Finally... Your Mine | NaruHina

18. ¡Deja la maldita depresión!

POV Hinata

Estaba sentada en la cama, cuando la puerta de mi cuarto se abrió. Volví a ver y era Neji.

—¡Ya basta, Hinata! Tu depresión me tiene harto —reclamó.

—Neji... yo...

—¡No! Justo traje a la persona adecuada para ti.

—¿Qué? —pregunté.

En ese momento, entró ella, un hermoso cabello largo de terciopelo, ojos lila como los míos. Su sonrisa creció cuando se cruzó de brazos.

—Vaya... Neji-kun no bromeaba... si que te agarró una buena depresión —rio.

—Yo... —murmuré mientras me levantaba y caminaba hacia ella.

Cruzamos miradas por unos instantes hasta que nuestros ojos empezaron a brillar por las lágrimas.

—Guisantito... —sollocé.

—Mariposita... —sonrió, enrolló sus brazos alrededor de mi cuello y yo hice lo mismo con su espalda. Lloramos

En la versión original, decía "Sweetpea", busqué y significaba "guisante de olor". Es una flor, pero según fuentes confiables —cofcofwikipediacofcof—, igual es familia del guisante. Lo traduciré como "Guisantito", fin del caso :)

—¡Te extrañé mucho! —dije.

—¡Lo sé! Me alegro de que Neji-kun fuera a mi aldea y que me trajera de vuelta. Oh Hinata... !no te visto en dos años! ¡Te extrañé demasiado! —me respondió.

—Míralas... —rio entre dientes— Las amiguitas están de vuelta.

Le sonreí a Neji. Había traído a Haruhi a la Aldea de la Hoja. Era mi mejor amiga en todo el mundo. También era del clan Hyuga, así que era como mi familia. Aún así, amaba a esta chica, desde siempre. Justamente, era la adecuada para sacarme de la depresión.

—¿Por qué esa depresión? —me preguntó.

—Larga historia... —suspiré.

—Bueno —chilló inclinándose y tomando un mechón de mi pelo— Empecemos con el cabello. ¿Por qué te peinas así?

—No sé... aunque me gustaría más corto.

—¿Por que no mejor salen y se ponen al tanto de sus vidas? —sugirió Neji-kun.

—¡Perfecto, tienes razón! ¡Rápido, Hinata, vístete! —chilló Haruhi. 

—Bien, bien... —reí.

—————

POV Naruto

—¡Naruto! Así no se juega a la casita... —suspiró Sumi.

—¡Bien, perdóname! —resoplé mientras ponía mi pequeña tacita de té en el platito, que puso sobre la mesita. 

—Sí Naruto, no puedes fingir que este té es un veneno y fingir morir por eso. No es lo que haría un papá —agregó Suki.

—Sí, Naruto, eso no lo haría un papá —repitió Hama sacándome la lengua, tentándome.

—PSHT —murmuré mientras me levantaba— ¡No soy un papá, ASÍ QUE NO SÉ QUE HACE UN PAPÁ!

Pos... le metes un demonio a tu hijo :)

—Diablos, solo jugábamos, Naruto —susurró Sumi.

—Sí... no sean tan malo, Naruto —lloró Suki.

Hama cruzó sus brazos, con una sonrisa de satisfacción, conteniendo una sonrisa. Mi rostro se enrojecía.

—Son unos... ni siquiera puedo... ahrg.¡Odio a los niños! —grité dando pisoteadas, alejándome de su zona de juegos, para ir con el Sabio Pervertido, que comía una bola de arroz y revisaba un mapa. Suspiré mientras me sentaba a su lado.

—¿Estamos cerca de su aldea? —pregunté frustrado, él puso el mapa sobre la hierba.

—Deberíamos llegar mañana... si tenemos suerte —suspiró.

—¿Si tenemos suerte? 

—Sí chico... si tenemos suerte.

—Bueno. Estoy listo para dejar a estos bastardos en casa, y luego regresaré a la mía... volveré con Hinata.

—Oye, sé más amable con ellos. Sé que pueden ser 'molestos'. Pero por favor, no eras tan agradable de niño... de hecho, aún eres un niño. Solo eres un poquito mayor que ellos. Hama es un año menor que tú, y actúa como tú lo haces —rio.

—¡No! —siseé—. Son muy diferentes.

—Como digas... —sonrió—. Además, ese Hama, tendrá mucho para cuando llegue a casa. Déjalo ser niño por el momento.

 —¿A qué te refieres con "tendrá mucho"? —pregunté.

—Bueno... su padre está enfermo. De hecho, no le queda mucho tiempo. Y en el clan al cual esos niños pertenecen, si el líder muere, tiene un hijo varón, y el niño es de ocho años o de más edad, pueden tomar el cargo que tuvo su padre, con la guía de sus madres, claro. Pero, él tuvo que crecer rápido, como tú. Desde que estuviste solo, tuviste que madurar y hacerte cargo de ti mismo. Cuando Hama vuelva a casa, no podrá ser niño... se hará hombre a la edad de doce —Suspiró—. El mundo ha cambiado desde que he sido niño. Esos sí eran buenos tiempos.

—Yo... no sabía... —dije silenciosamente.

—Así es, no lo sabías —murmuró.

Ve por detrás de mi hombro a Hama. Lo vi detenidamente.

—¡Au!

—¡Suki! ¿Qué pasa? —preguntó Hama.

—Me duele la rodilla —sollozó.

—Déjame ver —dijo recogiéndola del suelo, removiendo la tierra de su rodilla, se fijó en la herida.

—¿Está sangrando? —preguntó, con los ojos finamente cerrados.

—No... creo que estará bien.

—¡Gracias, Hama! —lo abrazó.

—No es nada.

No me di cuenta que el Sabio Pervertido me estaba observado. él se volteó hacia su mapa mientras reía.

 —Mira como cuida de sus hermanas.

—Va a encargarse de su clan... seguro lo hará bien —dije mientras desviaba la mirada de ellos.