III

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Eran las 12 pm cuando Lilith recibió la información de Zelena. Estaba acostada sobre su cama con los pies recargados en la pared. Llevaba unos calcetines deportivos de líneas negras que se observaban desde la entrada, su puerta estaba abierta, como a la espera de que alguien entrara.

―Hermanastra de Regina,  ajá....Muy interesante.- Dice bajo y maliciosa. ―¿Y es soltera?...Oh; arruina todas sus relaciones que genial. Y vive cerca.- Confirmó sin mover ni un sólo dedo, pues una profesional avalada en la investigación criminal le estaba dando esos datos   ―Es perfecto. -Dijo Lilith al teléfono.

―Okey, sólo no dejes que tu madre se entere de nuestra amistad de antaño;  quítamela de encima ¿si?.- dice Emma al otro lado de la línea un poco preocupada por lo que Mal pueda hacer.

―Relájate es inofensiva.- Esta vez la castaña se expresa con naturalidad.

―¿Quién qué Lilith?...- Cuestiona Maléfica en tono autoritario. Lleva conociendo poco tiempo a su hija. No puede evitar no preocuparse al escuchar esa clase de adjetivos. Lilith, puede tener un concepto erróneo del peligro si nos referimos a ciertas bestias o cosas mágicas que aún desconoce. Podría ponerse en riesgo. Se cruza de brazos en el marco de la puerta y al no obtener respuesta se acerca más.

―Estoy hablando de mi cachorro,  mamá. Evy es inofensiva. 

Aparece un pequeño chihuahua corriendo  con un juguete ruidoso en el hocico, comienza a dar vueltas hasta echarse en el suelo mientras sigue mordiendo el juguete.

Maléfica se tranquiliza y decide olvidarlo ―Okey sólo cálmala,  es algo tarde.  -Suelta un poco molesta por todo el escándalo que hace el perro.

―Oye  má..,- Lilith esta sentada en la cama. Moviendo las manos para apartarle el juguete. ―¿Qué harás mañana?. -La mira, esperando que la respuesta sea volver al pueblo, eso le convendría muchísimo.

―Pasaré a ver a un "colega". .- Responde de mala gana,  pues el tipo no le agrada.

―¿Te refieres al cocodrilo?.

―Si. Iré a visitarlo un rato.

―¿Irás temprano?

―Por la tarde. -Dice antes de darle un beso en la frente. 

Sonríe de oreja a oreja. - ―Parece que tendremos la casa tú y yo solas Evy. - La acurruca en su pecho, unos segundos. 

Maléfica se retira, dejando a la muchacha sola.

―Si. Yo puedo hacer que Regina la obligue a estar ahí....le responde Emma en la línea.―¿vienes a la  casa a comer?,  Gina;  estará encantada de conocerte.

―Claro. Nos vemos mañana.  Mándame la dirección. -Dice bajo para que Mal no lo escuche. ―Llevaré tarta de manzana.

―Va a amarte. Suelta Emma antes de colgar.

Hechizadas [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora