Segunda parte de a solas.
Los días pasaron desde la última vez que la mente de Martha la traicionó con aquellos pensamientos.
Aquel día era especialmente cálido, así que decidió que después de impartir sus correspondientes clases e ir a cenar, se daría un reconfortante baño en el baño de los prefectos.
Y así las horas pasaron hasta la cena, donde lo vio y su mente volvió a tener aquellos pensamientos que estaban tan mal, pero la hacían sentir sensaciones que jamás había experimentado, así que después de la cena, fue rauda y veloz hacia el baño de los prefectos.
Al entrar preparo la gran bañera con agua tibia y comenzó a quitarse la ropa lentamente.
Su mente la torturaba de una manera que a ella le parecía exquisita.
-Imagina que es Severus quien te quita ahora mismo la ropa-
Y así lo hizo, sintió sus callosas y grandes manos tocando la suave piel de sus hombros, provocándole un escalofrío que llego hasta su zona íntima, se apresuró en quitarse la ropa y adentrarse en la gran bañera, ya dentro se dispuso a calmar el fuego que se hallaba entre sus piernas.
Se aseguró de silenciar completamente el baño, pero hubo un detalle que pasó por alto, no cerró la puerta del todo.
Por el pasillo de aquel baño, un pelinegro hacia sus rondas nocturnas, hasta que vio la puerta del baño de prefectos semi abierta, pensando que sería algún alumno, el profesor entró dispuesto a ponerle un duro castigo a quien allí se hallaba.
Al entrar cerró la puerta, para evitar que se escapara, cuanto más se adentraba iba escuchando una voz femenina, a lo lejos escucho su nombre y se sorprendió.
Siguió hasta llegar cerca de la gran bañera, viendo como una joven de pelo castaño claro, clamaba su nombre como el de un dios.
-Severus...-gemía-
Siguió acercándose sigilosamente y se dio cuenta de quien era, su cuerpo reaccionó a la sensación placentera que se estaba proporcionando aquella mujer en su nombre.
Sintiendo como su miembro poco a poco se iba endureciendo, agradeció el vestir de negro.
Llegó hasta la altura de la joven, quien parecía no darse cuenta de lo que sucedía a sus espaldas, se agachó y sin tocarla se acerco a su oído.
-Vaya señorita Stewart-susurro-
La joven paro ante la sensación del aliento del hombre en su oído, no giro la cabeza pensando que sería producto de su propia fantasía, siguió cada vez más rápido.
El pocionista sabía que estaba apunto de llegar al orgasmo y ahora rozandole levemente los hombros, volvió a susurrarle.
-Si quiere puedo ayudarle-
Esta vez se giro encontrándose frente a frente con aquellos ojos negro que la volvían loca.
-Profesor Snape puedo explicarlo-dijo con un tono de voz avergonzado-
No respondió y la tomó del mentón para poder besarla, aquel exquisito beso volvió a avivar el fuego en la joven.
Salió de la bañera, completamente desnuda, Severus miraba como se acercaba a él y observaba como la joven lo miraba de arriba abajo, parando su vista en su endurecida entrepierna.
Martha en un impulso de atrevimiento llevo la mano hasta aquella zona y la acarició por encima del pantalón, provocando un leve gruñido, se puso de puntillas para poder llegar a su oído y con un tono perfectamente atrevido le susurro.
-¿Esto lo he provocado yo profesor?-
Sin esperar respuesta comenzó a desabrochar el pantalón, bajando lo junto al bóxer negro, dejando a la vista el miembro completamente endurecido del pelinegro.
Martha sonrió y envolvió con sus finas manos el grueso miembro para poder bombearlo lentamente, haciendo que Severus soltara algún gruñido.
-Hágame suya profesor-dijo en un tono algo inocente-
Se quito el resto de la ropa y tomándola de la mano, ambos de metieron a la bañera.
Ya dentro, la atrajo hacia él, para hacer que la joven se introdujera su miembro de una, mientras la tomaba de la cintura para hacer que lentamente se fuera moviendo, hasta que se acostumbrara al grosor de este.
Cuando empezó a gemir hizo que, con sus manos aun en su cintura, se moviera cada vez más rápido, provocando en ella un intenso orgasmo y en él que volviera sentir aquellas sensaciones después de tanto tiempo.
Gritando el nombre del hombre que la estaba penetrando, acabó en un orgasmo bastante intenso.
El pelinegro la movió más y más rápido, haciendo que ella minutos después llegara a otro orgasmo a la vez que el se derramaba dentro de la joven.
Salió lentamente y la chica lo miró con una amplia sonrisa.
-Aún quiero hacer una cosa- dijo atrevidamente-Siéntate en el borde de la bañera-pidió-
Algo extrañado acepto e hizo lo que le pidió, ya sentado donde le dijo, observo como se acercaba, hasta llegar a su entrepierna, donde con una mano volvió a envolver su miembro, llevando su lengua a la punta, para hacer círculos lentamente antes de introducir lo que la poderosa longitud le permitía.
Así siguió unos minutos, escuchando como Severus gemía y gruñía mientras la tomaba del pelo.
Se encontraba cerca del orgasmo y la chica lo notó, aceleró sus movimientos en su boca y segundos después noto el espeso líquido caliente esparcirse en el interior de su boca.
Salió del agua y acercándose al pelinegro, trago aquel líquido, para acto seguido besarle.
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One Shots +18
FanfictionOne Shots +18 Los one shots son de mi autoría, salidos de mi propia calentura. Las protagonistas de estos one shots NO son alumnas, serán profesoras y/o mujeres adultas.