Yo en Boku no Hero Academia

Prologo

Habiendo caído ya la noche, Izuku Midorilla también conocido como Deku y noveno portador del One For All se encontraba saliendo de la enfermería de la U.A después de que el y sus compañeros de la clase 1-A fueran atacados por la Liga de Villanos durante su visita a la USJ. Al salir de la U.A se encuentra con sus amigos, Ochaco Uraraka y Tenya Iida, quienes se encontraban esperándolo en la salida...

-¡Deku-kun! -dijo Uraraka sonriendo al verlo-.

Izuku sonrío al verlos a ambos mientras sus ojos esmeralda brillaban...

Y así el trio de amigos comenzó a caminar hasta sus respectivos hogares mientras que en el camino mantenían una platica de lo que había sucedido durante el día...

-Joder, que gran historia tio, me he emocionado y todo, que final épico -dije mientras pausaba el video-.

Sip, me encontraba en mi habitación viendo Boku no Hero más específicamente acababa de terminar de ver la primera temporada.

Sinceramente, la primera vez que me mencionaron ese anime, creí que seria algo aburrido y patético sin embargo en estos momentos retiro todo lo que dije en ese entonces. Es más si pudiera volver el tiempo unos meses atrás y encontrarme con mi yo del pasado lo golpearía sin piedad  para obligarlo a que se disculpe por insultar semejante obra de arte.

Eran alrededor de las 2 y media de la tarde. La verdad no sabía si continuar viendo Boku no Hero o si terminar de ver  los otros animes que tenia pendientes. Al final me decidí por la primera opción cuando en eso...

-¡¿Sebastian  ya hiciste los mandados ?! -oí la voz de mi madre desde la cocina-.

-¡¿Yo otra vez ma?! -respondí un tanto molesto-. ¡Mándalo al otro que no hace nada!

-¡Pelotudo!¡Tu hermano tiene la pierna enyesada! -gritó-.

-Ay si perdón.

Después de esa incomoda discusión me levanté para ponerme mi ropa para salir y hacer los mandados. Realmente es un poco fastidioso que tu hermano menor se encuentre lastimado y sin poder moverse y tu tengas que realizar por ambos las tareas de la casa pero ya que, la vida continua

Salí a la calle con una sudadera negra con capucha, unos pantalones rojos y mis tenis negros para hacer los mandados. Normalmente siempre salgo a la calle vestido como me da la gana y con la capucha puesta ya que por la zona en la que vivo las personas apenas si me conocen y eso es por que casi no salgo de mi casa. Aunque eso ya es culpa mía por vivir encerrado en mi habitación viendo anime y jugando videojuegos.

¿Amigos? Ya quisiera. El único amigo que tengo es el demonio que vive bajo mi cama y hasta el ya se harto de tener que vivir conmigo. No se si tomarme eso como algo bueno o algo malo.

En fin después de compra todo lo que mi madre me anotó el la hoja me dispuse a regresar a mi casa. Tardé un buen rato en comprar todo debido a que no conseguía por ningún lado los medicamentos para mi hermano.

Ya estando por llegar, por el camino pude ver como un grupo de chicos caminaban mientras reían y se divertían. Al ver eso inmediatamente comencé a envidiarlos ¿La razón? Pues desde que entré a la secundaria se me dificultó mucho el poder hacer amigos debido a mi forma de ser y las cosa que me gustan y por esa razón, al entrar al cuarto año decidí dejar de lado mis intentos de llevarme bien con los demás chicos de mi clase.

Mientras esperaba para cruzar la calle noté que del otro lado una pequeña niña caminaba tomada de la mano de su madre.

De repente la niña suelta la mano de su madre y sale corriendo a cruzar la calle. Al principio no le tomé importancia pero al mirar a mi derecha puede ver como un camión se dirigía a toda velocidad mientras hacía sonar el claxon.