xɪ. ᴇᴠᴇʀʏ ʟɪᴛᴛʟᴇ ᴛʜɪɴɢ sʜᴇ ᴅᴏᴇs ɪs ᴍᴀɢɪᴄ.

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El concierto finalizó de manera exitosa. Entre el público que asistió y la banda. Se albergaba una gran sensación de satisfacción.

Pero en el caso particular del cantante. Su felicidad era causa de algo más.

Pues, se debía a la chica que justo ahora lo acompañaba en el asiento del copiloto mientras conducía por los suburbios parisinos pasada la medianoche.

En cada alto de la vía, Adrien observaba a Marinette dormir. Podía deducir que la semana no había sido fácil para su ahora novia. Pero con la conversación anterior, esperaba que la comunicación entre ellos no se viera afectada por suposiciones.

Tras un buen tramo recorrido, Adrien estacionó su auto frente a la casa de Alya. Tocó el hombro de Marinette para despertarla, pero ella se acomodó más en el asiento. Adrien pensó mejor las cosas, salió del auto y fue hasta el otro lado, abrió la puerta y se arrodilló frente a su novia. Tomó los hombros de la joven y la agitó con suavidad.

-Marinette, princesa; llegamos, despierta

Al hacerlo, la azabache empezó a moverse a ritmo lento. Al tiempo que se estiraba ligeramente.

Algo que al rubio le pareció sumamente tierno. De forma involuntaria sonrió. Y esa sonrisa se ensanchó al momento que la vio abrir sus ojos

-Llegamos- repitió en un susurro para después incorporarse, y ofrecerle su mano.

Algo que ahora ella, ya no dudó en aceptar. Y de un ligero tirón. Salió del vehículo, acomodó la falda de su vestido con la otra mano.

Para finalmente dejarse guiar por su ahora... novio. Hasta la puerta de la casa de su amiga.

-Bue..bueno creo que...despe...- Marinette titubeó.

-¿Estás nerviosa?

-Un...un poco- Marinette vio su mano entrelazada con la de Adrien, había emoción y nervios en su interior -Somos...somos novios.

-Si, princesa. Tú me gustas y...- Adrien cayó en cuenta que, Marinette no había mencionado que pensaba de él, tras su confesión. Solo mencionó su miedo al abandono -Es mejor que me retiré, no quiero causarte problemas con la familia de Alya.

-Tienes razón, mañana debo ir con mis padres al templo...no te veré- Marinette de nuevo sintió la inseguridad brotar -¿Estás seguro de esto? Tan limitados...

-Marinette, princesa- Adrien acunó el rostro de su amada -Haremos que cada segundo cuente. Lo importante, es disfrutar de esos momentos.

Dicho esto, no dudó en acercar su rostro al de ella con la intención de darle un beso. Ella no le fue indiferente. Pero apenas sus labios se rozaron.

Y se escuchó como la puerta se abría. Dejando ver del otro lado a su amiga que portaba ahora una pijama. Que a gusto de la azabache dejaba mucho a la imaginación

Lo que hizo que ella se separara de manera repentina. Y a esa acción la acompañó un notorio sonrojo.

-No quiero ser ave de mal agüero- enunció Alya -Marinette tú madre llamó hace unos minutos. Cómo creyó que aún estabas en la actividad. Cosa que no es cierto- Fijó una mirada picará en la pareja -Vendrá mañana a primera hora- Alya se santiguó de manera apresurada -Para que purifiques tú alma.

-Gracias Alya por cubrirme las espaldas- Marinette sabía que dormiría poco, para no hacer esperar a su madre por la mañana -Adrien, gracias por traerme... ¿Seguro que no hay problema con esto?

Aunque Marinette no mencionó que era "esto" Adrien entendió, que era la situación con las reglas estrictas de sus padres.

-Te lo he dicho ya, princesa, haremos que cada segundo cuente- Repitió, seguido le fue inevitable acercar el rostro al de ella para depositar un cálido beso en su mejilla izquierda.

ᴘᴀssɪᴏɴ & ᴍᴜsɪᴄ. +18 ||ʀᴇᴍᴀsᴛᴇʀᴇᴅ ᴇᴅɪᴛɪᴏɴ|| ғᴛ. ᴇsᴍᴇ ᴄᴀᴅᴇʟᴇᴢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora