¿Me? ¡¿Fall in love?! [Daniel x mario]

8

Al siguiente día

Mario se despertó sintiendo la calidez del cuerpo de Daniel quien le daba la espalda, el castaño sonrió feliz al recordar la noche anterior ya que fue muy especial para él, así que volteo a ver la hora en su reloj de su mesa de noche y al percatarse que eran las ocho de la mañana se levantó tratando de no despertar al menor, se puso ropa interior y un pantalón de sudadera y se dirigió a la cocina para preparar algo.

-Mario.

La voz ronca de Daniel resonó en la cocina logrando que Mario casi tirara la taza de café que tenía en la mano pero se relajó al instante al verlo únicamente con una camisa que le cubría un poco más abajo del trasero y su cabello desordenado mientras se tallaba un ojo.

-Buenos días ¿Quieres cafecito?

Daniel asintió mientras se sentaba en él sofá poniendo sus piernas arriba de este mientras veía a la nada, un par de minutos después Mario le entregó el café mientras se sentaba al lado acariciando sus piernas desnudas.

-Bueno y ¿qué tal estuve ayer?

Mario indagó subiendo y bajando sus cejas divertido mientras veía a Daniel sonrojarse.

-Pues...muy bien, gracias por ser cuidadoso.

-Me halagas, Danielito, de hecho esta fue mi primera vez.

Los ojos de Daniel se abrieron en grande, simplemente era imposible para él que fuera su primera vez.

-¿Qué?

-Mi primera vez siendo así de cuidadoso.

El menor rodó los ojos fulminándolo con la mirada creyendo un poco más lo que estaba diciendo pero no por completo.

-¿Qué? es enserio, hasta mi primera vez teniendo sexo fue algo loca...ella era virgen y terminó con-

-sisi, no quiero escuchar como tal vez violaste a alguien.

Mario rió apenado al ver la cara de angustia de Daniel.

-Bueno... Entonces quiero que sepa que eso significa que eres como un amigo para mí.

Daniel se sintió mal, mientras el castaño le decía eso él hace unos segundos ya se estaba haciendo la idea que Mario se volviera una especie de juguete sexual para él, como un simple objeto al que puede acudir cuando se le de la gana, pero exactamente ese era él motivo por él que se sentía mal, ya que realmente le importaba si Mario llegaba a salir lastimado emocionalmente.
Así que tratando de evadir el tema decidió preguntar otra cosa.

-Yyy ¿qué vas a hacer hoy?

-Hoy...no sé ¿qué quieres hacer? podemos ir a un centro comercial, un restaurante campestre, no sé.

-podría ser.

Ambos lo pensaron por un par de segundos hasta que Mario dándole un último sorbo a su café respondió.

-¿Te gusta jugar a los bolos?

-Realmente es que no soy muy bueno para eso.

-Yo te ayudo, no te preocupes.

Tras poner la taza de vacía en la mesa de centro Mario se recostó su cabeza en los muslos de Daniel restregando suavemente su rostro mientras pasaba su lengua y dejaba pequeños chupones en su pálida piel cosa que sonrojó a Daniel, entonces este tomó los cabellos del mayor con un poco de fuerza separándolo de sus piernas fulminándolo con él ceño fruncido mientras este se arrodillaba por completo en el suelo.

-Calderón.

-¿Qué? ¿acaso no puedo demostrar mi cariño hacia tú lindo cuerpo?

Daniel lo miró incrédulo pero aun así soltó sus rizos lentamente dejando que Mario continuara con sus besos llegando hasta su entrepierna.