Dulce Venganza [Jenlisa]

Capítulo 45

La pequeña luz que emite la luna colandose por aquella ventana es lo único que alumbra en aquella habitación, tras eso un ola de silencio gobierna. Jennie quien yace dando vueltas en su cama sin poder conciliar el sueño, apretando sus cobijas con fuerza y suspirando en pequeñas ocasiones mientras levemente se maldice así misma en pequeños momentos y cuando sus pensamientos le traen de recuerdo a Lisa.

Esta bien, habia perdido y sabia que cada palabra de desprecio la merecía. No había nada que sus temblorosas palabras y su amor cambiaran pues la chica qué ama parecia qué habia desaparecido, por supuesto que sabia que la culpa era de ella pues cuando la antes rubia le entrego todo su amor aquella solo lo pisoteo y hirió su ego, su orgullo, su amor.

Le habia roto, si.

Y se arrepentía por eso.

Inhala y exhala reincorporandose de golpe cuando la luz del pasillo ilumina su habitación, se encuentra con aquella mirada compadesiente de la mayor quien sujeta la bandeja con algunos alimentos.

—No cenaste —Comento la mayor, adentrandose a la habitación, dejando la puerta abierta para que la luz reflejará su camino.—Te fuiste a trabajar desde temprano, podría jurar qué no has probado bocado desde entonces.

—No he sentido hambre —Dijo la castaña cubriendose con sus mantas.—Solo quiero dormir, mañana...—Su voz salio baja, pausando sus palabras mientras observo a la mayor.—Espero que hayas hecho tus maletas.

La mayor le observo esconderse entre sus cobijas, sonriendo con pena. Jennie había decidido volver a corea, dejando todo a medias, ocupandose solo en volver a su agotadora rutina de viajes y negocios en donde todo solo es trabajo, de esa manera sentia qué podía olvidar a la chica qué habia robado su corazón.

—Entonces es así como resuelves las cosas jen—Dijo con voz fría y pausada.—Huyendo, dejándolo a medias cuando todo sale mal—Aquello sonó más a reproche, jennie destapo sus ojos solo para asegurarse qué la expresión de la mayor no fuera una en donde le juzgará.—Esa es tu solución.

—¿Que más puedo hacer? —Le cuestiono, arrugando la nariz.—Lo arruine todo nona, Lisa me odia, no tengo más por que seguir aquí —Su voz temblo, sintiendo su pecho arder.—Jamas va a perdonarme, debiste verla, ella..—Su mente trajo consigo sus palabras y aquellas miradas de desprecio qué le dio.—Ya no parecia ella..

—Esta herida —Le detuvo.—Le hiciste daño cuando lo único que te ofreció fue su amor incondicional, cariño claro que tiene razones de sobra para estar enojada contigo pero..—Suspiro, suavizando su mirada.—Lisa, ella no es de las qué guardan rencor, Aun es muy joven e inexperta acerca del amor y la vida, esta dejando que sus emociones hablen por ella y si continua así se  perderá justo como-

—Yo—Se apuro a decir jennie bajando la mirada mientras las lágrimas le nublaron la vista.—Se qué hice las cosas mal, pero Mama, ella..—Su voz tirito.—Todavía soy capaz de ver sus ojos adoloridos —sollozo.—Cuando pienso en ella, en lugar de imaginar una infancia llena de amor solo puedo encontrarme llorando en un rincón mientras escucho su voz suplicandole a el qué pare de golpearla y yo..—Tomo aire, limpiando sus lágrimas, sintiendo su pecho arder.—¿Como es que tantos momentos felices a su lado fueron bloqueados por el dolor? ¿Como puedo olvidar?

La mayor abrió la boca queriendo decir algo,queriendo consolar a aquella joven pero las palabras no fluyeron, así que solo avanzó a su lado y la envolvió entre sus brazos intentado consolarla y hacerla sentir amada. Jennie le correspondió ocultando su cabeza en su pecho, sollozando como una niña pequeña mientras musita pequeñas palabras perdidas e intenta buscar en sus vagos recuerdos un momento feliz en compañia de su madre pero todo dentro de ella aun esta roto, aun siguen los gritos, aun están las peleas, aun están los llantos.