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Después de aquella breve conversación. El sonido de reloj se volvió a apoderar de la habitación. El ambiente se estaba haciendo sumamente aburrido para ambos.

— ¿Que se supone que hacen los humanos aquí? Nunca pensé decirlo pero... El trabajo en el santuario es más divertido.

Dijo Mizuki con un puchero de resignación en sus labios, el imaginaba que venir aquí sería divertido para ambos, pero era muy aburrido y no entendía por qué a la princesa le parecía interesante éste lugar.

Parecería que sería mejor fingir dormir, pero unas risas provenientes desde el pasillo afuera de la habitación llamaron la atención de Mizuki.

— ¿Escuchaste eso Tomoe? ¿De que se reirán? Quizá esté pasando algo divertido afuera.

Ésto último lo había dicho con tanta emoción que Tomoe le volteo a ver con algo de curiosidad.

— Sal y averigua qué sucede afuera, quizá eso te entretenga de ésto.

Sin decir una palabra más, Mizuki se levantó de la cama y se paro frente a la puerta y junto su cabeza junto a la madera de ella, quería escuchar lo que sucedía.

— ¿Porqué no sales?.

Preguntó Tomoe mientras le observaba con una cega arqueada por la acción de Mizuki.

— Ya sabes porqué no salgo, ya te lo e explicado anteriormente.

Respondió Mizuki.
— ¿Quieres que te acompañé afuera? Quizá eso pueda distraernos. Puedo enseñarte a interactuar con los humanos.

Dijo Tomoe al ponerse de pie de el futon donde se encontraba y acercarse a Mizuki. Le tocó el hombro a lo que el anterior mencionado volteo su cabeza para observar le.

— No creo poder, los humanos son muy crueles... Ya e aceptado el hecho de que me quedaré en el santuario cuando acompañes a Nanami a la escuela, claro... Cuando ella vuelva.

Estos último dicho por Mizuki había sonado con algo de pesar, pero no dejó que éso lo apagará pues había sonreído un poco.

— No deberías de subestimar te Mizuki, yo confío en que podrás hacerlo, vamos... Yo te enseñaré.

Y dicho ésto no dejo ni que el albino pudiera responder, Tomoe abrió la puerta y lo tomó en sus brazos para cargarlo como un costal sobre su hombro derecho.

— Primero que nada hay que ir a un lugar con humanos.

Las palabras que había dicho Tomoe habían sonado muy buenas para ser verdad, cuando Tomoe cargó a Mizuki, sabía que algo no saldría bien, pero no tenía de otra.

Al estar siendo llevado, Mizuki solo iba mal encarado mirando la cola de zorro de su compañero guardián.

— Por lo menos esconde tu cola.

Decía un poco irritado Mizuki mientras le daba un pellizco en el trasero a Tomoe. Sabía que eso lo molestaría lo suficiente, esbozó una sonrisa al ver como los pelos de la cola de Tomoe se erizaba.

— Serpiente traviesa..

Dijo con irritación Tomoe, solo escondió sus cualidades de demonio para no llamar la atención. Pero no dejaría que ésto se quedará así.

Dio una fuerte palmada en el trasero del albino. A lo que esté se estremeció y se terminó dejando llevar, ese golpe lo había dejado flojo.

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— No entiendo que hacemos aquí, ni siquiera necesitamos comer.

Habló Mizuki con un semblante un poco molesto, se encontraban en el bufet del sauna, había varias parejas de ancianos y alguna qué otra de jóvenes y adultos.

Mizuki    x   Tomoe "EL ME AMA" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora