EPÍLOGO

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Todo se detuvo a su alrededor, era como si el tiempo se hubiese detenido no escuchaba nada, solo podía sentir como había dejado de respirar y los latidos de su corazón se habían incrementado, todo su cuerpo temblaba y un gran nudo se estaba formando en su garganta, sintió como algo explotaba en su interior y quemaba todo lo que hubiese por delante, simplemente había dejado de escuchar, de hablar, de sentir y de vivir.

— Señor Potter lo lamento.

— Esto...esto no... no es graci...gracioso señor yo...porfavor solo...solo deje de bromear y...y mueva su varita y desp...despiertelo sol...solo está dormido.

— Señor Potter entiendalo, hicimos todo lo posible para salvarlo pero no fue lo suficiente.

— Pe...pero usted me...me dijo que él ya...ya estaba bien, que mi magia los...los ayudo, no me sepa...separe de ellos y...y usted dijo que eso sería lo indispensable para...para que estuvieran bien y l...lo hicieron, dijo que solo te...teníamos que es...espe...esperar para el nacimiento y todo...saldría bien doctor...¡SOLO DESPIERTELO! — Gritó el azabache apuntándole al doctor con su varita.

— Entiendalo señor Potter, hicimos hasta lo imposible pero lamentablemen...

— ¡Usted está mintiendo! Yo...yo le di de mi magia a ambos, le hable al bebé y...y... Prometió que haría lo imposible y no fue así, prometió que estaría bien y ahora ellos...ellos están muertos. ¡MI DRAGON Y MI BEBE ESTAN MUERTOS! — Gritó con furia asustando a las enfermeras que tapaban el pálido cuerpo de Draco junto a un pequeño bulto envuelto en sábanas a su lado, quiso acercarse pero el doctor se lo impidió.

— Señor Potter, su magia no fue suficiente, usted no fue suficiente y Draco Malfoy ha muerto junto a su bebé, usted tiene la culpa de no haber permanecido a su lado el tiempo suficiente, su magia fue poco y no pudo salvar a su bebé,  usted lo mato, es su culpa, es completamente su culpa.

Esto no podía estar pasando, debía ser un sueño no, una pesadilla si eso, una pesadilla peor que las del tiempo de Voldemort, era la peor pesadilla de su vida.

— ¡Ya le dije que no! ¡El está despierto!

— El Salvador del mundo mágico mato a su pareja y a su bebé, usted lo mato.— El doctor le miro con una sonrisita burlona.

— ¡Harry! ¡HARRY! Harry vamos despierta, estas hirviendo en fiebre amor. — Gritó el rubio preocupado cuando al despertar sintió a Harry removiendose en sus sábanas murmurando incoherencia entre sus sueños.

— Draco, el bebé....yo, yo...no quise yo...— Balbuceó el azabache apenas despertó empezando a llorar al ver qué el rubio estaba a su lado y no en una camilla con una sábana blanca tapandolo a él y a su bebé.

— Tranquilo mon amour, solo fue una muy mala pesadilla, yo estoy aquí junto a ti y no me iré. Solo mírame y respira tranquilo ¿Si?. — Susurró el rubio tomando la temblorosa mano del chico a su lado, con delicadeza la coloco en su abultado vientre en donde Harry sintió una patadita y un rayo de magia pura vibrar bajo la palma de su mano. — ¿Ves? Estamos bien amor, ya deja de pensar en esas cosas, tu magia, amor y dedicación ha hecho que estemos completamente bien y la cosita y yo siempre estaremos a tu lado ¿Si?

— Tengo miedo que les pase algo...

— No perderás a nadie Harry ¿Crees que permitiré que te deshagas de mi tan fácil y dejarle el camino libre a cualquier perra que quiera tener mi puesto? — El rubio sonrió al ver como su esposo soltaba una pequeña carcajada — Yo también tengo miedo pero te amo y mucho asi que si puedo impedirlo te juro que no me iré de tu lado. Ahora vamos borra esas cosas locas de tu mente y volvamos a dormir, contigo abrazándome es la única forma que esté hijo o hija tuyo se quede completamente quieto y me deje dormir.

Amantes (Drarry/Harco)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora