Los años sesenta; época de rebeldía expresada a través de la música y los distintos movimientos sociales. Tales acontecimientos eran ajenos en el hogar de Marinette; gracias a las estrictas reglas impuestas por sus conservadores padres.
El destino...
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Al momento que el vehículo de la morena aparcó fuera de la residencia Cesáire. La azabache se bajó en cuanto el motor se apagó. Su amiga salió detrás de ella, pero no se percató de ello hasta que sintió el tirón por parte de ella, y empezaron a acelerar el paso hasta la ventana que daba directo al cuarto de la morena. Ahí fue ella quien empezó a escalar por las enredaderas de planta, parecía saber perfectamente dónde poner cada pie para así evitar una caída. Algo a lo que Marinette trató de poner atención para posteriormente imitar su acción. Sin embargo esa atención no estaba al cien por cierto presente. Esa mirada esmeralda aún seguía colada en sus pensamientos. La imagen de lo vivido en aquella cafetería se repetía en su mente una y otra vez
-¡Niña! Sube antes de que cierre la ventana y debas dormirte en el jardín.
El llamado de la morena sacó a la ojiazul de sus pensamientos. Y repitiendo los pasos de su amiga. Logró escalar y llegar a la habitación sana y salva. Ahí, ambas se miraron, y casi de inmediato empezaron a reír como si se tratara de un par de niñas que hicieron una travesura.
-Creo que... nunca la había pasado tan bien- confesó ella mientras se retiraba los tacones. Sintiendo que por fin pudo descansar sus pies. Y tuvo la suerte de no caerse, al ser la primera vez que usaba ese tipo de calzado.
-Y eso que solo escuchaste una canción del grupo- Alya entrecerró sus ojos -¿Pasó algo más en esa cafetería? Algo que quieras contarle a tu nueva mejor amiga.
-La música es muy buena, es una pena que ocurriera el incidente...- intentó evadir, pero la morena era astuta.
-Y que el vocalista se escapara a quién sabe dónde, con una chica de vestido rojo- continuo la ojiambar, quitándose sus zapatos y yendo al biombo para ponerse su pijama.
-¡No tengo la menor idea de porque hizo eso! Me asusté cuando vi a los otros pelear con él, por eso me fui...yo no hablo con extraños- Marinette se excusó.
-Chica tranquila, solo estoy bromeando...pero lo de contarme todo va en serio- Marinette se sintió aliviada por el comentario de Alya, pensaba que ella le estaba reprochando que el guapo y coqueto Adrien se fuera con ella.
-No hay nada que contar, él solo fue amable conmigo- de pronto recordó a las fans que se acercaron a su mesa, bien arregladas y muy bonitas, incluso pensó que se veían mejor que ella
-, no volveré a verle, apenas y pude soltar palabra cuando cenamos- desalentada, Marinette se sentó sobre la cama -quién quisiera estar de nuevo con alguien tan aburrida como yo.
-Mari, deja de ser tan negativa- le reprendió la de lentes, saliendo del biombo con su pijama puesta -Adrien abandonó la presentación por ti. Si no le interesarás, no lo habría hecho.
-Eso fue muy irresponsable de su parte- refutó la azabache, luego una tierna sonrisa se dibujo en su rostro y susurró -, aunque fue lindo que lo hiciera.
