VII

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Cuando Zelena despierta de nuevo se encuentra en la sala de la mansión de Regina.

―Déjame adivinar....¿te quedaste dormida en la sala de estar?...Te he dicho muchas veces que no dejes el televisor prendido. Sabes que eso me molesta demasiado.- Reclama Regina de brazos cruzados 

―Si...- Zelena se toca la cabeza y tiene una laguna mental pues no recuerda nada después de su parada en la tienda.
―Miraba mi programa favorito.- lo dice titubeante. No recuerda mucho, está en blanco. Observa la repisa junto a ella. Se queda observando la vajilla, los cubiertos caros. Todo le recuerda que debe confirmar el banquete. 

―Okey...Solo apágala la próxima vez.- Dice Regina sin tomarle mucha importancia y se marcha después.

Zelena se levanta del sofá y siente raro el cuerpo. Es una pesadez extraña. Se mira al espejo...su aspecto no se ve desaliñeado o fatigado, sin embargo se siente de esa manera. Un zumbido extraño en su oído izquierdo la hace temblar para esto Maléfica desde su guarida, la observa. Está un poco impaciente. La mira desde la bola de cristal de su orbe.

―Echemos un vistazo al despacho, ¿vale?...quiero ver, ¿cuál es la idea de boda perfecta para Emma?. Dice con malicia...lista para burlarse o criticar aquellos gustos tan simples de Swan.

El zumbido en el oído de Zelena sigue presentándose. Zelena no la entiende, eso es evidente. Maléfica mueve su mano alrededor del orbe.

―Sube las escaleras en busca de tu bolso, al momento que dice eso. Zelena recuerda que ha dejado sus cosas en el despacho donde se encuentran los papeles importantes de la boda. Se encuentra con Emma que revisa unos papeles 

―Zelena que sorpresa....se tapa un poco con su bata... pues lleva puesta una lencería de encaje. 


Desde la cueva Maléfica se queda boquiabierta y enfadada. Ordenando esta vez a Zelena que decir sin ninguna interferencia.

"Emma, ¿Qué no tienes casa?...vives aquí todo el tiempo".- Es lo primero que piensa,  sin embargo, Zelena  exclama algo diferente. 
―Oye Emma...¿no tienes frio?.- Le acaricia el hombro con el dedo índice de la mano derecha. Mostrándose un poco divertida con la situación.  Emma se levanta del asiento, acomodandose la bata. Zelena le da la espalda un momento. No es algo que no hubiera visto nunca, pero le tiene respeto 

Maléfica se sorprende un poco...
"¿Enserio?... ¿Quién lo diría?". Suelta una carcajada y luego se molesta  pensando 
¿Qué tiene de especial Emma que no tenga yo?"...

Zelena sonríe, dándose cuenta de que tiene toda la atención de la dragona. Darle en el ego es un golpe muy bajo.

―Espera esto no era parte del plan. -Masculle la mujer bastante molesta ―¡Ve por tu bolsa!. -Grita acercándose la bola de cristal a las manos. Entonces, alguien le responde de vuelta. En su mente logra escuchar la voz de la pelirroja. 

"Buen intento".- le dicen por telepatía. Maléfica se sorprende soltando la bola de cristal. Fue vencida en su propio juego a una velocidad impresionante. 


"¿Cómo lo hiciste?".- Malefica no esta acostumbrada a perder. Es algo nuevo para ella.

"¿De verdad pensaste que  caería con comida?"

―Olvidé decirte que Regina esta arriba esperándote, Emma.- dice Zelena fingiendo amabilidad. 
A penas y la mira. Esto lo susurra y su vista esta hacia la puerta. 

Mientas tanto Emma le ofrece a Zelena el resto de su café.  

―Pasé a Granys antes de venir a casa. Lo ordené sin canela, pero cometieron un error. No quiero desperdiciarlo. - Zelena extiende la mano tomando la bebida

―Yo aún sigo medio dormida, lo tomaré. 

Maléfica se encuentra sorprendida en estos momentos.

Al retirarse Emma,  Zelena se sienta en la silla de la alcaldesa. Asegurándose esta vez de estar sola.

― Si me enseñas aquel truco,  te daré detalles y asi podremos arruinar el pastel .  -Dice en voz alta sabiendo que ella la escucha. 

Maléfica sonríe mientras Zelena le da un sorbo al café. 


Hechizadas [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora