ᴘʀᴇᴀᴍʙʟᴇ.

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Los 60's comenzaban con paso firme, la revolución de la música y el pensamiento en la sociedad eran notables, más no en la residencia Dupain Cheng

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Los 60's comenzaban con paso firme, la revolución de la música y el pensamiento en la sociedad eran notables, más no en la residencia Dupain Cheng. Dónde una nerviosa joven rebuscaba en sus cosas.

-Deben estar por aquí- levantaba con desespero los libros de estudio dominical de la iglesia a la que asistía con sus padres -¿Dónde se han metido?- dejó los libros desordenados y procedió a registrar las gavetas por tercera vez.

Frustrada miro su cama.

-Será posible- se agachó para ver bajo esta. Efectivamente ahí se encontraban los accesorios que había comprado especialmente para ese día.

Corrió con ellos a situarse frente a su espejo de cuerpo completo, al lado de este sobre una mesa, estaba abierta una revista, indicando paso a paso cómo atar una franela en el cuello. Algo muy de moda entre las jóvenes.

La ojiazul seguía paso a paso las indicaciones, sus manos temblaban por los nervios. Ese era su primer día estudiando fuera de casa, estaba muerta de la angustia por encajar con los demás jóvenes y hacer amigos.

La clave para ello, según la revista, era usar el atuendo indicado. Una vez logró atar la dichosa pañoleta rosa de puntos negros a su cuello, retrocedió tres pasos para apreciar su vestimenta. Con sus manos aliso las imperceptibles arrugas de su vaporosa falda larga, sacudió las mangas largas, retirando toda pelusa que pudiera estar ahí. A la hermosa joven le encantaba el diseño de su vestido, más por el toque de tela negra con puntos blancos al centro de todo el conjunto, haciendo resaltar su estrecha cintura.

-Falta algo...- meditó al balancear su figura frente al espejo para captar cada ángulo de su outfit -¡Cierto!- recordó que entre los accesorios que había comprado estaba una diadema ancha, forrada con la tela del mismo patrón que su vestido. Con ayuda de un cepillo de cerdas amplias, peinó su largo cabello negro con reflejos azulados que, por primera vez usaba suelto.

-¡Qué tanto haces, niña!- el grito de su madre la puso sobre alerta de inmediato -¡Baja ahora o te irás sin desayunar!

-¡Enseguida, madre!- corrió hacia la ventana la cual abrió de par en par para ventilar la habitación, una cálida brisa la recibió. Era finales de septiembre, el verano estaba finalizando, pronto los vientos de otoño llegarían a París. La azabache escuchó a su madre llamarla de nuevo, así que tomó sus libros y cuadernos lista para afrontar su nueva vida con buena actitud.

-¿Puedes creerlo Tom? Que no acepten que nuestra Marinette, nuestra pequeña termine sus estudios en casa- la queja de una mujer de baja estatura con rasgos asiáticos llegó a oídos de su marido. Un hombre robusto de cabellera castaña que se encontraba sentado al frente del comedor leyendo las más recientes noticias en el periódico en espera de su café casi hirviendo que era una costumbre debía tomar todas las mañanas.

-Son esas las condiciones, no podemos hacer nada- respondió el patriarca sin despegar su vista del periódico, ni siquiera en el momento que recibió la caliente bebida en una taza de porcelana blanca.

ᴘᴀssɪᴏɴ & ᴍᴜsɪᴄ. +18 ||ʀᴇᴍᴀsᴛᴇʀᴇᴅ ᴇᴅɪᴛɪᴏɴ|| ғᴛ. ᴇsᴍᴇ ᴄᴀᴅᴇʟᴇᴢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora