❇️CAPÍTULO 11

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NO ERES BIENVENIDA.

— ¿A dónde tan temprano, Bruno?

Preguntó Leandro, estando algunos pasos detrás de su hijo. Manteniendo una pose autoritaria, con ambas manos dentro de los bolsillos de su pantalón, comenzó a caminar lentamente hasta su hijo para colocarse al frente de él y seguir observándolo.

Leandro Zambrano sabía muy bien la imagen que podría llegar a transmitirle a cualquiera que tuviera frente a él, pero sin duda le encantaba cuando estaba al frente de una persona que a simple viste era muy fácil de manejar.

— Papá, no sabía que ya habías salido de la junta con los inversionistas. —habló tratando de no mostrarse algo intimidado o sorprendido por la presencia inesperada de su padre.

— Ahora puedes darte cuenta que ya estoy libre y gracias a eso, puedo notar que tú también... Lo que no entiendo es, ¿A dónde te diriges con tanta prisa?

— Papá... —resopló— ¿Vas a cuestionarme cómo si tuviera quince años? Tengo que ir a la unidad para saber cómo va el caso de la desaparición de mi hija. Te recuerdo que ella aún sigue desaparecida y yo no puedo estar todo el tiempo en el trabajo, debo encontrar a mi hija.

— Claro, tienes razón... Es solo que me parecía extraño que alguien tan dedicado a su trabajo, ahora tenga tanta prisa por huir de las oficinas. —colocó una mano en el hombro ajeno guardando una distancia entre ellos y prosiguió— Espero que pronto tengamos noticias sobre mi nieta.

Por unos segundos pensó que su padre había creído sus palabras, con esa respuesta y por el tono que había usado en ellas, podría parecer que iba enserio. Leandro retiró la mano del hombro de su hijo para dejarlo continuar con su camino, esperó hasta que él se adentrara en el elevador de la empresa y volvió a llamarlo.

— Espero que los médicos hayan atendido bien a tu hermana, pronto la iré a ver al hospital. Y Bruno... espero que sea la última vez que me ocultas algo.

Las puertas del elevador se cerraron con Bruno dentro, quién al escuchar a su padre quedó un poco sorprendido y un poco preocupado porque su padre ya había descubierto lo que había ocurrido ayer por la noche. Eso no era bueno para su hermana, aunque Nicole se hubiera escapado de casa y después haber terminado en un hospital, su padre no comprendería que lo mejor era que ella al final estuviera bien. Lo único que vería de todo esto, sería la gran "mancha" del apellido Zambrano.

«¿Cómo rayos se enteró?»

Los únicos que se suponía que sabían sobre la situación de su hermana eran Óscar, Elizabeth y él. Y habían prometido guardar el secreto para que su padre no actuara en contra de Nicole, por lo menos hasta que ella saliera del hospital.

Sentía un poco de culpa por la situación en la que Nicole se encontraba, él había escuchado cómo su hermana por la noche había abierto la puerta de su habitación para salir y los intentos de pasos sigilosos que ella había tratado de hacer para no ser descubierta por los miembros de la casa. La había mirado escaparse junto a su mejor amigo en la motocicleta, a pesar de haberla visto "romper" los reglamentos de su padre, no la detuvo. Esa noche él también se encontraba fastidiado por la situación que estaban viviendo junto a su padre, sentía que después de la muerte de Ámbar, su madre, su hogar se había convertido en una especie de presidio, el cual era regido por su padre. Las presiones constantes a las que él y su hermana eran sometidos la mayor parte del tiempo, comenzaban a dejar de ser normales para él.

𝐌𝐈𝐋𝐋𝐎𝐍 𝐃𝐄 𝐌𝐈𝐋𝐋𝐀𝐒.  ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora