Ahi me encontraba tan feliz como siempre, esa sonrisa era imborrable. Me emocionaba tanto al saber que pronto tendré la bendicion de Dios junto al hombre que amo.
El anillo de compromiso era divino, precioso, me pasaba mirandolo como idiota. Recuerdo cuando conoci a Michael.
FLASHBACK:
-¿Discupa conoce esta calle?
-Ah si, esta aqui a la vuelta, no esta demasiado lejos solo a unas cuadras de aqui.
- ¿Podrias acompañarme...?
- TN ¿Y tu?
-Michael, un gusto.
Su mirada, eso ojos color miel que me enloquecian cada vez que lo miraba. Desde ese dia empezamos a salir, y dentro de unos meses al fin ya eramos pareja.