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-¿Qué?

Mario realmente si tenía celos pero más que todo por la cercanía de esos dos hombres, en el momento no sabía como describirlo pero ahora que lo recordaba simplemente lo interpretó como unos celos simples de que ese hombre pudiera tocarlo sin que él se alarmarse, así que usaría eso para una excusa para que alfin Daniel acceda a acostarse con él.

-Si...esa cercanía que tenían, yo también quisiera estar así de cerca a ti y hasta más, acariciandote, créeme puedo hacerte sentir muy bien y puedes verlo como un gesto de agradecimiento por lo que hiciste ayer por mí.

La voz de el castaño que ahora tenía un tono coqueto y más ronco de lo normal logró poner nervioso a Daniel, que con sus mejillas coloradas y un escalofrío se imaginó teniendo ese tipo de contacto con Mario, así que sin pensarlo mucho acepto esa propuesta tan tentativa.

-Si...hoy a las nueve...Nos vemos querido~

Armando estaba a punto de reírse por como hablaba su amigo ya que había entrado y él mayor ni se enteró así que aprovecho y se quedó escuchando el chisme atentamente, al voltear su silla a Mario casi grita de la impresión al ver a su amigo ahí sentado con con una sonrisa.

-¡Hermanoo, casi me da un infarto!!

-Jaja lo siento, solo que pase por unos papeles y me distraje escuchando su plática.

Respondió con sencillez levantando sus hombros como si nada.

-¿Qué tanto escuchaste?

Preguntó Mario con algo de nerviosismo mientras arreglaba unos papeles.

-No, que usted está muy pero MUY agradecido por lo que le habían hecho ayer y si no estoy mal, fue una modelo divina ¿cómo es que era su nombre?

Habló Armando al recordar que se habían encontrado a dos mujeres hermosas a la salida de la empresa así que cada uno se fue con una a un bar diferente para no levantar sospechas.

-Realmente ayer no pasó nada con ella, me encontré en el mismo bar a este hombre de la otra vez...con el que no pasó nada.

-¡Aaah! Entonces alfin lo hicieron.

Preguntó curioso ya que al inicio le daba algo de impresión oír eso pero ya se había acostumbrado.

-Tampoco, pero creo que hoy va a ser el día.

-Uy lo veo muy persistente, que bien, entonces alimaña, le deseo suerte en su conquista de esta noche.

Mario sonrió en agradecimiento ya que le alegraba que su amigo ya no se asqueaba cuando hablaba de ese tema.

-Hermano ¿seguro que no quiere experimentar con un hombre?

Dijo molestando y Armando simplemente negó repetidas veces cerrando sus ojos y estirando la comisura de sus labios en una mueca negando.

-No no no no y no ya deje de insistir.

-yaa solo decía, pero sería gracioso ¿se imagina? Ecomoda, la empresa donde hay gente fea, Mujeres hermosas y puro gay.

-Jaja bueno si, suena gracioso, pero no va a pasar.

-Aaaish.

Después de hablar por un minuto más volvieron al trabajo, no fue un día muy agitado así que Mario pudo salir algo temprano para arreglar su apartamento, el reloj marcó las nueve en punto y un minuto después el sitofono sonó indicando que Daniel había llegado, el menor estaba algo nervioso ya que el castaño había sido un poco directo en lo que quería y también sabía que no podía actuar como la anterior vez así que que respiró hondo y toco el timbre del apartamento, casi al instante Mario abrió la puerta con una sonrisa.

-Buenas noches ¿cómo te fue hoy?

Mario llevaba puesto una camisa blanca que no se encontraba abotonada en los primeros tres botones con un pantalón algo ajustado, cosa que claramente no pasó por desapercibida.

-Bien bien ¿y a ti?

Se saludaron de pico en la mejilla y Mario lo guío a la sala donde ya tenía listo un vino y dos copas, se quedaron hablando por unos diez minutos hasta que el mayor decidió que quería escuchar más que solo palabras inteligentes saliendo de esos lindos labios así que puso el vino en la mesa de centro mientras que con su otra mano pasaba ligeramente por el cuello del menor.

-¿No estas cansado de la corbata?

Daniel al ver la cercanía se sonrojó un poco asintiendo mientras ponía su copa en la mesa, Mario sonrió y empezó a aflojar la corbata quitándosela por completo mientras en un movimiento rápido se sentaba en las piernas de el menor empezando a desabotonar los primeros botones manteniendo su sonrisa ladina, Daniel quien tenía una mano en la cadera de el castaño empezó a subirla por el pecho hasta al nuca de así que sin pensarlo dos veces acercó su rostro uniendo sus labios, Mario se alegró para sus adentros moviendo sus labios de manera algo lenta ahora apoyándose con una mano en el espaldar de el sofá y con la otra tomaba el mentón de Daniel logrando que abriera más su boca para luego meter su lengua en su cavidad bucal sintiendo como rosaba con la de el menor sintiendo como la excitación empezaba a tomar control de su cuerpo.
Daniel estaba amando de la manera en que Mario lo besaba y su parte baja se acercaba más a él logrando que su miembro empezara a despertar.

Después de un par de minutos se separaron para recuperar el aliento, Mario miró las pupilas dilatadas y la lengua afuera de Daniel sonriendo con satisfacción para luego bajar la mirada a su cuello desabotonó completamente la camisa sentándose bien en la reciente erección del menor empezando a mover sus caderas lentamente hacia delante y hacia atrás mientras que chupaba, lamía y mordía el cuello y clavículas deleitándose con los suaves jadeos y gemido que Daniel emitía, a medida que la excitación de el menor se incrementaba este tomó con fuerza las caderas del mayor dictando un ritmo un poco más rápido cosa que hizo sonreír al mayor mordiendo con fuerza el cuello de Daniel logrando sacarle un gemido más agudo que venía acompañado un apretón algo fuerte a su trasero, acción que logró también hacerlo gemir.
Mario realmente no tenía planeado ser el pasivo esa noche ya que no quería ser lastimado por alguien sin experiencia así que en un rápido movimiento se bajó del regazo de Daniel para luego tomarlo con fuerza y hacer que ahora el se sentará en su regazo.

-Veo que estás algo impaciente, tranquilo muñeca, solo hazme caso y te vas a sentir mejor de lo que te sientes ahora.

Mario habló con esa voz ronca que le daba escalofríos al menor así que embobado por la escena de el castaño mirándolo de esa forma y la notable erección que sobresalía de sus pantalones solo asintió embobado, esa vista era simplemente perfección para el mayor, Daniel se encontraba apoyándose con ambas manos de su abdomen, con la camisa dejando expuesto su buen físico y las marcas que hacia unos segundos había dejado en él y su boca algo abierta con sus labios un poco hinchados y sus ojos entrecerrados y sus mejillas eran adornadas con un notable sonrojo.

Así que con agilidad Mario se desabrochó el cinturón bajando ligeramente el pantalón dejando ver su erección por encima de la tela del boxer, a Daniel se le hizo agua la boca al verlo e imitó a Mario quitándose los pantalones por completo y tratando se sentarse del mismo modo que él había hecho hacia algunos segundos tomando al castaño de los hombros mientras restregaba su trasero con el miembro de este algo apenado volteando su rostro a otra dirección mientras se mordía el labio inferior tratando de no emitir tantos sonidos.
Sintiendo como sorprendentemente esa sensación le excitaba aún más, Mario simplemente lo miró con algo de ternura y tomó su mentón, logrando separar sus dientes de su labio con un poco de dificultad.

-Me vas a hacer caso ¿no? Así que déjame escuchar tus gemidos.

-mgh~ b-bueno~

Mario tomó con fuerza las caderas del menor acelerando el ritmo escuchando los gemidos algo agudos que este emitía, ambos se sentían en el cielo era un momento que simplemente era mágico, lástima que no duro mucho ya que el celular de Mario empezó a sonar.

¿Me? ¡¿Fall in love?! [Daniel x mario]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora