Capítulo 3:Propuesta

1.1K 41 4
                                    

Capítulo 3
              Propuesta

- ¡Amy! - Grit a mi hermano desde abajo.

- ¿Quieres callarte y no gritar? - Digo tapandome la cabeza con la almohada.

- Amy, baja. - Resoplo, si no hubiera ido a ese asqueroso sitio, ahora no estaría así, pero yo y mi maldita curiosidad nunca hacemos caso.

- ¿Qué quieres? - Digo, y entonces lo veo con una maleta. - ¿Qué haces con una maleta? ¿Me vas a echar?

- Ya quisiéramos. - Dice Nash, ¿Por qué era tan estúpido?

- ¡Cállate! - Le digo ya enfadada.

- Me voy. - Dice Cameron y toda mi atención se centra ahora en él.

- ¿Qué? ¿Cómo que te vas?

- Pequeña, es del trabajo, y mirando como estamos necesitamos el dinero.

- Ya, pero he venido aquí para estar contigo y... ahora te vas.

- Amy... no tengo opción. - Suspiro, no quiero que se vaya, no ahora, no he dejado a mamá sola para que ahora él se tenga que ir.

- ¿Y porqué no va el? - Le digo señalando a Nash. Que se vaya él, no me importa.

- Nena, no me hagas reír. - Ruedo los ojos escuchando su maldita voz.

- No te vayas, por favor. - Le digo a Cameron acercándome a él, si hace falta hasta le suplicaría.

- Amy, te vuelvo a repetir que no tengo opción.  - Se acerca a mi y me abraza. - Ahora estás a cargo de Nash.- Le miro sorprendida y él también.

- ¿Qué? No pienso quedarme a cargo de una niñata.

- ¡No soy una niñata!

- ¡Basta! - Dice Cameron, harto por su tono de voz. -Las cosas son así y si vosotros no ponéis de vuestra parte no hacemos nada. -Suspiro, esto no era justo, ya tengo 18 años, no me hace falta estar a cargo de nadie

- Está bien, no quiero que te vayas enfadado. -Digo y le abrazo. -¿Cuándo volverás? - Él no dice nada y yo esperaba que dijera unos días, pero para mi mala suerte, como siempre, no fue así.

- 2 meses. - Abro mis ojos completamente. No pensé que diría tanto tiempo.

- ¿2 meses?

- Sí. - Suena el pitido del taxi y Cameron me da un abrazo antes de irse. - Te echaré de menos pequeña, te quiero. - Sin dejarme decirle nada más, lo veo ir hacia la puerta y salir por esta. No lo creo, ¿Para que estoy aquí entonces?

Miro a Nash quien me miraba divertido y le echo una mirada de asco.

- ¿Qué ves tan divertido?

- Que ahora eres toda mía.

- Sí, claro, más quisieras.

- Lo ha dicho Cameron, estás a mi cargo. - Él se levanta y yo retrocedo, ¿Es que es bipolar? Primero me desprecia y ahora ¿intenta besarme? Choco con la pared y él se pone en frente de mí. Pone sus brazos a cada lado de mi costado y se acerca a mi.
-Nash...

- Shh, solo déjate llevar nena.

- No quiero que me beses. ¿Por qué quieres besarme?

- Es tentador para mí que estés sola conmigo.

- Pero...

- Tranquila, tenemos dos meses. - Dijo él y ríe mientras se alejade mi y sube las escaleras para desaparecer. ¿En donde me había metido yo?

Me despierto igual que la noche anterior, oigo un ruido que provenía de abajo, miro mi reloj, y son las 2:30, igual que la noche anterior.

Debería quedarme en la cama, pero igualmente no lo hago, la curiosidad me gana.

Bajo y lo veo allí, dispuesto a salir, pero él se da la vuelta y me mira.

- No soy bueno en esto, siempre acabas despertandote.

- ¿Vas a volver a irte?

- Sí, y está vez no me acompañarás.

- ¿Quién ha dicho que yo quiera acompañarte?

- En ese caso, me voy. - Dice abriendo la puerta.

- ¡Espera! - Él suspira y vuelve a mirarme.

- ¿Qué?

- ¿Me vas a dejar aquí sola?

- Nena, tengo que irme y como veras no me preocupa en lo más mínimo si te quedas sola o no.

- Pero... -Bajo las escaleras del todo y me puse frente a él. El me mira de arriba a abajo, comprobando mi fresco pijama, que consiste en una camiseta de tirantes y unos pantalones cortos, que creo que más cortos no podían ser. Maldigo por no haberme puesto algo más antes de bajar. - Nash...

- ¡A la mierda! -  Dice tirando las llaves al suelo y acercándose a mi, me coge de la cintura y aunque yo lo alejo finalmente me besa, al principio me resisto a hacerlo, pero termino besándolo yo también, subo mis manos a su cuello y los puse alrededor de éste, el beso dura lo suficiente como para tener que separarnos para poder respirar. Él me mira y sonríe.

- No me esperes despierta nena. - Dice antes de salir por la puerta y coger las llaves que antes había tirado. Suspiro, nunca me ha gustado estar sola y mucho menos ahora, así que me acuesto en el sofá y esperaría a que viniese. Mientras pienso en el beso que me acaba de dar, no sé cómo ha pasado todo esto.


3, 4, 5,

¡Por dios, las 5:30! ¿Se puede saber donde esta?
Se oye la puerta abrirse y veo a... ¿Carter? ¿Qué hacía él aquí?
Me levanto y veo que estaba sosteniendo a Nash e intentando que no cayera, ya que estaba ebrio.

- ¿Ha bebido?

- Sí, y mucho. - Le ayudo a meterlo en casa y lo acostamos en el sofá.

-Gracias. - Le sonrío. - Tengo que irme, pero si quieres mañana podemos quedar.

- Claro. - Asiento sonriente. Él se va después de despedirse y me dirijo a ver a Nash, cuando vi que estaba durmiendo, me iba a ir de nuevo a mi habitación, pero una mano me lo impide. Miro a Nash cuando él me sujeta para que no me vaya.

- ¿Qué pasa? - Le digo frunciendo el ceño.

- No te vayas, quédate conmigo.

- Te pedí lo mismo hace horas y mira como estas ahora.

- Amy, por favor. - Debería dejar de ser tan buena con la gente. Me siento a un lado suyo, pero él tira de mi haciendo que me acostara a su lado, pasa su mano por mi cintura y me acerca a él. - He estado pensando...

- ¿Qué vas a pensar si estas borracho?

- ¿Me quieres dejar terminar? -Suspiro y asiento. -He pensado en una cosa, pero me tienes que prometer que la harás.

- ¿El qué?

- Amy, yo puedo hacer que experimentes, más de lo que tu crees, pero eso solo si tu quieres. - Abro mis ojos y me doy la vuelta para mirarlo.

- ¿Me estas diciendo que me acueste contigo?

- Sí... bueno no exactamente. Sólo tienes que aceptar y te prometo que disfrutarás.

- Nash...

- Piensatelo ¿Vale? - Asiento, ¿por qué tenía que pensarme eso? Yo no quería acostarme con él, ¿Verdad?

- ¿Puedo preguntarte algo yo ahora? -Él asiente. - ¿Por qué estás tan interesado ahora en mí? - Pregunt o esperando respuesta, pero no la tuve y eso hace aumentar mis dudas. -Contestame.

- Amy, estoy cansado, déjame descansar.

- Me responderás.

- Te lo prometo. - Yo sonrío y dispuesta a levantarme, vuelve a cogerme y me acuesta a su lado. -No te vayas. - Sonrío leve mirándole y acabo asintiendo.

Nunca hubiera pensado esto de Nash, ¿Pero que pasaría si yo aceptase su propuesta?

Aléjate de mí #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora