Finally... Your Mine | NaruHina

28. Asustados

POV Hinata

Por favor imagínense a los de Shippuden...

Me vi enfrente del espejo del baño, sin camisa. Me veía desde todos los ángulos para ver mi abdomen, mientras las lágrimas rodaban por mis mejillas pálidas. Naruto entró al baño con las bolsas en las manos. 

—Bien, conseguí las papas fritas que querías, Hinata... —suspiró.

—Gracias... —dije silenciosamente, sin volverlo a ver.

—¿Qué haces? —preguntó. 

—Han pasado dos días desde que vimos a Tsunade-sama... ¡dos días! ¡Ya ando con antojos y estoy más gorda que antes!

—¿Y qué tiene?

—¡Algo anda mal!

—La abuela Tsunade dijo que el embarazo podría ir rápido. 

—Lo sé, solo que tengo un mal presentimiento.

—Naruto soltó las bolsas y me envolvió en un abrazo. Yo le correspondí el abrazo. Eso era lo que necesitaba.

—Lo sé Hinata, sé que asusta. Pero, te prometo, que no permitiré que nada te pase. ¿Ok? Aquí estaré, siempre contigo. 

—Estoy asustada por la bebé, no por mí —susurré.

—¿Por la bebé?

—Sí. ¿Y si lo que dice Tsunade-sama es verdad? ¿Y si el kyūbi tiene algo que ver con esto? ¿Pondría en peligro a la bebé? 

—No sé, Hinata... pero... todo estará bien.

—Espero eso, Naruto... de veras...

—————

POV Naruto

Vi que Hinata ya había quedado dormida y salí del cuarto. Mientras me abrochaba la chaqueta caminaba por el pasillo, me preguntaba con quién podría ir... ¿Dónde podría ir para hablar con alguien? ¿Quién era la persona en la que más confiaba? ¿Quién era la persona que siempre estuvo para mí? Luego, sonreí para mí mismo mientras bajaba las escaleras a la puerta principal.

Intenten adivinar quién es...

—Ya sé quien es esa persona —me dije a mí mismo. Salí y cerré la puerta de mi casa. 

—————

Toqué la puerta nerviosamente. Una vez abierta, no pude contener la sonrisa.

—¿Naruto? ¿Naruto Uzumaki? ¿De verdad eres tú?

—Así es, Iruka-sensei —sonreí—, soy yo. 

—¡No te he visto en un buen rato! ¿Cómo has estado? —me preguntó con un abrazo.

—Estoy bien... solo que... necesito hablar de algo...

—Pues entra, pondré a hacer algo de té —dijo mientras entraba a su casa, lo seguí rápidamente.

—————

—A ver... te casaste con la chica Hyuga... la embarazaste... decidiste que no vas a comprar cigarros... ella no quiere ir a Argentina... ¿Y crees que el zorro demonio tiene algo que ver?

—Sí... ¿qué más pudo haber acelerado ese embarazo? —pregunté.

—Bueno. Creo que tiene cierto sentido... espero eso. Si el kyūbi tiene algo que ver... que la bebé no salga lastimada. 

—Es lo que dijo Hinata.

—Bueno, solo nos queda esperar —me dijo.

—Lo sé —fruncí el ceño—. Estoy asustado, Iruka-sensei... ¡no estoy listo para ser padre! ¡Solo soy un niño!... y ahora tendré uno...

—Seguro que Hinata se siente igual, Naruto.

— Lo sé.

—Bueno, odio apresurarme, pero tengo que ir de misión.

—Bien, no hay problema.

—Bueno... cuando vuelva... los llevaré a ustedes dos a comer ramen.

—Eso sería genial, Iruka-sensei.

—Bueno. ¿Qué tal este fin de semana?

—¡Perfecto!

—Dile a Hinata, y salúdala de mi parte.

—¡Claro que sí!

Creo que quedan como 10 caps para acabar...