Capítulo 8

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Aquella semana había transcurrido tan deprisa que a penas y se sintieron los días. El día acordado había llegado y en casa de Tamaki se podían sentir en el aire los nervios acumulados de sus dos únicos habitantes. Los amigos de Tamaki habían acordado pasar a recogerlos al medio día. El joven peli azul esperaba impaciente sentado sobre el sillón de la sala; vestía unos jeans no muy ajustados color negro, una camisa blanca holgada y una chaqueta de cuero negra que combinaba perfectamente con el collar de colmillo de tiburón que llevaba al cuello.

-Ya estoy lista. - Se escuchó decir a una femenina voz proveniente de lo alto de las escaleras. - Aunque... N-no lo sé... ¿Me veo bien?

El chico levantó la mirada al escuchar los pasos de su compañera llegar al pie de la escalera, la barrió con los ojos de abajo hacia arriba, quedándose pasmado ante lo linda que se veía la joven sirena; vestía una blusa roja con mangas que llegaban hasta sus muñecas, una falda roja que recaía un poco más arriba de sus rodillas, unas zapatillas cómodas de color negro con detalles blancos, llevaba el cabello suelto y aún portaba aquel collar que él mismo le había regalado, se veía realmente linda, tanto que el pobre muchacho solo pudo balbucear al intentar responder a la pregunta de si se veía bien.

-Di-disculpa estoy... a-algo sorprendido... e-es que... en verdad... Te- te queda mejor de lo que esperaba.

-Gracias por comprarme ropa para la ocasión, tendré que reembolsarte lo que has gastado en mí.

-N-no tienes que hacerlo, yo lo hago porque quiero y... - Se detuvo un momento al analizar las palabras de la chica, quien ahora esperaba sentada a su lado en el sofá. - Oye T/n ¿Puedo preguntarte algo?

-Sí ¿Qué ocurre?

-Tú... ¿Ya decidiste quedarte aquí de manera definitiva? Es decir... ¿Ya decidiste si quieres vivir una vida con los humanos?

Ya habían pasado más de dos meses desde que abandonó aquella vida solitaria bajo el agua, si regresaba jamás sería lo mismo de ninguna manera, se había acostumbrado tanto a la compañía de aquel muchacho que ahora le era difícil imaginarse de nuevo sola en ese viejo y oxidado submarino, rodeada de peces, corales y moluscos como su única compañía, aún no entendía del todo bien cómo funcionaba el mundo humano, había tantas cosas que le faltaba aprender, pero sin duda esa idea sonaba mejor que regresar a la soledad del mar. Quería decírselo en ese momento, que de su boca salieran las palabras ¨Quiero quedarme aquí contigo¨ ¨Quiero aprender a ser como los de tu especie y convivir con los tuyos sin temor¨. Pero apenas entreabrió los labios se vio interrumpida por el sonido del timbre, los amigos de Tamaki habían llegado.

El joven de cabellos azules y su sirenita repasaron una vez más su cuartada antes de abrir la puerta; para todos ellos, T/n era una simple chica que venía de un pequeño pueblo de Osaka, era amiga de la familia de Tamaki y se estaba quedando a vivir con él mientras encontraba un departamento propio. Una vez repasado el plan, Amajiki fue directo a la puerta para dar paso a la ola de sonrisas y saludos amistosos de sus amigos.

-¿Todo listo, sempai? - Preguntó un animado chico peli rojo.

-S-sí, y-ya podemos irnos.

-¿Y dónde está esa linda amiga tuya? Quiero conocerla, Kirishima dijo que habías comentado lo linda que era.

Las palabras del atrevido chico rubio que se hallaba justo detrás de Kirishima consiguieron sonrojar y molestar un poco a Tamaki, sintió la necesidad de cerrar la puerta y esconder bien a su sirenita de las miradas curiosas de aquellos chicos, pues no sólo era Kaminari; otro chico de cabello negro y dientes extraños también mostraba demasiado interés por conocer a T/n. Al notar el ceño fruncido de su mejor amigo, Mirio intervino, y colocando una mano en el hombro del peli azul, consiguió calmar un poco la situación.

El canto de la sirena (Tamaki x T/n)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora