En la poca luz que quedaba en el escenario, la azabache logró visualizar cuatro siluetas que se iban acomodando, junto a sus respectivos instrumentos. Conforme el baterista tomaba las baquetas, el resto de los integrantes se colgaban los instrumentos, y el vocalista ajustaba el tripié del micrófono para que quedará más a su altura.
Los gritos de la multitud incrementaron a oídos de la azabache. Y con la acústica del lugar hacía que estos sonaran aún más fuerte. Podría comprar la sensación, con estar encerrada en un panal de abejas, que en lugar de zumbar, soltaban fuertes alaridos. Al mismo tiempo que la azabache y la morena eran empujadas por aquellas jóvenes emocionadas que avanzaban con dificultad, en una lucha por llegar al frente del escenario y poder ver mejor al grupo. Algo que extrañó a la ojiazul. Pero al contrario de ella, su amiga se sumó a gritar, contagiada por la euforia de la multitud.
Y fue en ese momento cuando la luz del escenario aumentó. Pudiendo hacer visible a un joven rubio, cuyo cabello corto se veía desordenado, en contraste con su atuendo formal: un saco beige con cuello Mao, pantalón de vestir y zapatos negros a juego. Vestimenta que portaban todos los integrantes de la banda.-Hola, probando- saludó a la multitud, causando que los gritos de las jóvenes enloquecidas incrementarán todavía más.
Seguido por una risa nerviosa proveniente del rubio que se escuchó por los altavoces, ubicados en puntos estratégicos del lugar que hacían que el ruido se distribuyera hacia todos los rincones.
Marinette sentía que poco a poco era contagiada por la emoción que el resto de las chicas emanaban, acompañado por el calor que provocaba todo en conjunto, más la chaqueta de cuero que Alya le prestó. Sin pensarlo, retiró la prenda para estar más cómoda, y trató de concentrarse en ver a los cuatro jóvenes que se habían apoderado del escenario. Justo en el momento preciso que la voz del vocalista resonó de nuevo por el lugar.
Alzó la vista al frente, de verdad quería ver la banda que Alya tanto admiraba, pero con tanta gente, Marinette comenzaba a lamentarse que eso quizás no iba poder ser. La voz del vocalista sonando en los parlantes la sobresaltó, la ojiazul comenzó a dar saltitos en su sitio para lograr ver algo.-¡Producción, necesito que iluminen la razón de nuestro éxito!- alzó la voz el líder del grupo, señalando al frente, con una enorme sonrisa en los labios
-¡Nuestras adoradas fans!- Las chicas al escucharlo gritaban eufóricas, algunas saltando para que la luz que ahora las iluminaba hiciera notar sus pancartas.
El ojiverde observó el panorama, tantos años de esfuerzo y sacrificio estaban dando fruto. Y ese mar de gente que coreaba el nombre de la banda, era la muestra del éxito comenzaba a tocar a sus puertas. Entre la multitud, sin saber cómo, apreció a una chica que daba saltitos en su sitio, seguro para apreciar mejor, entornó la vista esperando poder verle mejor, algo en ella llamaba su atención, quizás el hecho que era la única que no estaba gritando o su inocente aspecto.
Él tenía la vista clavada en ella. Apreciando cada movimiento por parte de ella, incluso cuando sonrió triunfante, al parecer por haberse retirado la chaqueta que traía puesta, él sonrió por inercia, contagiado de su emoción. Estaba embobado con las facciones de ella, cada movimiento, su hermoso vestido rojo de puntos negros, como se acomodaba su cabello azabache que se había desordenado por los saltitos que hubo dado y de como este se apegaba al sudor que perlaba su nívea piel.
A la voz líder se le olvidó por un segundo como respirar.
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ᴘᴀssɪᴏɴ & ᴍᴜsɪᴄ. +18 ||ʀᴇᴍᴀsᴛᴇʀᴇᴅ ᴇᴅɪᴛɪᴏɴ|| ғᴛ. ᴇsᴍᴇ ᴄᴀᴅᴇʟᴇᴢ
FanfictionLos años sesenta; época de rebeldía expresada a través de la música y los distintos movimientos sociales. Tales acontecimientos eran ajenos en el hogar de Marinette; gracias a las estrictas reglas impuestas por sus conservadores padres. El destino...