Dulce Venganza [Jenlisa]

Capitulo 33 [palabras dulces]

Hasta ese punto jennie no había emitido palabras alguna, luego de salir del cementerio y tener esos recuerdos en su cabeza donde lisa besa sus labios y le consuela, por primera vez se sentia capaz de admitir sentir que sus latidos fueron alocados y enérgicos. Caminaron durante toda la tarde por un lugar de la zona, sujetando sus manos mientras sus adentros se volvían un caos pleno de amor. Entonces la noche se asomo por cada rincón de la ciudad quedando aquel cielo oscuro lleno de estrellas exparcidas por cada lado del mundo, siendo brillantes Antes ellas.

—Oye unnie Que tal si te digo mi amor o mi vida o cosas más..

—¿cursis?—arqueo una ceja deteniendose para observarle.—Esta bien como me llamas ahora no tiene que cambiar —Lisa hizo un puchero, asintiendo.—Pero si tu quieres hacerlo o no, no me molestara —Le aseguro sonriendole con completa ternura.—Te quiero —murmuro en voz baja, sintiendose sonrojada por sus palabras, bajando la mirada cuando se dio cuenta de lo que dijo.

Llevo una mano hasta su boca sintiendose incapaz de recordar en que punto aquello salio con naturalidad.

—¿Que dijiste, no te escuche?—Pregunto curiosa, acercándose para escucharle mejor.—Fue algo con Te...—Hablo sonriendo, tomando su mentón para levantar su rostro y observar sus mejillas cubiertas de rubor.

Jennie solo le observo, su voz no salía y se sentia tan pequeña a lado de la chica de melena rubia, como si su corazón se encogiera de manera tan repentina, se sentia nerviosa pero más que eso asustada por lo que estaba sintiendo, en un punto incluso se le olvidó la razón por la que estaba a su lado y solo queria no perder sus ideas por unos torpes latidos de su corazón, quería ser firme y capaz de verle a los ojos y no sentir que su corazón queria escapar de su pecho para relatarle al oido todos sus oscuros y amorosos sentimientos, si eso fuera posible. Entonces lisa mostro su bella sonrisa con sus ojos iluminados qué a jennie le costó retener sus palabras.

—Te quiero —Repitió, con voz temblorosa.

—¿Que? Todavía no te escuche —Fingió, llevando una mano hasta su oreja.

—Que te quiero —Hablo con más fuerza, empujandole cuando aquella Soltó una risita.

—¡Oh Escuchaste eso Seúl!—Grito con fuerza, jennie le golpeo para que se callara cuando algunas personas que aun pasan por ahí le observan.—¡Jennie me quiere!—Grito aun mas, sonriendo para la castaña quien intenta esconder su existencia.—Unnie te escuche la primera vez —admitio sin pena.

Salió corriendo cuando la mayor le observo con filo, queriendo empujarle pero aquella fue más rapida. Así que fue tras ella mientras le observaba girar de vez en cuando para evitar que le alcance. Llegaron a su casa, lisa sujeto su mano, depositando un ultimo beso para adentrarse a su habitación, jennie solo le vio alejarse, soltando varios suspiros mientras la inseguridad y las dudas le consumen, camino hasta la habitación de a lado, dejandose caer sobre su cama. Mientras intenta tener claridad consigo misma.

Estaba segura de que aquel te quiero no fue parte de su engaño, de que verdaderamente estaba hablando con honestidad y que muy por lo bajo ella está enamorándose también.

¿Cuando fue qué sucedió?

De repente ya estaba siendo acorralada por sus sentimientos hacia la menor y no se supone que ese debia ser el resultado. Se reincorpora, quitando su saco para lanzarlo lejos de si. Se sobresalta cuando la menor llama su atención encontrandola apoyada sobre el marco de la puerta con su singular sonrisa.

—¿Esta bien si dormimos juntas hoy ?—pregunto, caminando hasta ella, tomando asiento a su lado.—Estar sola en esa habitación se siente muy vacio—Admite, con voz débil mientras sujeta su mano.