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La situación en ese momento era muy comprometedora para cualquiera que entrara a esa oficina en ese mismo instante, claramente Daniel no quería que alguien los viera.

-M-mario.

Este no le puso atención, estaba muy ocupado masturbandolo por encima del bóxer.

-¡Mario!

-las puertas tienen llave, igual ¿qué más da si haces mucho ruido? Somos accionistas y mi mejor amigo es el presidente.

Mientras el castaño hablaba quitó por completo el boxer del más palido relamiéndose el labio inferior, mientras que posaba tres dedos alfrente de Daniel.

-Chupa.

El menor acató la orden mientras que Mario empezaba a darle un par de lamidas a la punta de miembro del menor, cuando sintió sus dedos bien lubricados empezó a introducir uno por uno, Daniel se mordía el labio y aún así con su mano tapaba su boca tratando de no emitir muchos sonidos lo cual era difícil porque Mario simplemente estimulaba su entrada de una forma ruda y excitante mientras que le hacía una felación.

-mmgh~ m-mario, v-voy ah~

No hubo necesidad de más palabras para que Mario acelerara sus movimientos autopenetrandose la garganta y tratando de alcanzar el punto dulce de Daniel con sus dedos hasta que sintió ahogarse aún más con ese líquido caliente tragando hasta la última gota mientras que sus dedos eran aprisionados por la entrada del menor.

-Ma-mario.

El castaño saco el miembro de su boca y asintió levantando su cejas en señal que estaba escuchando.

-te odio.

-Jaja yo también, te quiero.

Ambos sonrieron y mientras Mario se levantaba Daniel lo tomó del saco y lo besó con necesidad metiendo su lengua en la cavidad del mayor pero aún así era un beso con un toque tierno ya que ninguno de los dos lo hacía con intención de ser rudo con el otro.

-¿Entonces? ¿aceptas mi invitación? Te puedo dar mucho más que la otra vez.

-B-bueno.

Esa felicidad que Mario sintió estos días y en especial las noches se vió opacada por la preocupación de perder la empresa y el constante miedo que a Betty se le cumpliera el sueño de estar con su amor platónico.

-Hermano, enserio a usted le va a tocar seducir a Betty y debe ser ya.

-Bueno, lo voy a hacer...solo si usted también tiene en su mano a Daniel.

-Son cosas diferentes, es la empresa y evitar problemas con su familia, hacerle frente a ese tal Nicolás Mora no más ¿me entiende? Luego despide a Betty y ya, todo vuelve a la normalidad, ahí no dice que yo deba enamorar a ese hombre.

-Pero no entiendo su preocupación, a usted le gusta él y-

-¡AY QUE NO ME GUSTA

El mayor alzó la voz exasperado, su orgullo le impedía si quiera decir que le tenía aprecio al siniestro doctor Valencia.

-Valee, entonces por lo menos acepte que enamorar a murcielaguin es una canallada.

Mario asintió con la cabeza mientras tomaba un último trago.

-y si yo voy a ser un canalla usted también.

Con esa última frase ese día ambos llevaron a Betty a un bar clan clandetino, después de unos minutos Mario salió directo al apartamento de Daniel.

-Hola.

Daniel abrió la puerta de su apartamento con una sonrisa pero algo confundido por ver a Mario con una bolsa como de regalo.

-Hola, te traje esto.

Por otro lado el mayor estaba nervioso no era su primera vez enamorando a un hombre pero con este es diferente, no quería que su relación con Daniel se tornará a una de mentiras además quería que con él fuera distinto, le gustaría ir lento, como una pareja normal pero simplemente no podía,
además había algo dentro de él que le decía que Daniel se daría cuenta del porque su cambio tan repentino, pero también era lo menos que podía hacer por haber mandado a su mejor amigo con esa mujer muy poco agraciada.

Mientras Mario tenía un pequeño debate mental Daniel se encontraba sacando de la bolsa de regalo un libro que en la carátula decía "Demian de Herman Hesse"

-¿Y esto?

-El otro día me dijiste que te gustaría leer algo nuevo ¿no?

-Aam Gracias, pero ¿por qué el detalle?

Los ojos y la sonrisa brillante de Daniel claramente decían que le había gustado el presente, así que Mario lo siguió aliviado dentro de su apartamento hasta su habitación para luego acorralarlo contra la puerta de esta besándolo para iniciar con la acción.

-Bueno, pero no respondiste mi anterior pregunta.

-¿Acaso no le puedo dar un regalito a una lindura como tú?

Las mejillas sonrojadas, una sonrisa nervosa y simplemente como empezó a balbucear hizo que el corazón del mayor se acelerara también sacándole una pequeña sonrisa.

-n-no...-y-yo...si me p-puedes regalar cosas, solo no pienses que con regalitos puedes "comprar" mi culo cuando se te venga en gana.

Mario rodó sus ojos y bajando sus manos a los muslos del menor tomándolos con fuerza para levantarlo logrando que sus piernas se enredaran sus caderas.

-Danielito, aunque no quieras nada serio conmigo tienes que aceptar que amas que tome tu culo.

Unos días antes Mario le había insinuado al menor que tuvieran una relación seria y este simplemente dijo: "no seas idiota que así estamos bien"
Esa siendo su parte racional hablando ya que la emocional quería experimentar ese tipo de relación, además cada vez sus sentimientos hacia Mario eran más confusos.
Y en este momento solo se sentía muy caliente así que son sus manos en la nuca del menor se acercó a sus labios y sonrió ladino.

-Idiota, solo hazlo.

Y con esa frase juntaron sus labios y tuvieron unas horas llena de placer, hasta que a altas horas de la noche el mayor le dió un beso de buenas noches a un somnoliento Daniel y salió de ese apartamento.

Tal vez si me gusta un poco.

Al siguiente día Armando estaba viendo a la nada mientras que su amigo entró.

-¿Y cómo le fue anoche?

-Pues...¿bien?

-¿Y qué quiere decir eso? ¿La besó?

Mario se sentó en el borde del sofá esperando la respuesta de su amigo de actitud amargada.

-Pues si.

Las carcajada del castaño inundó el lugar mientras se tiraba de espaldas al sofá.

-NO ¿y muy feo? ¿Se le enredó la lengua en los brackets?

-Aay no sea tonto, se desmayó al instante.

Calderón parpadeó un par de veces anonadado borrando su sonrisa.

-Eso si es nuevo...bueno, voy por esos detalles que lo harán ganar contra al misterioso Nicolás Mora.

-Sisi, solo quiero que sepa que usted es un miserable.

-Somos, somos Armandito.

Después de eso la rutina era simple para Armando evitaba a Marcela, llevaba a Betty a esos lugares oscuros, clandestinos y se desquitaba con su amigo diciéndole que fuera tras el novio.
Pero lo que ninguno de los dos sabía es que ambos se estaban encariñado más de la cuenta, Mario para si mismo ya había aceptado que se estaba empezando a enamorar y su reacción involuntaria era actuar de manera más fría y controladora con el menor, lo que lo hacía tener un cargo de conciencia hasta el punto no poder dormir bien.

Y Daniel, le empezaba a gustar el nuevo Mario que era más varonil a sus ojos, Aunque de vez en cuando extrañaba a su parte gentil y afeminada, solo sabía con exactitud que significaba solo sabía que Mario Calderón estaba acaparando todo su cariño, si, estaba enamoradose.

¿Me? ¡¿Fall in love?! [Daniel x mario]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora