Como Un Chico - Imagina Con Lisa

La Noche

Lisa estaba quitando mi ropa mientras la besaba. Pasé mi mano por su espalda quitando su vestido de un solo movimiento y dejándolo caer al suelo.

– Espera... – Quité mis botas y guantes.

Ella ya había bajado el cierre del traje y bajé la parte de arriba. Tomé su cintura y ella se pegó a la pared apagando la luz por accidente lo cual no nos importó. Ella quitó mi camiseta y después fuimos a la cama en donde terminamos de quitarnos nuestra ropa.

Las maletas estaban en su puerta y ahí de quedarían.

Toqué su entrepierna sintiendo que tan mojada estaba Lisa.

– Si... – Me abrazó.

No puedo dejarla ir... es una escuela militar del gobierno... hasta el mejor soldado puede fracasar fácilmente.

– ¡Aah! – Echó su cabeza hacia atrás.

Comencé a dejar besos en sus pechos mientras estimulaba su clítoris lentamente.

Se que ella siente un nudo en la garganta en estos momentos, sus acciones y la forma en la que me abrazaba lo dice todo. Ella sabe que por más que llore no puede hacer nada ni por tanto que reclame...

Tomé sus piernas y me posicione en medio de ellas. Ella abrazó mi cuello y comenzó a besarme. Sus gemidos en mis labios estaban excitandome demasiado y ella no paraba de hacerlo porque yo no paraba mis movimientos.

– _______... – Cerró sus ojos.– No pares... – Miré lágrimas salir de sus ojos.– No lo hagas...

Puse mi peso en mis codos para poderme mover mejor y no resistía más, no puedo hacerla llorar más.

Me olvidé completamente del tiempo y me enfoqué solo en como se sentía ella. Con ella siento que no me falta nada y que puedo dejar de preocuparme por todo, se vuelve mi única prioridad.

Su cuerpo es tan delicado aunque no lo parezca... incluso sus besos lo son... la forma en la que me mira y esa tristeza que noto cuando no le doy tanta atención... ella es una máquina de sentimientos y emociones.

Lisa ante los demás, sabe que es mejor, ella misma lo dice, pero cuando está conmigo se llena de inseguridades... no se siente satisfecha con su cuerpo o incluso no se siente suficiente para mi... Jackson dijo algo tipo: "Amiga, comprendela... llegaste tú, siendo mejor que ella, eres linda, inteligente, obediente, respetuosa... se enamoró de la competencia que ella misma se inventó... Lisa solo se siente insuficiente porque tú eres todo lo contrario a ella... ella es todo lo malo y tú... todo lo bueno..."

Ella no es todo lo malo... ¿Qué más da si no es buena en matemáticas? Eso no me interesa en lo absoluto.

Necesito darle una razón del porqué está desnuda debajo mío... su cuerpo debe de saber cuanto lo amo.

Nuestras respiraciones agitadas se escuchan en la habitación y solo nuestros cuerpos podían sentir esos orgasmos que habían sido provocados por un cuerpo ajeno.

– Falta una sorpresa... – Sonreí intentando tranquilizar mi respiración.

– Espero que no hayas gastado dinero... – Me abrazó.

– Lisa... ayer rompí tu boleto... y ya no hay más... no dejaré que te vayas y mis tíos lo saben – Sonreí y me recosté en su pecho.– Puedes dormir tranquila... – Abracé su cintura.– Estoy aquí...

Escuché un suspiro de su parte y comenzó a acariciar mi cabello, su corazón latía fuerte... quizás por la noticia o por lo de hace un momento.

– Quiero... ponerme me ropa...

La miré confundida y asentí. Me hice a un lado y ella se sentó para comenzar a tomar su ropa..

– Los chicos se llevaron mi ropa... – Rasqué mi cabeza.

– Tengo ropa tuya, no te preocupes – Dijo en voz baja.

– ¿Todo bien? – Tomé mi ropa y comencé a ponerla.

– Si... – Respondió.– Hay un patalón en el segundo cajón.

Me puse de pie y caminé hacia el cajón para abrirlo y tomar mi pantalón.

– Toma otra cosa, no duermas en pantalón...

– Estoy bien... no te preocupes – Cerré el cajón y puse mi pantalón.

Lisa se puso de pie y tomó una pijama para ella y se la puso. Sentía que algo no estaba bien, se miraba muy extraña.

– Lisa... ¿Qué pa...

Ella se lanzó a mis brazos haciendo que la cargara. Comenzó a llenar mi rostro de besos y no entendía porqué lo hacía pero me estaba gustando.

– ¡Te amo! – Dejó un beso en mis labios.

– Shhh... – Reí.– Vas a despertar a alguien...

Caminé hacia la cama y la recosté en ella mientras que yo me ponía a su lado y nos cubría con las sábanas.

– No sabes cuanto me costó convencer a mis tíos... – La abracé.– Te ayudaré en todo lo que necesites... – Besé su mejilla.

– Necesito que me acompañes a comprar otra patineta...

– Sé que no necesitas eso – Reí al igual que ella.

– Los chicos me dijeron algo... – Dejó de reír y me miró a los ojos.– ¿Es verdad que te gustaría tener hijos?

– Bueno... – Sonreí.– Sería lindo... pero no por ahora.

– Yo no quiero... – Me miró seria.

– No me refiero a que quiero tenerlo contigo... – Ella alzó sus cejas.– No es eso... tampoco me refiero a que lo quiero tener con alguien más... – Solté un suspiro.– Solo yo... está bien si tu no quieres... pero no hablo de un embarazo...

– Tengo la certeza de que seguiremos juntas por siempre... ¿Cómo lo harás? – Abrazó mi cuello.

– Se que te podré convencer... – Sonreí.

– Ni lo pienses – Rió.

– Una linda niña... – Tomé su mejilla.– Que pueda cargar en mis brazos y llenarla de amor... – Dejé un beso en sus labios.

– ¿Por qué no haces eso conmigo? – Hizo un puchero.

– Si lo hago – Bufé.– Pero tú no podrías ser mi hija... eso sería enfermo.

– Intenta hacerme un hijo – Sonrió.

– ¿Cómo voy a hacer eso? – Pregunté confundida.

– Deberías intentarlo demasiadas veces... quizás en una de esas lo logras... – Tomó mi nuca.– Pero los orgasmos estarán asegurados... – Comenzó a besar mi cuello.

– Oye... ya nos pusimos la ropa... – Intenté apartarla de mi.

– No importa... – Tomó mi mano y la metió debajo de su pijama.– Te mereces un premio...