¿Me? ¡¿Fall in love?! [Daniel x mario]

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Ese tono y el semblante frío le pusieron la piel de gallina a Mario quien acercó su mano temblorosa a la de Daniel para darle un ligero apretón.

-Ay Mario, yo sinceramente estoy cansada, mejor quédate con tus amigos ¿si amor?

La mujer le dio un último pico y salió del establecimiento, cosa que claramente hizo que Daniel frunciera el ceño.

-Entonces ¿aún sigue soltero?

Mario se levantó rápidamente negando con la cabeza.

-N-no Nono ella solo era una amiga.

-Tranquilo Calderón que no le estoy pidiendo explicaciones.

Mario se sintió como un tonto y solo asintió apenado.

-le voy a presentar a un amigo.

Cuando llegaron a la mesa en donde hace unos momento se encontraba el menor, este presentó a Mario cómo el vicepresidente comercial de la empresa de su difunto padre.

-Un gusto.

-Aaa entonces así conoces a este amargado.

Habló ese hombre que parecía algo mayor que Mario con una sonrisa mientras abrazaba ligeramente a Daniel cosa que hizo sentir al castaño ese sentimiento extraño de nuevo.

-Ay ya, no moleste.

Habló Daniel con una pequeña sonrisa pero aún así negando y con el ceño fruncido mientras que Mario se sentaba enfrente de ellos.

-Entonces ¿usted es?

-Aaa si, lo siento, soy compañero del trabajo de Daniel, me llamo Ricardo Ponse de León.

Mario sonrió falsamente mientras asentía lentamente, después de tener una plática algo tortuosa para el castaño ya que ese hombre desconocido que tenía alfrente era muy alegre y expresivo de vez en cuando se acercaba de más a Daniel y este simplemente no le decía nada simplemente reía y sonreía levemente, Mario simplemente estaba desesperado viendo a Daniel fijamente mientras que pedía trago tras trago, cosa que preocupó un poco al menor.
El mayor del lugar recibió una llamada así que pidió un permiso y se levantó de su asiento por unos momentos.

-Calderón ¿todo bien?

Preguntó el menor apenas su amigo se retiró.

-Si, si ¿por qué preguntas?

-Porque está tomando como loco.

-Ay...ya...no es la gran cosa, y-yo tengo una gran tolerancia al alcohol.

Habló balbuceando y tambaleándose de un lado al otro, obviamente estaba ebrio y Daniel lo sabía así que rápidamente le arrebató el vaso de donde estaba tomando.

-No más.

-¡Aay! que malo eres Danielito.

Mario hizo puchero poniendo su mentón en la mesa, cosa simplemente tierna para el menor pero no se dejó afectar y tomó el resto del trago que le había quitado y se levantó sentándose al lado de él castaño.

-Bueno, levántese que le voy a pedir un taxi ¿o lo llevo?

Mario quien aún tenía la cabeza en la mesa se volteo y con los ojos entrecerrados buscar sus llaves y las puso enfrente de Daniel quien iba a tomarlas pero el mayor se lo impidió con una sonrisa.

-Voy a dejar que me lleves, pero solo si me das un besito.

Daniel solo rodó los ojos con un leve sonrojo tratando de tomar las llaves de nuevo hasta que apareció su compañero y sin pensarlo Mario simplemente dijo lo que pensó en ese instante.