Capítulo 10:No lo vale.

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Capítulo 10:No lo vale.

Callum.

Podría darme la vuelta e irme, salir del baño y esperarla afuera o simplemente cerrar los ojos para no mirarla. Tantas opciones razonables pero no elijo ninguna.

¿Alguna otra razón, además de que es hermosa para no dejar de mirarla?

Porque me gusta lo que veo, y además, no quiero dejar de hacerlo.

Muerdo mi labio inferior tratando de disimular la risa pero no lo logro cuando Darcy señala las pequeñas figuritas de colores en su top blanco.

Ella me mira mientras recrea un pequeño baile que me hace estar negando divertido antes de terminar de dar vueltas, caminar hasta la puerta y salir del baño dejando el vestido aún en el suelo. Lo tomo con una sonrisa en mi rostro.

Está loca.

Mi sonrisa se esfuma cuando torno mi vista del vestido entre mis manos a la puerta del baño por la que ha salido Darcy y que ni cuenta me he dado de cuando cerró. Dejando el vestido en el lavamanos me apresuro hasta ella y la abro esperando encontrarla ahí.

Por favor que esté ahí, no pudo haberse ido.

No puede irse así sólo en un short tan corto y camisa de figuritas. No puedo dejar que lo haga.

Le doy una rápida mirada a toda la habitación y suspiro con alivio al encontrarla sentada en la cama.

Ella me mira divertida y mientras reposa su cuerpo del espaldar de la cama habla:

—Oye Callum, ¿te quedarás?—y realmente me quedo sin palabras porque Darcy me mira de una forma que ni siquiera sé si podría pestañear.
Ella está sentada con sus piernas fuera de la cama y me ordeno no dirigir mi mirada hasta ahí porque si no estaría siendo un pervertido.

Y no quisiera entrar en un vergonzoso momento de bolas azules con Darcy.

Sería un honor, pero no.

No tomo cuanto tiempo estoy callado pero al parecer ella sí porque ríe-,Esta es la parte donde lo dices-salgo de mi estupefacción cuando frunzo el ceño sin entender nada.

—¿Qué cosa?

—'Siempre que me lo pidas'—Darcy recrea una muy mala imitación de mi voz y no puedo evitar reír. Camino hasta la cama y me siento en la esquina superior. Me doy el tiempo de observarla mientras ella me sonríe ampliamente.

Deshizo la pequeña trenza que sostenía gran parte de su cabello dejándolo bastante desordenado. Lo que parecía un ligero maquillaje en su rostro ha terminado de desaparecer y sus labios se encuentran rosas de una manera natural que me parece increíble e imposible de no notar.

Y como no hacerlo si los has estado viendo toda la noche.

Ni siquiera lo negaré.

—¿Vienes?—me pregunta y yo sólo la observo pensando en si ir hasta su lado sería una buena idea o estaría mejor dejarla sola para que pueda descansar.

Pero no quiero dejarla sola y es ahí donde radica toda esta situación en la que me encuentro; antes de verla en ese balcón quería irme para no volver pero ahora aquí junto a ella, lo menos sobria que una persona podría estar, no quiero hacerlo. No quiero irme.

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