Pelirroja predestinada.

6 3 0
                                    

Maléfica esta preparada para aquel enfrentamiento que ocurrirá en la calle principal del pueblo. 

―Es una locura a los extremos a los que ha llegado con tal de defender tu honor … ¿Estas segura de lo que harás? – Preguntó Lilith preocupada. ―Ustedes ya no son pareja. Podrían explicárselo simplemente

―Es el rey del inframundo. No entiende razones… Es desquiciado por naturaleza. ―y me odia.  Estoy feliz de darle una paliza

―Mamá  te odia medio mundo y no por eso les das una paliza

―Eso no está bien. No lo permitiré. -Intervino Zelena

―La última vez que hablaste con él sirvió de mucho Zelena. – Dijo con sarcasmo. ―Esta bien. Será divertido dejarlo en el suelo implorando piedad –

―Él tiene almas que puede usar para herirte.  No creo que seas conciente de lo que estas haciendo. – Explicó Zelena y la tomó de las manos para que la mirara a los ojos.

―No querida…  Lo haré porque lo merece

―No quiero perderte…

Cuando Lilith escuchó eso salir de los labios de Zelena las dejó solas. Ya había arruinado muchas cosas. Sea lo que fuese que había entre ambas, prefería ya no meterse más.

Maléfica enredó sus dedos en su cabello, acercandola, sentía el gran impulso de besarla. Como muchas veces lo había hecho

―Lo sé… Somos buenas…amigas..

La miró

―Esto es personal… Así que no te preocupes yo no pierdo tan fácil

La soltó y Zelena sintió un pequeño calor en las mejillas. Su respiración se agitó. Aun sentía esa atracción como la primera vez. 

―De… De acuerdo… Le tembló la voz.  -Estaré ahí y espero no intervenir.

Zelena se alejó. No entendía tantas cosas. En primera realmente había Estado enamorada aquel amor que te puede consumir y que es doloroso si se pierde. Y era desolador porque no se podía vivir el duelo como si fuera una ruptura ya que la veía a diario

Estaba destinada a no encontrar el amor nunca. Suspiró. Se sentía rechazada.

Maléfica notó la mirada cansada y le expresión triste de la pelirroja.

―Zelena puedes decirme lo que te aqueja…

―No. No puedo. – Lágrimas amenazaban con salir de sus ojos y delatarla

“No puedo dejarte ir tan fácil y me molesta que tú ya no lo intentes más.  Acaso, ¿me odiaste siempre? Siento tu rechazo y duele como si se tratara de un hierro caliente sobre mi piel” Pensó y Maléfica lo escuchó todo.

Maléfica las transportó con magia a una habitación secreta de la casa.

―Zelena debes ser completamente honesta conmigo… ¿no estas feliz con la decisión de alejarnos? , ¿ cierto?... ¿Cómo te sientes?

Las lagrimas de Zelena se escurrían por sus mejillas.  Lloraba amargamente

―Por supuesto que no… . Odio a Swan… Odio esto… Nuestro tatuaje del amor verdadero no se me ha quitado y es una clara señal de que aún te amo… Amo todo de ti y siento horrible el haber dicho lo que dije. Respecto a olvidar todo. Pero tengo miedo de sentir lo que siento respecto a ti…

―Lo sabia…

Zelena dejó de llorar

―Sabía que no lo decias enserio. – Maléfica se puso feliz.y la abrazó. ―Te prometo que tendremos más salidas juntas.  Más momentos inolvidables. A mi tampoco se me ha quitado el tatuaje… porque tu eres mi complemento, querida. Eres mi amor destinado… Tu eres mi pelirroja predestinada.

Zelena sonrió y quiso darle un beso, pero Maléfica no se lo permitió

―Sé que estas preocupada por la pelea, pero lucharé mejor si tus besos son mi recompensa.

―En ese caso. Te daré mil besos cuando ganes


Hechizadas [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora