Dulce Venganza [Jenlisa]

Capitulo 4 [Esta juventud]

Lisa se tenza cuando el doctor le mira fijamente luciendo pensativo. La enfermera quien no deja de mirarle con empatia camina hasta ella para asegurarse de que todo marchara bien. Inhala y exhala cerrando los ojos lentamente mientras intenta centrar sus pensamientos en todo lo sucedido antes. Recuerda como acabo en estas circunstancias.

Su corazón de vez en cuando se ponía malo, asi que tenia que recurrí al doctor para que de esta forma fuera examinado. Desde que tiene memoria y si bien sus padres se lo han hecho saber, Lisa no era como las otras chicas de su edad, ella sufría de problemas en su corazón, sus padres intentaron hayar una solución, pero sus intentos fueron vagos, así que de vez en cuando la menor tenia recaídas.

No sabe por que ella habia nacido con esa enfermedad y cuando escuchaba a sus padres hablar de ello, ambos no paraban de culparse el uno al otro, así que la menor decidio no indagar mas y vivir como debía. Asi que incluso si solo tiene 17 años sabe que en algún momento su vida se apagara.

Y si bien no le temia a la muerte.

—Estaras bien lisa — Le animo el doctor. —Es todo por hoy, haré el papeleo para que puedas marcharte a casa —Anunció, la rubia asintio repetidas veces antes de suspirar.

Así que intenta ponerse de pie mientras observa como el doctor se marcha en compañia de la enfermera, suspira mientras agradece internamente por que aquello no sea grave. Minutos después Su padre quien se hace presente y detrás de él aparece su madre, no dejan de mirarle con preocupación.

—Hija, ¿Como te sientes? —Camina hasta ella tomando su mano mientras le mira fijamente.

—Estoy bien papá —Dijo, intentando tranquilizarlo.—El doctor dijo que no fue nada, voy a estar bien.

—Aun así, si tienes que pasar la noche aquí para estar segura..

—Quiero ir a casa —Le interrumpió y el hombre no parecia muy convencido ante esa idea.

—Pero y si te pasa algo yo..

—No es la primera vez que sucede esto—Le resto importancia.—Me sentiré mas comoda —Dijo, mirandole con aquellos ojos color miel y aunque el hombre estuvo poco convencido Accedió.

El no era alguien fácil de tratar pero cuando se trata de lisa, aquel hombre es capaz de hacer hasta lo imposible por su hija, Siempre se sintió culpable de su situación y de que la joven haya nacido con aquel problema pero incluso si sus arrepentimientos fueron muchos, aun siente que debe compensar a la menor con algo. Es por ello qué siempre intenta mantenerla feliz.

Bambam su hijo mas grande entra en aquella habitacion llamando la atención de sus padres, los ojos de lisa solo se destellan al verle, sin pensarlo corre a abrazarlo.

—¿Que paso? ¿Estas bien?—Disparo aquella preguntas mientras le envolvió entre sus brazos.

—¿Por que has tardado tanto? —Su padre camino hasta el, mirandole enojado mientras el joven se separa de su hermanita.

—Estaba revisando algunas cosas yo-

—¡No hay tiempo!—Se nego a oirle.—Te encargarás de llevar a tu madre y a tu hermana a casa —Comentó.

El chico solo asintió mientras observo como su padres se despido abrazando a su joven hermana y  deposito un beso sobre la mejilla de su madre. Asi que la menor paso más de media hora esperando que los papeles sean entregados a su Hermano y cuando finalmente lo hicieron, ella tan solo se mantuvo mirando por la ventana del auto. Su hermano tan solo se mantenia mirandole de reojo por momentos.

—¿Quieres ir por algo se comer?—Pregunto llamando su atención y la menor tan solo se encogio en hombros.—¿Eso es un si? —Cuestiona.

—En realidad solo quiero dormir.

—Lisa, La soledad no es buena—Habló su madre con voz calma.—Por que no llamas a Rose y la invitas a la casa, puedes jugar con ella o ver alguna película..

—Mama no tengo 5 años —Le detuvo, teniendo suficiente de sus palabras. —Rosé debe estar ocupada leyendo alguna historia de amor homosexual en línea —Comento, riendo por lo bajo de las expresiones de su madre.

—¡Pero su madre como le permite ver eso!—Exclamo.

—¿No es evidente?, Su madre no lo sabe —comenta, incluso si tiene deseos de reír sabe que su mejor amiga la odiara cuando se entere de que le contó a su madre.

—Esta juventud, Esta cada vez peor —Dijo sintiendose superada mientras llevo una mano hasta su cabeza, negando ante aquellas palabras. —Lisa evita leer ese tipo de cosas—Le advirtió.

—No, Yo jamás podría hacerlo —Mintió descaradamente.

Su hermano quien fue capaz de mirar la pequeña sonrisa de su hermana y conociendo sus oscuros secretos tan solo sonrio a la par. Los siguientes minutos restantes la menor se la paso escuchando el discurso de su madre sobre por que no es bueno mirar o siquiera leer ese tipo de contenido. Asi que lisa tomo una gran bocanada de aire cuando pudo sentir la suavidad de su cama, Ignorando las palabras antes dichas de su madre. Por que incluso si dejo exhibida a su mejor amiga ella era la que le había enseñado ese tipo de contenido a rosé.

Así que dio vueltas en su cama mientras sonrio como una niña pequeña.

—¡Hey!—Su hermano toco su puerta, haciendo qué la menor se reincorporara.—¿De verdad te sientes bien?—La menor asintió y su hermano tan solo sonrio.—Me alegró, estare abajo por si algo se te ofrece.

—Espera —Le detuvo, mirandole curiosa.—Por que Estas tan amable, ¡Habla! —Dijo, cuestionando sus actitudes.

—¡Oh! ¿Yo? —Pregunto incrédulo. La menor solo arqueo una ceja.—Ya sabes, siempre me preocupo de más por ti y tu bienestar —La menor soltó una risa sarcástica asiendo qué el joven le fulminara con la mirada.—Bien, conoci a alguien —Hablo, soltado unos cortos suspiros.

—¿Y?

—Bueno ella es algo dificil —recordo las acciones de la castaña.—Pero es Linda y muy especial, le di mi número y

—Pobre chica —Interrumpió, fingiendo pena.—Ojalá se lo piense dos veces antes de decidir llamarte.

—Pero tu —Le fulminó con la mirada.—Ella parecia muy interesada en mi, así que me llamara, estoy seguro de eso.

—Bueno, pero ten cuidado —Habló luciendo un poco más seria.—Conocela mejor e intenta ir lento.

—Eso lo sé, aun así.. —Su voz cesó mirando por unos segundos a su joven hermana.—¡Espera! No puedo recibir consejos de mi hermanita eso es —Suspiro con fuerza.—Solo descansa lisa.

La menor no dejo de sonrier cuando le vio cruzar la puerta. Sin embargo sus palabras solo resonaron en su cabeza, sabia que su hermano era demasiado bueno y que cuando una chica se cruzaba por sus ojos el cederia a cualquier cosa que ella le pidiera, Lo habia hecho antes y habían terminado por romper su corazón. Asi que ella espera qué este no sea otro de sus finales trágicos.