Todos Sufrimos

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Nadie sufre más que alguien más... solo es un dolor distinto.

Es verdad, en casa nada estaba bien pero aún así se me hizo muy difícil soltar todo eso que me hacía mal... pensaba que ser una persona muy inteligente haría que tuviera atención de mis padres pero solo hizo que los sintiera más distantes.

En esa casa no había amor, sueños y mucho menos había cariño. Todo comenzó a dejar de tener importancia... solo Tae y Jackson se preocupaban por como estaba día a día, ellos siempre han estado ahí y nunca se han ido... quizás soy inteligente pero mi mente es muy débil... mucho más si no hay alguien a mi lado.

– Deben de irse... ella no quiere verlos...

– Es nuestra hija.

– ¿Desde cuándo lo es? ¿Por qué les preocupa hasta ahora?

– Ella necesita descansar... no levanten las voz – Dijo una voz desconocida.

No soy yo quien debería de ser el centro de atención... es Lisa...

– ¡_______! – Gritó Jennie y tomó mi camiseta haciendo que abriera mis ojos.

– ¡Señorita! ¡Sueltela! – Dijo el doctor.

– La despertó... – Dijo Taehyung acercándose a mi.– _______... ¿Qué pasó?

– Lisa... – Susurré.

– Ella está afuera... – Dijo Jackson.

– Ella... – Tragué saliva.– Está triste...

– Necesitas descansar... – Dijo Taehyung.

– ¿Quieres que llame a Lisa? – Preguntó Rosé y yo asentí con pocas fuerzas.

– Me siento mareada... – Dije mirando a Jackson.– Lisa te... encajó una navaja en la pierna...

– Hija... Lisa necesita ayuda profesional – Dijo mi tía.

– Lisa no me... – Jisoo me interrumpió.

– Necesitas descansar... – Jisoo acarició mi mejilla.

– _______... – Dijo Lisa llorando.– Diles que yo no fui... – Intentó acercarse.

– ¡Aléjate!

Sentí como mi corazón comenzó a latir con fuerza al ver a mis padres en la habitación... ¿Qué hacen aquí?

– ¿Cuánto tiempo llevo aquí? – Miré a Taehyung.

– Toda la noche... ya es otro día  – Dijo Taehyung.

– ¡_______! – Gritó Lisa y se lanzó a mi lastimando mi pierna.

– Lisa... – Cerré mis ojos del dolor.

– ¡Señorita! – Gritó el doctor.

– ¡Me quieren llevar! – Gritó Lisa y se aferró a mi.

Como pude la abracé y solté un suspiro... estaba comenzando a alterarme un poco.

– ¿Qué pasa? – Pregunté mirando a mis tíos e ignorando a mis padres.

– Ya te lo dije... Lisa te...

– ¡No es verdad! – Gritó Lisa.– ¡Diles que no es verdad! – Me miró asustada.

– Señorita, la está lastimando... – Dijo el doctor.

– Ella no me hizo nada... – Solté un suspiro.– Yo metí la navaja a mi pantalón y... caí... seguro eso fue lo que pasó... no hay porque gritar...

– ¿Ella no te hizo nada? – Preguntó Jackson confundido.

– No... ella me dio su navaja y la metí a mi pantalón... ¿Por qué me desmayé? – Miré al doctor.

– Le hace falta descansar... es muy joven para tener mucha presión... – Contestó el doctor.– Quizás llevas en tu vida mucha angustia... debes olvidar por ratos la escuela y los problemas que tengas...

– ¿Qué? – Preguntó Lisa.

– ¿Ustedes pensaron que Lisa me hizo esto? – Miré a todos y asintieron.– ¿Qué demonios tienen en la cabeza? – Fruncí el seño.– Lisa tiene mala conducta... es grosera y puede soltar algún golpe pero ella nunca lastimaría a alguien de esta forma.

– Quizás estos son los problemas que te causaron esto... – Dijo el doctor.– Lo mejor será que todos se salgan...

– Claro que no, estoy perfectamente bien – Me senté con Lisa en mis brazos y sentí un gran dolor en mi pierna.

– No estás bien, vas a abrir la herida de nuevo – El doctor me recostó en la camilla.

– No los quiero aquí – Dije mirando a mis padres.– No ahora – Cerré mis ojos.– Solo... dejen de actuar de esa forma... dejen de desconfiar de Lisa... dejen de tratarme como si fuera alguien de la realeza y dejen de ser tan estúpidos...

– Si... descansa – Dijo el doctor.– Todos deben de salir.

– _______... – Lisa me miró.

– Tranquila... – La abracé.– ¿Por qué nadie dice nada? ¿Enserio Lisa merece todo esto? ¿Ella merece que la traten como una delincuente?

El doctor sacó a todos de la habitación y la única persona que se quedó conmigo fue Lisa quien estaba asustada y nerviosa.

– Lisa... me duele... – Cerré mis ojos.

– Lo siento... – Se sentó en la camilla.– _______...

– No digas nada... – Tomé su mano.– Yo sola te voy a ayudar... haré hasta la imposible – Abrí mis ojos y la miré.

– Si... nunca hubiéramos discutido... esto no hubiera pasado... – Hizo un puchero.– Yo debí haber ido a esa escuela...

– Lisa... no digas nada ahora... solo hazlo... – Le sonreí.– Ellos no te harán nada... ni siquiera hicieron el esfuerzo por atraparte aquí adentro...

– Pero... – Miró mis ojos.

– Entiende... esto debe de ser porque aún somos jóvenes... es solo una etapa de rebeldía que se puede cambiar – Miré la puerta.– Para cambiar... solo debes de querer hacerlo...

– Pero no estoy loca...

– El psicólogo no es para locos... creo que... a mi también me vendría bien uno... – Cerré mis ojos de nuevo.– Me duele la pierna...

– Tranquila... – Ella tomó mi mano.

– ¿Lo puedes ignorar? Todo lo que te molesta... debes de ignorarlo y dejarlo pasar... solo así podrás superarlo... – Puse su mano en mi mejilla.– ¿Puedes ignorarlo y cuidarme?

– ¿Qué? – Preguntó confundida mientras se acercaba a mi rostro.

– Mi madre... nunca me cuidó como lo haría cualquier otra... no sé como se siente ese cariño que solo una madre te puede dar... – Solté un suspiro.– Abrázame y acaricia mi mejilla...

– Pero... ¿Qué tiene que ver eso?...

– Necesito que seas fuerte... no puedo cuidarme yo sola en estos momentos... ni siquiera puedo caminar...

– ¿Por qué no abres los ojos? – Susurró.

– Porque si lo hago... no podré evitar llorar...

Como Un Chico - Imagina Con LisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora