Mizuki x Tomoe "EL ME AMA"

29

—Tomoe... Puedes venir por favor. Necesito que veas algo.
Llamaba Mizuki desde el jardín trasero con una voz un poco alarmada.

Una hora antes

Era poco más de las 6:00 a.m. un día más pensaba, ese día había madrugado por una razón qué el desconocía.

Pero ese día se sentía algo extraño, fuera de lo normal o lo común, había hecho un poco de té mientras sacudía un poco el interior del santuario. Tomoe aun no despertaba pues había estado despierto hasta tarde haciendo las tareas de Nanami de varios días atrás del colegio.

Había terminado sus labores dentro, sirvió dos tazas de té al escuchar a Tomoe despertarse y caminar hacia la cocina. Esté le sonrío al cruzar el umbral, tomó asiento y compartieron el té por unos breves minutos.
— Tomoe... ¿No notas nada raro? Siento que algo no está bien

Preguntó Mizuki, El nombrado le observó extrañado ante su pregunta a lo que negó con la cabeza
— No, solo que estás más productivo hoy

Le respondió a modo de burla, Mizuki Sonrió y  pronto respondió
—No me refería a eso... Pero seguiré con mis labores, trabajaste duro ayer y dormiste poco así que iré afuera a regar las plantas. Ya vuelvo

Tomoe asintió y siguió bebiendo su taza de té. Mizuki se encaminó al jardín trasero. Al abrir la puerta se quedó boquiabierto

—Tomoe... Puedes venir por favor. Necesito que veas algo.
Decía Mizuki con una voz un poco alarmada.

Tomoe salió con pereza hasta donde le llamaban y observó el panorama.
—Qué es todo esto... ¿Qué pasó aquí?

Preguntaba Tomoe, a lo que Mizuki se adelantó a salir de lleno al jardín
—Tomoe... De nuevo estás flores...

El jardín se encontraba repleto de flores azules y violetas en plena floración, el viento soplaba de manera suave llevando con ella el aroma de las flores qué sé hacia notar.
Sin embargo el cielo era nublado y gris con una apariencia apagada y deprimente.

— El templo no tiene estás flores Tomoe...

Esté fue hasta con él y olfateo el aire, hizo un gesto de seriedad. Mizuki le observó interesado.

— Ésto... No está bien... Mizuki ten...

Tomoe sintió una mano sobre su hombro, Mizuki lo interrumpió al señalarle algo en un lago qué tampoco debería de estar allí.

—Tomoe allí hay alguien ¿quien será?

El nombrado no espero más y se acercó veloz hacia allá, invocando con su mano su fuego demoníaco para darle un zarpazo por la espalda.

— ¿Quien eres?
Preguntó al tiempo que le atacaba. Sin embargo una fuerza externa lo detuvo lanzandole hacia atrás a una corta distancia.

Mizuki corrió en su auxilio ayudándole a ponerse de pie.
— Tomoe... ¿Estas bien?

Observaron como la misteriosa persona había levantado la mano con suavidad para evitar el ataque de Tomoe. Les daba la espalda centrando su atención en el lago.

— Estoy bien... ¿Quien eres y que quieres?

Preguntó Tomoe con molestia en su voz. La misteriosa persona bajo la mano con suavidad y se quitó la capucha qué llevaba cubriendo su cabeza.

— Siempre tan precipitado...
Respondió aquella voz femenina.

Tomoe de nuevo invocó su fuego listo para atacar, sin embargo la voz de Mizuki lo detuvo.