Ambos entraron sin muchos rodeos al departamento compartido de Shuichi y Kaede, encontrando que la temperatura entre el pasillo del edificio y la de dentro de la casa eran considerablemente distintas.
El anfitrión no tardó en trasladarlos a ambos a la sala principal, el lugar más cómodo de la casa para mantener una conversación entre dos personas.
Ciertamente era bueno que la rubia no se encontrara en la morada, ya que así ambos podrían hablar con más confianza y sin miedo a ser escuchados por Akamatsu en algún momento. No que ser escuchados por ella era algo malo en lo absoluto, ya que era una persona muy dulce y confiable, pero era mejor que el petite se abriera de una persona a la vez.
—¿Quieres un vaso de agua? —Preguntó servicial el estudiante de criminología, esperando a que eventualmente su opuesto se sintiera más cómodo en el nuevo ambiente. Kokichi no tardó en asentir lentamente con la cabeza para aceptar su oferta, gesto que pintó una sonrisa cálida en el rostro del joven más alto—. Perfecto, no tardo en traerlo —continuó una vez tuvo una respuesta.
Era una buena noticia que la cocina y la sala de estar del apartamento estuviesen cercanas la una de la otra, puesto que no quería dejar a su visita solitaria sobre el sofá por mucho tiempo. Quería darle a Ouma todo lo que necesitase en momentos así, ya que era su mejor amigo de la juventud, y quizá también su mejor amigo en la actualidad.
No tardó más de 3 minutos en conseguir un vaso de la alacena, vaciar algunos hielos en este, y llenarlo de agua. Esta vez optó por un vaso de plástico duro trasparente, puesto que no quería que su opuesto se llegase a lastimar con el cristal si es que ocurría algún accidente.
Caminó hasta la sala principal nuevamente, encontrándose con que el pelimorado se había acurrucado en la esquina del sillón, con las piernas abrazadas contra su pecho, justo como lo había hecho minutos antes dentro de su coche.
Pero estaba bien, suponía que el otro debía estar un poco nervioso o incluso aterrado de estar dentro de su casa, así que no negaría que se sintiese cómodo en aquella posición. Simplemente sacudiría el asunto como algo de preferencia personal.
—Ponte cómodo, si quieres puedo cambiar la temperatura del aire acondicionado o encender la calefacción —ofreció, entregándole el vaso a su opuesto, quien torpemente lo tomó entre sus frágiles manos.
Después de haber conseguido una fuente de hidratación, el petite sacudió su cabeza en forma de negación con respecto a la oferta de Shuichi. El ambiente de la habitación en la que se encontraban era suficientemente agradable con el abrigo del otro cubriéndolo.
El silencio reinó un par de segundos en lo que Kokichi tomaba su agua, parando de vez en cuando para recuperar su aliento. Darse unos momentos ahora era primordial para ambos, a pesar de que no estaban conscientes de esto.
El único sonido en la habitación era aquel proveniente del aire acondicionado, acompañado por el ocasional ruido de hielos colisionando unos contra otros dentro del vaso de agua del cual el de menor altura estaba tomando.
Durante este periodo de tiempo, el joven Saihara se permitió tomar asiento en el mismo sofá, solo que un poco separado del otro hombre en la habitación. Por el momento sería una buena idea darle su espacio, puesto que pronto estaría hablando sobre temas personales. O al menos, esa era la intención del futuro detective.
La idea de aprender un poco más le era aterradora de cierta forma ahora, desde que aprender sobre el chico a su lado le había traído demasiados conflictos mentales en los últimos meses.
Pero, de la misma forma, la curiosidad lo estaba matando de forma agonizante. Quería saber más, aprender más del otro, intentar remediar las cosas, aunque no sabía cómo lograría todo eso.
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↳ 💵₊˚. ··· Some Secrets Are Better Left Untold »-Saiouma-«
FanfictionDespués de años sin ver a Kokichi, Shuichi Saihara finalmente se reúne con él en una cafetería. En esta reunión aprende que Ouma no es quien solía ser en su juventud, ¿Qué será lo que lo hizo cambiar? ↳ Long-fic ↳ Temas maduros ↳ Saiouma/Ou...