientras Mizuki se sentía acorralado por sus palabras crueles y su cercanía.
—No es lo que tu crees, déjame explicarte—.
Salió del pequeño espacio y continuó —Lo que pasó entre Kurama y yo... Fue un desliz y no pensé bien en lo que hacía...—.

—¿Un desliz? Estuvo en el templo esta noche, él fue quien te hizo esas marcas.—
—¡Escúchame!— interrumpió mizuki en un grito desesperado
Escúchame...— retomo su tono calmado y suplicante —Estas actuando como un loco, estás enojado y no estás pensando con claridad. Siempre eres así y por eso no podemos entendernos bien, tu mal genio siempre provoca ésto—.

Los ojos de Mizuki se volvieron cristalinos
Solo escuchate. Estas actuando como un loco... Lo que pasó con Kurama fue un error, me sentía confundido porque me seguías evitando y me sentía celoso por como eres con Nanami... La proteges y te preocupas con ella mientras a mi me excluyes como si no existiera—.

Las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas —me sentí solo y Kurama me estaba dando lo que yo siempre esperé de ti... Solo un poco de atención—.

Tomoe cayó en cuenta que había sido egoísta estos últimos días, evitando a Mizuki como si lo que pasó entre los dos nunca hubiera existido o peor aún. Como si el no existiera.

Mizuki se sintió tan vulnerable que se acercó a Tomoe y escondió su rostro en su pecho, este último lo abrazo dándole protección y cariño del que tanto necesitaba.

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Bien bien... Tuve que escuchar música melancólica para inspirarme jeje

Ojalá les guste.
Creo que vamos mejorando :)

Ya se la saben con los errores. Bye Bye

Mizuki    x   Tomoe "EL ME AMA" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora